Pinchazo de Leipzig en casa y ante Leverkusen

Empató a uno ante el Bayer, un resultado que le sirvió al Bayern para ampliar su liderato a tres puntos tras el triunfo del campeón por 6-0 ante un pobre Hoffenheim.

José Carlos Menzel
As
La Bundesliga vuelve a teñirse de rojo bávaro. El Leipzig patinó en casa ante el Bayer Leverkusen y no pasó del empate a uno, resultado que le sirvió al Bayern para ampliar su liderato tras el triunfo del campeón por 6-0 ante un pobre Hoffenheim. Son ya tres puntos los que separan al conjunto muniqués del Leipzig y cuatro del Dortmund tras la fatídica victoria de los negriamarillos (1-0) ante el Friburgo. Teniendo en cuenta el gran momento que atraviesan los muniqueses (ocho victorias, un empate y ninguna derrota en lo que va de 2020) le costará la vida a RB y BVB volver a espantar al Bayern de lo más alto de la tabla. El Leverkusen, por su parte, se asiente en quinta posición.


Fue el equipo dirigido por Peter Bosz el que tuvo más protagonismo desde el principio. El conjunto de las aspirinas, liderado por un gran Amiri por la banda derecha, llegó con más peligro al marco protegido por Gulasci y avisó por medio de Havertz y Demirbay. Los pupilos de Nagelsmann, por tercera vez consecutiva sin Dani Olmo, intentaban sorprender a la contra, pero el cuadro visitante se presentó en el Red Bull Arena de Leipzig con una defensa de lo más sólida y logró defender la velocidad de Werner y Nkunku a la perfección.

Eso sí, la zaga local no estaba tan fina como la de su oponente y la pagó en una contra ejecutada a las mil maravillas. Amiri recuperó el cuero y se lo sirvió a Havertz en el carril diestro. La joya del Leverkusen la centró, Alario dejó pasar y Bailey definió a la perfección. La grada visitante estalló, pero la euforia no le duró demasiado a los hinchas del cuadro renano. Un cabezazo de Schick a libre directo de Nkunku (fue su decimosegunda asistencia tras 22 partidos, lo nunca visto en la Bundesliga) al minuto volvió a igualar el choque.

En la segunda mitad ocurrió justo lo que se esperaba. Nagelsmann ordenó que sus correcaminos en ataque subieran una marcha y el Leverkusen pasó serios apuros en los primeros compases de los segundos 45 minutos. Nkunku, Werner y Halstenberg pudieron adelantar al equipo patrocinado por la empresa de bebidas energéticas Red Bull, pero no andaban finos los atacantes del Leipzig. Optó el Leverkusen por contrarestar la verticalidad del RB con posesión y acertó. El partido perdió velocidad y el Leipzig, finalmente, tuvo que darse por satisfecho con un punto que le sirve de muy poco en la pugna por la ensaladera alemana.

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