Los números solidarios de Borré

Rafa pelea por ser el goleador del campeonato, aunque también se destaca por sus cifras en el rubro recuperación. Ante Atlético Tucumán tendrá la chance de volver tras su suspensión.

Olé
No morfonearás. Mandamiento del delantero según Marcelo Gallardo. Ningún atacante puede -ni debe- anteponer su deseo de convertir por encima del beneficio general. Rafael Santos Borré predica con el ejemplo. "El goleador, en este River, no tiene que ser egoísta, tiene que ayudar al equipo", supo decir en Olé el ariete colombiano que en 2020 desechó la oportunidad de volver al Atlético Madrid. Un futbolista que pone placer profesional por encima de la cotización del dólar o el euro y que desea cerrar la Superliga no sólo como campeón, sino también como goleador. Ante Atlético Tucumán tendrá la oportunidad de volver luego de purgar su suspensión. Y no quiere desaprovecharla.


Borré ha evolucionado desde su llegada a River en agosto de 2017, dedicándose en doble turno a su crecimiento. Por la mañana, ejercitándose en el River Camp bajo las órdenes de Gallardo ​y siguiendo los consejos de los profesionales del club; por la tarde, haciendo terapia (lo que le permitió ordenarse al obligarse a trazarse objetivos cortos), o bien, compartiendo sesiones con profesionales del coaching. Incluso Rafa trabajó diferentes aspectos de su juego con un entrenador personal, Jaime Pabón, quien lo instruyó -por ejemplo- para que mejorara su respiración en pos de pulir su definición. Pero fueron, a su vez, los consejos tácticos de MG los que lo hicieron crecer como "un delantero de equipo", como lo definió el propio deté. Alcanza con observar sus números en la Superliga para entender de qué se trata ese rótulo.

En función ofensiva, por ejemplo, Borré convirtió 12 goles (uno cada 106,8 minutos) con una precisión en las ejecuciones es del 63,9%. Además, generó 23 chances y dio una asistencia. Hasta ahí, números lógicos para un delantero de elite. Ahora bien, sus cifras en el rol defensivo también marcan que se sacrifica por el equipo. Armani manifestó previo al empate ante Defensa y Justicia que River sufría pocos ataques precisamente porque los delanteros recuperaban la pelota bien arriba. Los rivales, entonces, se ven obligados a sortear tres líneas antes de llegar a quedar cara a cara con él.

Borré comprendió perfectamente ese plan: logró 15 quites para recuperar la posesión activa de la pelota en 19 partidos (falló sólo cuatro), además de anotarse seis despejes, un bloqueo y cuatro intercepciones. Tiene una precisión del 78,9% al momento de robar el balón, siendo el tercero mejor rankeado del equipo detrás de Matías Suárez (90%) y Lucas Martínez Quarta (81,1%, quien además es el jugador con más quites junto a Enzo Pérez, ambos con 27). Eso sí, al colombiano le quedará pulir el rubro faltas (cometió 20 en lo que va del torneo, ganándose cinco amarillas).

"¿Qué le falta a mi museo en Colombia? Y, creo la Superliga, puede ser algo lindo... Después, por qué no, meter otro trofeo de goleador en alguna liga en la que esté", deseó Borré en enero y en diálogo con este diario. Hoy se encuentra a tan solo tres goles de Lucas Alario, el top scorer de la era Gallardo. Pretende, Rafa, romper todos esos récords. Pero, por supuesto, antes está el equipo. River. Desea la vuelta. Y que el gol lo meta quien sea...

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