Alcalde chileno de Colchane llora al contar la situación de los bolivianos que están varados en la frontera
Hay más de 1.000 connacionales varados en ambos lados de la frontera con Chile. El campamento en Pisiga servirá como un lugar donde rotarán los compatriotas que, luego de una cuarenta de 14 días, podrán ser enviados hacia sus regiones de origen
Emilio Huáscar Castillo
El Deber
Más de 1.000 bolivianos están en la frontera con Chile. Un grupo de 480 connacionales guardan resguardo y cuarentena en el campamento establecido por el Gobierno en la localidad de Pisiga y el resto, más de 700 compatriotas, están en territorio chileno en la población fronteriza de Colchane, durmiendo en carpas improvisadas o en las ruinas de las viviendas rústicas que hay en la zona.
El alcalde de la localidad chilena de Colchane, Javier García, dijo este viernes que al final de la última cuantificación de bolivianos, se puede indicar que hay 700 personas que llegaron desde la comunidad de Wara y entre los cuales hay 18 menores de edad, tres mujeres embarazadas y tres personas con capacidades diferentes.
La autoridad de la comuna chilena, dijo que aún hay muchos bolivianos que están llegando hasta este punto fronterizo luego de cruzar la cordillera de los andes a pie, poniendo en riesgo su salud y su propia vida. "Hace algunos días, Carabineros de Chile tuvo que ayudar a un joven que había sufrido un accidente en su camino por llegar hasta este punto de frontera", recordó la autoridad municipal y dijo que han hecho la solicitud a sus autoridades nacionales, para que se prohíba la salida de más personas hacia Colchane, ya que señaló que están a punto de verse desbordados.
"Hemos pedido al Gobierno central de Chile que restrinja el acceso de personas desde Wara hasta Colchane. Además, hemos hecho una solicitud judicial a través de un recurso de protección para que la justicia ordene el cierre de las fronteras y estamos esperando la resolución", apuntó la autoridad municipal chilena, que lloró cuando estaba hablando sobre la realidad de los connacionales, a quienes dijo vio llorando de hambre.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, precisó que el Estado ya aprobó un protocolo para tratar a los connacionales que está en la frontera con Chile y aseguró que este procedimiento implica que los repatriados deben quedarse en aislamiento y observación preventiva en el campamento de Pisiga.
"Los que están allí, en el campamento de Pisiga, terminarán su cuarentena dentro de ocho días y luego el ambiente se puede preparar para que otro grupo de personas ingrese", indicó Murillo y dijo que el ambiente debe tener una rotación permanente de personas, que luego de la cuarentena de 14 días podrán retornar a sus regiones de origen.
Emilio Huáscar Castillo
El Deber
Más de 1.000 bolivianos están en la frontera con Chile. Un grupo de 480 connacionales guardan resguardo y cuarentena en el campamento establecido por el Gobierno en la localidad de Pisiga y el resto, más de 700 compatriotas, están en territorio chileno en la población fronteriza de Colchane, durmiendo en carpas improvisadas o en las ruinas de las viviendas rústicas que hay en la zona.
El alcalde de la localidad chilena de Colchane, Javier García, dijo este viernes que al final de la última cuantificación de bolivianos, se puede indicar que hay 700 personas que llegaron desde la comunidad de Wara y entre los cuales hay 18 menores de edad, tres mujeres embarazadas y tres personas con capacidades diferentes.
La autoridad de la comuna chilena, dijo que aún hay muchos bolivianos que están llegando hasta este punto fronterizo luego de cruzar la cordillera de los andes a pie, poniendo en riesgo su salud y su propia vida. "Hace algunos días, Carabineros de Chile tuvo que ayudar a un joven que había sufrido un accidente en su camino por llegar hasta este punto de frontera", recordó la autoridad municipal y dijo que han hecho la solicitud a sus autoridades nacionales, para que se prohíba la salida de más personas hacia Colchane, ya que señaló que están a punto de verse desbordados.
"Hemos pedido al Gobierno central de Chile que restrinja el acceso de personas desde Wara hasta Colchane. Además, hemos hecho una solicitud judicial a través de un recurso de protección para que la justicia ordene el cierre de las fronteras y estamos esperando la resolución", apuntó la autoridad municipal chilena, que lloró cuando estaba hablando sobre la realidad de los connacionales, a quienes dijo vio llorando de hambre.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, precisó que el Estado ya aprobó un protocolo para tratar a los connacionales que está en la frontera con Chile y aseguró que este procedimiento implica que los repatriados deben quedarse en aislamiento y observación preventiva en el campamento de Pisiga.
"Los que están allí, en el campamento de Pisiga, terminarán su cuarentena dentro de ocho días y luego el ambiente se puede preparar para que otro grupo de personas ingrese", indicó Murillo y dijo que el ambiente debe tener una rotación permanente de personas, que luego de la cuarentena de 14 días podrán retornar a sus regiones de origen.