Congelar alimentos, un aliado para el abastecimiento consciente

Los alimentos requieren condiciones especiales de conservación. Congelar permite extender su duración

Juan Manuel Ijurko
El Deber
Es día de compras. Amparado en el último número de su carné, muchos cruceños acuden a los mercados para abastecerse. Por delante restan siete días más para un nuevo permiso para salir a comprar. La lista es larga.


Ya de retorno a casa, se ordenan y guardan las provisiones. Los alimentos perecederos suponen un problema para su conservación. ¿Cuánto pueden durar, frescos, en la heladera?

El portal digital mexicano Cocina Fácil propone consejos sencillos y efectivos para congelar alimentos.

En el supermercado, procura que tu última selección para agregar al carrito sean los productos congelados, como las carnes. Procura no romper la cadena de frío. También es recomendable transportar estos congelados a casa en bolsas térmicas que le ayuden a resguardar el frío hasta que puedas colocarlas nuevamente en la nevera.

Durante el proceso de congelación se forman cristales de hielo en el interior de los alimentos, lo que provoca una ruptura en la estructura proteica de los mismos. Comienza la congelación cuanto antes, ya que, en la demora, pueden perderse más nutrientes.

Los alimentos deben de estar protegidos por bolsas de congelación, recipientes especiales u otros materiales como papel estañado. Así se evita que la superficie sufra quemaduras provocadas por la alta temperatura y se oscurezcan ciertas zonas debido a los cambios en la concentración de pigmentos.

. Etiqueta los envases con el nombre del alimento, las porciones o cantidad que contiene y la fecha de congelación.

. Congelar los alimentos a gran temperatura genera la proliferación de microorganismos, por lo que es mejor hacerlo a mínima temperatura posible.

. Deja espacio libre en los recipientes, no los llenes al máximo. Cuando los alimentos guardan líquidos, éstos tienden a dilatarse durante la congelación.

. Utiliza bolsas especiales para refrigerar y retira todo el aire antes de sellarlas. Distribuye las porciones de acuerdo al consumo posterior, una vez se decida descongelar el alimento.

. Los alimentos calientes no se deben congelar. Aguarda a que se enfríen, al menos, a temperatura ambiente, antes de que se preparen para congelar.

. La temperatura del congelador recomendada oscila en los -18 grados.

El portal mexicano recalca que no todos los alimentos se pueden congelar de la misma manera. Desde la plataforma solidaria #NoAlCubo se sugieren algunos hábitos aconsejables para congelar alimentos.

Carnes: Aguantan bien la congelación tanto crudos como cocidos. Lo recomendable es meterla en el congelador lo antes posible y habiéndola limpiado previamente. Las carnes deben congelarse bien limpias, sin nervios, tendones o pellejos y sin grasa. Si se congelan con grasa, el tiempo que pueden permanecer congeladas disminuye considerablemente dado que la grasa tiende a enranciarse a medida que pasa el tiempo.

Pescados: al igual que la carne, el pescado es recomendable congelar lo antes posible y tras limpiarlo. En el caso de los mariscos se recomienda congelarlos una vez cocinados y nunca en crudo. En el caso de los pescados frescos deben ser lavados y retirar las vísceras; una vez limpio, hay que secar bien el exceso de agua.

Fruta: la mayoría de las frutas se pueden congelar, aunque algunas modificarán su textura. Quizá por esta situación, las congeladas son ideales para la elaboración de jugos. Las que mejor se adaptan a la congelación son el plátano, la piña y los frutos rojos. Para congelar las frutas se deben limpiar y secar antes.

Verduras: las verduras frescas se pueden congelar a modo general. Sin embargo, no es recomendable hacerlo con las que se consumen crudas ni aquellas que tengan un alto contenido en agua como lechuga o pepino. Lo mejor es escaldar y dejar enfriar las verduras que vayamos a congelar.

Legumbres: la mejor opción de congelar legumbres es habiéndolas cocido previamente.

Leche y queso: Aunque ambos se pueden congelar, sí que modifican sus texturas. Además, no son alimentos con fecha de caducidad amplia.

Pan: Se puede congelar sin ningún problema. Lo adecuado es hacerlo en rebanadas para ir sacando la cantidad justa que se requiere y dentro de una bolsa hermética para evitar olores.

Patatas y huevos: no es recomendable congelar las patatas ni los huevos crudos.

El proceso para descongelar los alimentos se realiza de forma progresiva, sin cambio bruscos de temperatura. Una noche antes puede retirar el alimento congelado y guardarlo en la heladera antes de dejarlo a temperatura ambiente hasta su descongelamiento total.

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