La tormenta ha comenzado: el coronavirus golpeará fuerte a Santa Cruz por los próximos 45 días

Según las estimaciones del Sedes, en ese tiempo se llegará a ese pico. Se espera, según un epidemiólogo, que los casos se dupliquen cada tres o cuatro días. Tratan de no perderle el rastro. Sugieren ampliar las pruebas.

Bismark Pablo Ortiz
El Deber
La tormenta ha comenzado, por más que la percibamos como llovizna. El contagio del coronavirus se ha acelerado en Santa Cruz y el número de casos ha comenzado a duplicarse cada tres días. Aún las autoridades de salud no han perdido el rastro y pueden referenciar cada nuevo positivo con otro paciente, pero si la población no acata las pautas de distanciamiento social, pronto la enfermedad se saldrá de control. Así lo advirtió Carlos Hurtado, epidemiólogo del Servicio Departamental de Salud.


El médico asegura que ni el gobernador Rubén Costas, ni el secretario de Salud, Óscar Urenda, han sido apocalípticos al alertar que se viene una tormenta, ya que el departamento está siendo golpeado al mismo tiempo por tres epidemias: dengue, gripe A y coronavirus.

“Vivimos una sindemia: dos agentes o más produciendo enfermedades en la región. Es una gran tormenta que ya empezó, por más que veamos una llovizna. Tenemos que prepararnos”, dijo Hurtado.

El médico explica que a partir de hoy veremos duplicarse o triplicarse la cantidad de casos cada dos o tres días, lo cual indica que la curva cruceña del coronavirus está en franco ascenso y se espera que siga escalando por los próximos 45 días hasta alcanzar su pico máximo. No es que allí dejará la gente de contagiarse, sino que la epidemia entrará en un valle (el número de contagiados será igual o menor al día anterior), y luego bajará. El coronavirus circulará en la región por lo menos seis meses. Al final de ese periodo se habrá reportado entre 10.000 y 14.000 contagiados.

Rodrigo Castedo, médico infectólogo, corrobora lo dicho por Hurtado. Comparado con lo que ya han vivido otros países, el número de casos se duplicará en un tiempo máximo de cuatro días, siempre y cuando se hagan las pruebas necesarias.

Marcelo Kramer, reumatólogo que ha participado de investigaciones internacionales, ve que Santa Cruz, a diferencia de otras regiones que han sido azotadas por el coronavirus, cuenta con la ventaja de que no tiene lugares de grandes aglomeraciones, como los metros, pero lamenta que esa ventaja inicial pueda dilapidarse por la falta de disciplina de sus pobladores, que siguen abarrotando mercados como si fueran inmunes.

¿Por qué Santa Cruz reporta más casos?

Con 34 casos reportados hasta el mediodía, Santa Cruz es el departamento con más contagiados del país. Hurtado explica que esto se debe a la vigilancia activa de afectados que hace el departamento. Explica que lo primero fue tratar de mantener la enfermedad fuera de las fronteras. Mientras los cielos bolivianos estuvieron abiertos. A Viru Viru llegaba un promedio de 4.000 pasajeros por día desde el exterior del país. Por eso es que los primeros infectados fueron ‘importados’.

Luego de aplicada las medidas de cuarentena, se procedió a vigilar a los infectados y a todos sus contactos. Gracias a ello han identificado dos grandes focos de contagio que han producido 10 y siete casos respectivamente. Se trata de infectados que llegaron del extranjero e iniciaron la etapa de transmisión local. Es por eso que Hurtado indica que la crecida de casos pudo ser mayor si no se hubiese tomado las medidas de seguir a los contactos de las personas infectadas.

¿Son suficientes los análisis?

Tener al único laboratorio que podía hacer la prueba del coronavirus a sospechosos es otro de los motivos para que Santa Cruz encabece el reporte de casos a escala nacional. Hurtado explica que envían a diario los casos sospechosos al Centro Nacional de Enfermedades Tropicales (Cenetrop), pero esas muestras son tomadas en domicilio, producto de la vigilancia epidemiológica captada a través de los contactos de los infectados (hay más de 300 personas en vigilancia médica, aislados en sus casas actualmente).

A Castedo esto le preocupa particularmente. Cree que es necesario hacer muchas más pruebas e imitar a países como Corea del Sur o Singapur que utilizaron este método como su principal artillería contra el coronavirus. Sugiere, por ejemplo, que el seguimiento a pacientes diagnosticado se haga a través del GPS de sus celulares para saber en qué lugares estuvieron y por dónde han podido esparcir la enfermedad.

Para evitar que la enfermedad se siga propagando, propone que se le haga análisis a todas las personas que trabajan en delivery de alimentos y a taxistas que siguen trabajando.

Hurtado es reacio a aplicar pruebas a diestra y siniestra. Cuenta que casi toda persona que se comunican con el call center de la Gobernación, solicita la prueba, pero hay que tener criterios epidemiológicos para realizar los test, porque si no, se haría mal uso de ella. Lo ve en casos que remiten de otros departamentos, desde donde envían muchas muestras al Cenetrop, pero todas salen negativas “porque no cumplen criterios clínicos”.

Un virus camaleón

Surgido a finales del año pasado, los epidemiólogos están aprendiendo sobre la marcha cómo se comporta el virus. En Santa Cruz, la epidemia no se presenta como en China, Italia o España. Según explica Hurtado, que ha examinado personalmente a la mayoría de los infectados, la mayoría de los casos positivos en Santa Cruz no han presentado como primeros síntomas tos seca o fiebre. “Estamos trabajando en ello para presentar la estratificación de la epidemia. Un gran número dice: “desperté decaído”, eso es malestar general. “Me dolía todo el cuerpo”, mialgias. Lo confunden con dengue y, como son casos leves, no nos llaman ni están yendo a la consulta”, explica.

Por eso sugiere que se llamen con el call center de la Gobernación (168) porque allí encontrarán a médicos que los orientarán.

Castedo ratifica lo dicho por su colega. Explica que los casos de coronavirus que presentan fiebre como primero síntomas solo alcanzan al 9%, por lo tanto es un síntoma menor e insiste en que se debe acatar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud y aplicar la mayor cantidad de test que sea posible.

“El doctor Urenda lo dijo bien: estamos en el periodo de calma antes de la tormenta. Va a depender de estos días, de si las medidas que hemos tomado hayan sido la correctas para lo que pase después”, agregó.

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