El vestuario, "jodido" por haber resucitado al Real Madrid y darles media Liga
Madrid, AS
La expedición blaugrana marchó de Madrid con la sensación de no haber sabido rematar al rival y servirle en bandeja de plata el campeonato.
"Jodidos, resignados y abatidos". De esta forma tan gráfica resumieron a AS cuando preguntamos por las sensaciones que había dentro del vestuario tras la derrota ante el Real Madrid (2-0). El regreso de la expedición blaugrana fue un auténtico funeral, sobre todo porque reinaba la sensación de que el equipo había dejado escapar vivo a un moribundo que estaba a punto de rendirse. Además, el hecho de perder el liderato, e ir de nuevo a remolque, dejó tocado a un equipo que empieza a notar que se le empieza a acabar la batería.
Pese a que todavía quedan doce jornadas y 36 puntos por jugar, los jugadores eran conscientes que acababan de dar media Liga al Real Madrid. Un triunfo en el Bernabéu o incluso un empate ponía al equipo blanco en una situación muy comprometida, con un pie y medio fuera de la Champions y sin depender de ellos mismos en LaLiga. Pero ahora, la situación ha dado un vuelco tras el 2-0: los blancos dependen de sí mismos para ganar el campeonato y han recibido una sobredosis de moral para afrontar la vuelta de la Champions ante el City.
Rostros compungidos, pocas palabras y un silencio abrumador se repartieron por igual durante el vuelo de regreso. Ni tan siquiera Josep Maria Bartomeu, que encabezaba la comitiva, fue capaz de rebajar el desánimo general. Un presidente, por cierto, que por mucho que digan públicamente, sigue sin contar con el beneplácito absoluto de los capitanes, tras el episodio de las redes sociales. Por su parte, el técnico Quique Setién intentó levantar la moral de sus hombres con un breve discurso dentro del vestuario, antes de coger el autocar, donde felicitó a sus jugadores porque lo habían dado todo en el campo.
Así pues, al Barcelona ahora sólo le queda el cartucho de la Champions para sacar adelante una temporada tan atípica como extraña. Con LaLiga un punto por debajo, que en realidad son dos si sumamos el 'goal average', la competición europea se presenta como la única tabla de salvación. Sin embargo, fue el propio Leo Messi, quien dejó bien claro que con esta plantilla no les daba para ganar la Champions. Así pues, la realidad es que pintan bastos.
La expedición blaugrana marchó de Madrid con la sensación de no haber sabido rematar al rival y servirle en bandeja de plata el campeonato.
"Jodidos, resignados y abatidos". De esta forma tan gráfica resumieron a AS cuando preguntamos por las sensaciones que había dentro del vestuario tras la derrota ante el Real Madrid (2-0). El regreso de la expedición blaugrana fue un auténtico funeral, sobre todo porque reinaba la sensación de que el equipo había dejado escapar vivo a un moribundo que estaba a punto de rendirse. Además, el hecho de perder el liderato, e ir de nuevo a remolque, dejó tocado a un equipo que empieza a notar que se le empieza a acabar la batería.
Pese a que todavía quedan doce jornadas y 36 puntos por jugar, los jugadores eran conscientes que acababan de dar media Liga al Real Madrid. Un triunfo en el Bernabéu o incluso un empate ponía al equipo blanco en una situación muy comprometida, con un pie y medio fuera de la Champions y sin depender de ellos mismos en LaLiga. Pero ahora, la situación ha dado un vuelco tras el 2-0: los blancos dependen de sí mismos para ganar el campeonato y han recibido una sobredosis de moral para afrontar la vuelta de la Champions ante el City.
Rostros compungidos, pocas palabras y un silencio abrumador se repartieron por igual durante el vuelo de regreso. Ni tan siquiera Josep Maria Bartomeu, que encabezaba la comitiva, fue capaz de rebajar el desánimo general. Un presidente, por cierto, que por mucho que digan públicamente, sigue sin contar con el beneplácito absoluto de los capitanes, tras el episodio de las redes sociales. Por su parte, el técnico Quique Setién intentó levantar la moral de sus hombres con un breve discurso dentro del vestuario, antes de coger el autocar, donde felicitó a sus jugadores porque lo habían dado todo en el campo.
Así pues, al Barcelona ahora sólo le queda el cartucho de la Champions para sacar adelante una temporada tan atípica como extraña. Con LaLiga un punto por debajo, que en realidad son dos si sumamos el 'goal average', la competición europea se presenta como la única tabla de salvación. Sin embargo, fue el propio Leo Messi, quien dejó bien claro que con esta plantilla no les daba para ganar la Champions. Así pues, la realidad es que pintan bastos.