El plan del fútbol para salvar a los clubes
Salarios en cuotas, extensión de los vínculos que se vencen, rebajas de sueldos optativas, créditos blandos del Gobierno... Olé te cuenta la idea de la AFA y la Superliga para ayudar a las instituciones a cumplir con sus pagos.
Olé
Empieza abril, un mes bisagra para todos los argentinos que se preguntan cómo van a pagar los salarios luego de una quincena en la que, Covid-19 mediante, la producción laboral se vio mermada. La industria del fútbol no es ajena. Hace 16 días que la pelota no rueda, que los estadios están vacíos, que los jugadores se entrenan dentro de sus casas, que los clubes licenciaron a (casi) todos sus empleados y cedieron sus instalaciones al servicio sanitario. Sin embargo, toda esa estructura requiere un mantenimiento. Sueldos que se multiplican por 30.000 trabajadores que viven de la redonda, incluyendo futbolistas, árbitros, médicos, utileros, cancheros y lo que se te ocurra. Nadie tiene la solución mágica al problema. Sin embargo, cuando en Europa los caminos conducen a una reducción salarial de los que calzan botines, la dirigencia del fútbol argentino maneja un plan de salvataje para los clubes para que todas las partes puedan cobrar lo que les corresponde.
Las cabezas visibles de esta movida son Claudio Tapia, como presidente de la AFA, y Marcelo Tinelli, como titular de la Superliga, aunque involucra a un montón de directivos. Por Viamonte, son parte activa Pablo Toviggino (secretario Ejecutivo de la Presidencia y futuro tesorero) y Horacio Martignoni (pope de Sarmiento). El núcleo del ente liguero que rodea al titular del Ciclón lo conforman Eduardo Spinosa (ex 1 de Banfield), Mario Leito (Atlético Tucumán), Rodrigo Escribano (Talleres), Cristian Malaspina (Argentinos) y Sergio Rapisarda (Vélez). Y numerosos abogados. Las apps Zoom y WhatsApp facilitan la comunicación en esta época de aislamiento.
Lo primero que se hizo para entender la magnitud del problema que se enfrenta es hacer un relevamiento, club por club, de los ingresos y egresos y posibles dificultades en cuanto a: tickets -hoy no se venden entradas-, sponsors -pueden caerse o dejar de pagar-, cuotas sociales -posibles socios que se den de baja-, dinero por TV -para algunos representa hasta el 70% de sus presupuestos-, los contratos de los jugadores... Mientras MT y Cía. se ocupaban de eso en la Primera A, del lado de Chiqui activaron los llamados con el Ascenso Metro e Interior.
En un fútbol argentino que mira mucho hacia Europa, y en una Superliga que se rige por varios parámetros de las ligas top del Viejo Continente, también fueron fuente de consulta directivos de Barcelona, Bayern Munich, Valencia, Villarreal, Inter y directores de la Serie A (Luigi de Siervo) y la Liga (Javier Tebas) para analizar hacia dónde irá el fútbol por esta pandemia. Aunque mientras allá ya hay casos de recortes salariales -algunos decididos por los propios jugadores-, acá es lo que se quiere evitar. ¿Pero de qué manera?
Ahí es cuando, en paralelo, otros dos actores entran en escena: Sergio Marchi y el Gobierno. Porque desde Futbolistas Argentinos Agremiados están revisando los 4.000 contratos profesionales de jugadores (sólo 960 son de la Primera A): saben al detalle cuánto gana cada uno y tratarán de que todos cobren lo que les corresponde, como cualquier trabajador. En ese sentido, en la negociación de las formas y los plazos es en lo que se trabajan alternativas. A saber:
-Que las deudas que se adquieran con los futbolistas durante este período puedan ser canceladas en cuotas (desde un mínimo de seis hasta un máximo de 12). Aclaración: no entran en el plan deudas anteriores. En medio de esta pandemia, quedó postergado cualquier control financiero sobre los clubes, siendo Huracán y, sobre todo Independiente, los que están más comprometidos, e igual deberán ponerse al día.
-Que los contratos que finalizan el 30/6 tengan una prórroga automática, para que no se pierda capital, no se desarmen planteles ni se genere desigualdad deportiva.
-Que haya una rebaja en el pago de los salarios, aunque eso ya pasará a ser un consenso de cada plantel con sus respectivas autoridades.
Tapia y Tinelli a su vez serán los portavoces con la Casa Rosada para que el Gobierno reacomode el Decreto 1212 (impulsado por Mauricio Macri y reafirmado por la AFIP en la gestión de Alberto Fernández), para volver atrás el sistema de cargas sociales, en beneficio de los clubes. También se habla del acogerse al plan REPRO del Estado: créditos blandos de los bancos para pagar sueldos (interés anual del 24%). El trabajo es conjunto porque la Superliga es la que más dinero aporta en esta historia, con los ingresos de TV (Fox y Turner garantizan el pago; ver Pantalla abierta), y porque muchas de las decisiones pueden replicarse en el Ascenso, en especial las que se tomen con el Gobierno. Está semana o la otra esperan que haya definiciones. S.O.S Fútbol.
En los primeros diez días de abril, Fox Sports (su nuevo dueño, Disney) y Turner, dueños de los derechos audiovisuales de la Superliga, estarán pagando los 540 millones de pesos correspondientes a este mes: el 82% se reparte según esquema acordado entre los 24 clubes (unos 442.800.000 pesos) y el otro 18% va para la AFA.
Así lo comunicaron hace diez días, lo cual fue un primer alivio para los dirigentes. Claro que ante la extensión de la cuarentena por otras dos semanas (mínimo), y con una fecha incierta de regreso del torneo, hay negociaciones encaminadas para que ese aporte mensual no se corte mientras dure la pandemia. Las negociaciones que Tinelli, como presidente de la Superliga, está llevando a cabo mediante videollamadas con los ejecutivos de las dos cadenas, para que continúen pagando mientras dure esta pandemia. Y todo indica que no habrá problemas en seguir abonando. Y a futuro se verá mediante qué opciones los equipos le retribuirán el gesto a ambas compañías.
Además, la tele, junto a las cableoperadoras, también entienden la situación de los abonados del pack fútbol: ya empezaron los llamados para darse de baja del servicio que transmite los partidos. Con la intención de retener a esa masa de suscriptores (unos dos millones), las empresas decidieron que no cobrarán el abono premium (665 pesos). Se les bonificará abril y los meses sucesivos, hasta que la pelota vuelva a rodar.
Olé
Empieza abril, un mes bisagra para todos los argentinos que se preguntan cómo van a pagar los salarios luego de una quincena en la que, Covid-19 mediante, la producción laboral se vio mermada. La industria del fútbol no es ajena. Hace 16 días que la pelota no rueda, que los estadios están vacíos, que los jugadores se entrenan dentro de sus casas, que los clubes licenciaron a (casi) todos sus empleados y cedieron sus instalaciones al servicio sanitario. Sin embargo, toda esa estructura requiere un mantenimiento. Sueldos que se multiplican por 30.000 trabajadores que viven de la redonda, incluyendo futbolistas, árbitros, médicos, utileros, cancheros y lo que se te ocurra. Nadie tiene la solución mágica al problema. Sin embargo, cuando en Europa los caminos conducen a una reducción salarial de los que calzan botines, la dirigencia del fútbol argentino maneja un plan de salvataje para los clubes para que todas las partes puedan cobrar lo que les corresponde.
Las cabezas visibles de esta movida son Claudio Tapia, como presidente de la AFA, y Marcelo Tinelli, como titular de la Superliga, aunque involucra a un montón de directivos. Por Viamonte, son parte activa Pablo Toviggino (secretario Ejecutivo de la Presidencia y futuro tesorero) y Horacio Martignoni (pope de Sarmiento). El núcleo del ente liguero que rodea al titular del Ciclón lo conforman Eduardo Spinosa (ex 1 de Banfield), Mario Leito (Atlético Tucumán), Rodrigo Escribano (Talleres), Cristian Malaspina (Argentinos) y Sergio Rapisarda (Vélez). Y numerosos abogados. Las apps Zoom y WhatsApp facilitan la comunicación en esta época de aislamiento.
Lo primero que se hizo para entender la magnitud del problema que se enfrenta es hacer un relevamiento, club por club, de los ingresos y egresos y posibles dificultades en cuanto a: tickets -hoy no se venden entradas-, sponsors -pueden caerse o dejar de pagar-, cuotas sociales -posibles socios que se den de baja-, dinero por TV -para algunos representa hasta el 70% de sus presupuestos-, los contratos de los jugadores... Mientras MT y Cía. se ocupaban de eso en la Primera A, del lado de Chiqui activaron los llamados con el Ascenso Metro e Interior.
En un fútbol argentino que mira mucho hacia Europa, y en una Superliga que se rige por varios parámetros de las ligas top del Viejo Continente, también fueron fuente de consulta directivos de Barcelona, Bayern Munich, Valencia, Villarreal, Inter y directores de la Serie A (Luigi de Siervo) y la Liga (Javier Tebas) para analizar hacia dónde irá el fútbol por esta pandemia. Aunque mientras allá ya hay casos de recortes salariales -algunos decididos por los propios jugadores-, acá es lo que se quiere evitar. ¿Pero de qué manera?
Ahí es cuando, en paralelo, otros dos actores entran en escena: Sergio Marchi y el Gobierno. Porque desde Futbolistas Argentinos Agremiados están revisando los 4.000 contratos profesionales de jugadores (sólo 960 son de la Primera A): saben al detalle cuánto gana cada uno y tratarán de que todos cobren lo que les corresponde, como cualquier trabajador. En ese sentido, en la negociación de las formas y los plazos es en lo que se trabajan alternativas. A saber:
-Que las deudas que se adquieran con los futbolistas durante este período puedan ser canceladas en cuotas (desde un mínimo de seis hasta un máximo de 12). Aclaración: no entran en el plan deudas anteriores. En medio de esta pandemia, quedó postergado cualquier control financiero sobre los clubes, siendo Huracán y, sobre todo Independiente, los que están más comprometidos, e igual deberán ponerse al día.
-Que los contratos que finalizan el 30/6 tengan una prórroga automática, para que no se pierda capital, no se desarmen planteles ni se genere desigualdad deportiva.
-Que haya una rebaja en el pago de los salarios, aunque eso ya pasará a ser un consenso de cada plantel con sus respectivas autoridades.
Tapia y Tinelli a su vez serán los portavoces con la Casa Rosada para que el Gobierno reacomode el Decreto 1212 (impulsado por Mauricio Macri y reafirmado por la AFIP en la gestión de Alberto Fernández), para volver atrás el sistema de cargas sociales, en beneficio de los clubes. También se habla del acogerse al plan REPRO del Estado: créditos blandos de los bancos para pagar sueldos (interés anual del 24%). El trabajo es conjunto porque la Superliga es la que más dinero aporta en esta historia, con los ingresos de TV (Fox y Turner garantizan el pago; ver Pantalla abierta), y porque muchas de las decisiones pueden replicarse en el Ascenso, en especial las que se tomen con el Gobierno. Está semana o la otra esperan que haya definiciones. S.O.S Fútbol.
En los primeros diez días de abril, Fox Sports (su nuevo dueño, Disney) y Turner, dueños de los derechos audiovisuales de la Superliga, estarán pagando los 540 millones de pesos correspondientes a este mes: el 82% se reparte según esquema acordado entre los 24 clubes (unos 442.800.000 pesos) y el otro 18% va para la AFA.
Así lo comunicaron hace diez días, lo cual fue un primer alivio para los dirigentes. Claro que ante la extensión de la cuarentena por otras dos semanas (mínimo), y con una fecha incierta de regreso del torneo, hay negociaciones encaminadas para que ese aporte mensual no se corte mientras dure la pandemia. Las negociaciones que Tinelli, como presidente de la Superliga, está llevando a cabo mediante videollamadas con los ejecutivos de las dos cadenas, para que continúen pagando mientras dure esta pandemia. Y todo indica que no habrá problemas en seguir abonando. Y a futuro se verá mediante qué opciones los equipos le retribuirán el gesto a ambas compañías.
Además, la tele, junto a las cableoperadoras, también entienden la situación de los abonados del pack fútbol: ya empezaron los llamados para darse de baja del servicio que transmite los partidos. Con la intención de retener a esa masa de suscriptores (unos dos millones), las empresas decidieron que no cobrarán el abono premium (665 pesos). Se les bonificará abril y los meses sucesivos, hasta que la pelota vuelva a rodar.