Greenpeace se reúne con LaLiga para acabar con los vuelos cortos
La ONG quiere eliminar los viajes cortos en avión cuando hay alternativas menos dañinas para el medio ambiente como autobús o tren.
Alfredo Matilla
As
Esta semana no sólo se ha hablado en LaLiga del plan de contención del Coronavirus. También se ha debatido de contaminación. Varios miembros de Greenpeace estuvieron reunidos el pasado jueves con dirigentes de la patronal para intentar acabar, o al menos reducir, con una práctica que ya se ha hecho habitual en el deporte: los viajes cortos en avión cuando hay alternativas menos dañinas para el medio ambiente como son el autobús o el tren.
La gota que colmó el vaso de la organización ecologista fue el vuelo exprés que el Madrid realizó a Salamanca en enero para medirse en Copa a Unionistas y otro que hizo a Zaragoza habiendo AVE. No se entendieron estas decisiones al producirse poco tiempo después de vestir de verde en el Bernabéu como gesto por la lucha climática. El Barça, que voló rumbo al último Clásico, tampoco se salva de los dardos puesto que los viajes en avión emiten 20 veces más de CO2 que el tren, una cifra que se incrementa con los chárter.
LaLiga anotó las propuestas para incluirlas en el minucioso plan informativo de sostenibilidad que desarrolla desde hace años. Sin embargo, no pudo comprometerse a más. Estas normas no serán obligatorias para los clubes. Así, Greenpeace, en su labor de vigilancia y concienciación, ha diseñado una clasificación paralela a la oficial (CO2PA) donde mide el impacto medioambiental de los desplazamientos. Quiere que los aficionados exijan responsabilidad a sus clubes para reducir la huella de carbono. Betis, Valencia y Betis están en Champions.
Alfredo Matilla
As
Esta semana no sólo se ha hablado en LaLiga del plan de contención del Coronavirus. También se ha debatido de contaminación. Varios miembros de Greenpeace estuvieron reunidos el pasado jueves con dirigentes de la patronal para intentar acabar, o al menos reducir, con una práctica que ya se ha hecho habitual en el deporte: los viajes cortos en avión cuando hay alternativas menos dañinas para el medio ambiente como son el autobús o el tren.
La gota que colmó el vaso de la organización ecologista fue el vuelo exprés que el Madrid realizó a Salamanca en enero para medirse en Copa a Unionistas y otro que hizo a Zaragoza habiendo AVE. No se entendieron estas decisiones al producirse poco tiempo después de vestir de verde en el Bernabéu como gesto por la lucha climática. El Barça, que voló rumbo al último Clásico, tampoco se salva de los dardos puesto que los viajes en avión emiten 20 veces más de CO2 que el tren, una cifra que se incrementa con los chárter.
LaLiga anotó las propuestas para incluirlas en el minucioso plan informativo de sostenibilidad que desarrolla desde hace años. Sin embargo, no pudo comprometerse a más. Estas normas no serán obligatorias para los clubes. Así, Greenpeace, en su labor de vigilancia y concienciación, ha diseñado una clasificación paralela a la oficial (CO2PA) donde mide el impacto medioambiental de los desplazamientos. Quiere que los aficionados exijan responsabilidad a sus clubes para reducir la huella de carbono. Betis, Valencia y Betis están en Champions.