Oficial: el Barça-Nápoles se jugará a puerta cerrada
La Generalitat y el club acuerdan que en prevención ante el coronavirus el partido se jugará sin público de manera definitiva.
Santi Giménez
As
El partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League entre el Barcelona y el Nápoles que tenía que jugarse el próximo miércoles 18 de marzo en el Camp Nou se disputará a puerta cerrada. Así lo acordaron el propio club y la Generalitat en una reunión celebrada en el departamento de Sanidad de la Generalitat a la que también acudieron representantes de los departamentos de Interior y de la Secretaria General de l’Esport.
El secretario de Salud pública de la Generalitat, Joan Guix, explicó que la medida responde a la conveniencia de evitar la aglomeración de personas en un espacio reducido y a la procedencia del rival del Barça, el Nápoles, ya que Italia vive una crisis sanitaria sin precedentes a causa de la epidemia de coronavirus.
Será el segundo partido de la historia del club que se dispute en estas extrañas condiciones después de que se jugara sin público el encuentro de LaLiga del pasado uno de octubre de 2017 entre el club blaugrana y la Unión Deportiva Las Palmas a causa de los incidentes por el referéndum ilegal sobre la independencia de Catalunya y los incidentes posteriores.
El Barcelona trató hasta el último momento que el partido pudiera disputarse con una parte de público. A menos, con sus abonados y que únicamente se prohibiera la entrada a los aficionados italianos, que se esperaba que acudirían al partido en un número que rondaría las 5.000 personas, aunque no todas las entradas de las que disponía la entidad italiana habían sido vendidas porque muchos seguidores esperaban a última hora a ver si podían salir de su país. Según ha podido confirmar AS, UEFA se ha mantenido al margen de esta decisión, pero la acata como ya hizo con los partidos que se disputaron a puerta cerrada la semana pasada en Italia.
Y es que además también existe el riesgo de que el conjunto partenopeo no pueda salir de su país ya que el gobierno italiano se ha decretado la restricción de movimiento en todo el país, aislando a toda la población de la nación. Por lo tanto, en Italia deja de existir una sola "zona roja" de confinamiento, ya que se extiende a todo el territorio.
Santi Giménez
As
El partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League entre el Barcelona y el Nápoles que tenía que jugarse el próximo miércoles 18 de marzo en el Camp Nou se disputará a puerta cerrada. Así lo acordaron el propio club y la Generalitat en una reunión celebrada en el departamento de Sanidad de la Generalitat a la que también acudieron representantes de los departamentos de Interior y de la Secretaria General de l’Esport.
El secretario de Salud pública de la Generalitat, Joan Guix, explicó que la medida responde a la conveniencia de evitar la aglomeración de personas en un espacio reducido y a la procedencia del rival del Barça, el Nápoles, ya que Italia vive una crisis sanitaria sin precedentes a causa de la epidemia de coronavirus.
Será el segundo partido de la historia del club que se dispute en estas extrañas condiciones después de que se jugara sin público el encuentro de LaLiga del pasado uno de octubre de 2017 entre el club blaugrana y la Unión Deportiva Las Palmas a causa de los incidentes por el referéndum ilegal sobre la independencia de Catalunya y los incidentes posteriores.
El Barcelona trató hasta el último momento que el partido pudiera disputarse con una parte de público. A menos, con sus abonados y que únicamente se prohibiera la entrada a los aficionados italianos, que se esperaba que acudirían al partido en un número que rondaría las 5.000 personas, aunque no todas las entradas de las que disponía la entidad italiana habían sido vendidas porque muchos seguidores esperaban a última hora a ver si podían salir de su país. Según ha podido confirmar AS, UEFA se ha mantenido al margen de esta decisión, pero la acata como ya hizo con los partidos que se disputaron a puerta cerrada la semana pasada en Italia.
Y es que además también existe el riesgo de que el conjunto partenopeo no pueda salir de su país ya que el gobierno italiano se ha decretado la restricción de movimiento en todo el país, aislando a toda la población de la nación. Por lo tanto, en Italia deja de existir una sola "zona roja" de confinamiento, ya que se extiende a todo el territorio.