Razonable decisión del Gobierno Argentino: mantener la designación de organización terrorista sobre Hezbollah

George Chaya
Infobae
Durante la última semana, la administración Trump ha estado ampliando las sanciones económicas sobre empresas y personas cuyas actividades financieras ilegales en favor de la organización libanesa Hezbollah dieron lugar a las nuevas medidas del gobierno estadounidense.


Un recorrido cronológico de las actividades terroristas más relevantes del grupo en los 38 años transcurridos desde su fundación indica que además de las actividades de lavado de dinero, trafico de drogas y delitos conexos, el grupo ejecutó ataques terroristas contra civiles y protagonizó actividades de guerrilla en Líbano, Siria e Irak, también contra el ejército israelí y militares estadounidense. Sin embargo, la estrategia y los objetivos de la actividad de Hezbollah ha cambiado periódicamente dependiendo de la política de Teherán.

Las dificultades que tuvo que superar el grupo en Líbano, como también las circunstancias regionales e internacionales a lo largo de sus años de operatividad han sido siempre determinantes para su agenda. Sus operaciones comenzaron cuando emergió en la arena política internacional en 1982. La espectacular voladura de los cuarteles de la infantería de marina estadounidense en Beirut dejó un saldo de 254 militares muertos por la explosión. El ataque fue ejecutado por dos terroristas shahids (suicidas) y camión bomba.

El segundo acto terrorista de alto impacto de la organización se produjo escaso tiempo después, en 1983, el objetivo en esa oportunidad tambien fue un blanco estadounidense en Beirut, el ataque destrozo la embajada norteamericana. La explosión asesino a 63 personas entre estadounidenses y libaneses y 122 resultaron heridas.

El último ataque terrorista reconocido por Hezbollah se produjo el 19 de julio de 2012, cuando hizo estallar un ómnibus turístico israelí en el aeropuerto de Burgas, Bulgaria. En ese atentado murieron siete personas y 36 resultaron heridas. Sin embargo, desde su creación, Hezbollah ha perpetrado varios ataques terroristas ininterrumpidamente en diferentes escenarios utilizando distintos métodos aunque los 2 primeros ataques fueron determinantes y dieron lugar a su calificación como grupo terrorista por parte de EE.UU.

Los antecedentes de la designación como organización terrorista del grupo pro-iraní a nivel internacional se fundan en la Orden Ejecutiva 12.947 del 25/01/1995. Allí, EE.UU. incorporo a Hezbollah como un grupo terrorista designado por su Departamento de Estado. El comunicado de entonces fue emitido por la Oficina del Coordinador para el Contraterrorismo el 10/8/1997, y el Departamento de Estado designó a Hezbollah como organización terrorista extranjera de conformidad con la Sección 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) y según el agregado de la Ley de Antiterrorismo de 1996, enmendada por la Ley de Reforma de Inmigración Ilegal y Responsabilidad del Inmigrante de 1996.

En dirección a esa norma legal a partir del 8 de octubre de 1997, fueron designadas organizaciones terroristas extranjeras: “Hezbollah, también conocida como Partido de Dios o Yihad Islámica, también llamada Organización de Justicia Revolucionaria u Organización de los Oprimidos en la Tierra o Yihad Islámica para la Liberación de Palestina y Ánsar Allah (soldados de Dios)".

La Orden ejecutiva 13.224, del 23 de septiembre de 2001, ratificó que Hezbollah fue designada como organización Terrorista Global bajo dicha Orden.

La fundamentación estadounidense se centró en que: Hezbollah es un grupo terrorista con base en Líbano, que hasta el 11/09/2001, fue responsable de más muertes estadounidenses que cualquier otra organización terrorista internacional.

La organización está estrechamente aliada con Irán pero también ha actuado por si misma, lo hace incluso en America Latina de manera independiente. Esta posición se vio ampliada a partir de noviembre de 2015 cuando se profundizo la guerra civil siria, aunque Hezbollah no comparte la orientación religiosa secular del régimen sirio, el grupo ha sido un aliado vital para ayudar al presidente sirio a mantenerse en el poder causando la muerte de cientos de ciudadanos sirios.

En la actualidad, Hezbollah rinde completa lealtad al régimen iraní que es su principal fuente de armamento y financiación, al tiempo que utiliza su Cuerpo de guardias revolucionarios islámicos para entrenar a sus agentes en Líbano, Irak y Yemen. Su Consejo Consultivo (Majlis al-Shura) es el máximo órgano de gobierno del grupo y es dirigido por el Secretario General Hassan Nasrallah desde 1992.

Son muchos los estados que disponen de investigaciones judiciales con gran carga probatoria que muestra la participación de Hezbollah en numerosos ataques terroristas en todo el mundo. Todos esos ataques son consensuados y definidos por el Majlis al-Shura, incluido el atentado suicida con camión bomba a la Embajada de EE.UU., al cuartel de la Infantería de Marina estadounidense en 1983 y al anexo de la Embajada de EE.UU. en Beirut en 1984.

La agrupación también ejecutó el secuestro del vuelo 847 de TWA cuando se dirigía desde Atenas a Roma en 1985. Esa operación fue comandada por el fallecido Imad Mughniyeh quien llego a ser un alto cargo para las operaciones en el exterior de la organización y en ella un ciudadano estadounidense fue asesinado.

En 1992 y 1994, Hezbollah asumió su responsabilidad (aunque luego la negó) en los ataques con bomba a la Embajada de Israel en Buenos Aires y a la Mutual Israelita Argentina (AMIA) respectivamente a través de comunicados emitidos por funcionarios del ala política de su partido, pero a nombre de organizaciones de fachada (como Yihad Islámica y Ánsar Allah) que la organización conformo a efectos de poner “una marca” a esos ataques para no responsabilizarse de forma directa.
El atentado a la AMIA en 1994 asesinó a 85 personas
El atentado a la AMIA en 1994 asesinó a 85 personas

También la designación de Hezbollah como organización terrorista por parte del Reino Unido fue ampliada, aunque el grupo ya estaba caratulado como terrorista en materia de su seguridad externa desde 2001, y lo mismo su ala militar desde 2008.

En marzo de 2019, con el objetivo de proscribir a Hezbollah en todas sus estructuras, el ministro de Interior británico, Sajid Javid, explico el motivo por el cual el grupo fue designado como organización terrorista: “Ya no podemos distinguir entre el sector militar y/o político del partido”, dijo Javid.

En su fundamento, el gobierno británico indica: “La Organización de Seguridad Externa de Hezbollah y su ala militar, incluido el Consejo Consultivo y el Consejo de la Yihad, ya habían sido designadas como terroristas en 2001 y 2008, respectivamente”. No obstante, el gobierno tomo la decisión de proscribir a Hezbollah en su totalidad sobre la base de que “ya no es sostenible distinguir entre las alas militar y política de la organización”.

Sin embargo, han sido altos dirigentes de Hezbollah quienes han dicho que no se puede separar el brazo político del brazo militar de de la agrupación. Se le preguntó en su tiempo a Hassan Nasrallah: “¿Quién toma la decisión para la acción, los operativos de campo o los líderes políticos?”. El lider respondió: Los líderes de Hezbollah. En consecuencia, el problema ya no es sólo lo relacionado a sus miembros combatientes. Ello quedo claro cuando Nasrallah declaró: “Los líderes de la organización son los líderes de la resistencia y su aparato militar, ellos son quienes evalúan la información, los intereses de la resistencia y sus políticas de acción”. “Los hermanos son quienes ejecutan la política en el plano militar sobre el campo de batalla” (sitio web Al-Majalla en lengua árabe, 24 de marzo de 2017).

También las recientes declaraciones de Muhammad Fneish, número tres en la jerarquía política del partido y diputado del bloque en el parlamento libanés, dijo: Con la aplicación de sanciones económicas se está intentando dividir a Hezbollah con el fin de detenerlo. Para Fneish, se está buscando vulnerar la capacidad de su brazo militar. Sin embargo, el diputado afirmo en su declaración que “no puede separarse el brazo militar de Hezbollah de su brazo político”.

Más recientemente, considerando los antecedentes y el accionar de la organización, fue que el anterior gobierno argentino, en base a las pruebas que para la justicia indican de manera inequívoca la responsabilidad de Hezbollah en los atentados terroristas que asesinaron ciudadanos argentinos en Buenos Aires, agregó a Hezbollah junto a ISIS (Estado Islámico por sus siglas en ingles) y otros grupos sindicados por Naciones Unidas a su lista de organizaciones terroristas extranjeras en 2019. Dicha medida fue ratificada el mes pasado de forma razonable y acertada por el actual presidente Alberto Fernández y por el jefe del Palacio San Martín, canciller Felipe Solá.

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