Otros enojos del Muñeco

Tras los episodios que mencionaron el Pity y Driussi, en Olé recordamos otros momentos en los que se vio la fuerte personalidad del entrenador. Juanfer, Alario, Ferreira y hasta Biscay la ligaron.

Olé
Marcelo Gallardo​ es un tipo de fuerte personalidad. No es nada nuevo: la tenía adentro de la cancha cuando jugaba y la mantiene en su rol de director técnico. En la charla que compartieron Pity Martínez y Sebastián Driussi en una videollamada, ambos hablaron de la mejor manera del Muñeco, pero también recordaron episodios en los que ligaron tirón de orejas por parte del deté. ¿Qué otros casos hubo en River?


A Gallardo no le tiembla la mano para realizar cambios cuando no está conforme con los rendimientos, aún si eso implica sacar o dejar afuera a uno de los mejores del equipo. Le sucedió por ejemplo a Lucas Alario, máximo goleador del ciclo MG en Núñez.

Alario venía encendido y River tenía que remontar un 0-2 contra Independiente del Valle en el Monumental, por la Libertadores 2016. Sin embargo, tras la supuesta llegada del Pipa a un entrenamiento mal dormido, Gallardo lo dejó en el banco y recién lo mandó a la cancha en el ST. El 9 terminó haciendo el único tanto del encuentro y el Millo quedó eliminado inmerecidamente y con una treintena de llegadas de riesgo.

Para Gallardo la entrega no se negocia y alguna vez sostuvo que, para jugar en su equipo, no alcanza sólo con tener jerarquía. Y claro, les exige más a los que sabe que pueden darlo. Como aquella vez que le pidió a Juanfer Quintero en pleno duelo contra Gremio, también por Libertadores: "¡Hacete cargo!". Pero ojo, así como reta también elogia y al colombiano le tocaron varias veces flores: "Juega a otra cosa".

Más acá en el tiempo, Gallardo tuvo otro tirón de orejas con el pibe Cristian Ferreira. En el final de un partido contra Aldosivi que River empataba, el juvenil le pegó al arco de tiro libre en lugar de buscar el centro y el Muñeco lo acomodó. "Nos hubiera venido bien que tirara la pelota al área. Le pega bien, pero no desde ahí. lo bueno es que le tenga confianza para tomar decisiones", dijo en su momento el Muñeco, equilibrando bronca y elogio.

Más allá de sus encontronazos con jugadores, cosas que quedan en la cancha, el denominador común de los futbolistas que estuvieron bajo el ala de Gallardo son los elogios y las ganas de volver a ser dirigidos por él. Tan exigente es que incluso se fastidió consigo mismo cuando quiso darle una pelota rápido a Nacho Fernández y falló.

También se la ha agarrado el Muñeco con árbitros por malos cobros, con colegas (la vez que lo cruzó a Crespo tras el corte de luz en Banfield) y hasta con Matías Biscay, su mano derecha, a quien hace poquito tuvo que pegarle un grito para que dejara de hablarle a un referí. Perlita: la vez que bajó al vestuario en Porto Alegre, a pesar de la suspensión, y sacó pecho ante la presencia periodística: "Vení, sacame la foto".

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