El nuevo Bernabéu no para
Madrid, AS
De momento no hay imposición gubernamental que obligue a la paralización de todo tipo de obras. El Real Decreto del pasado día 14, por el que se declaró el estado de alarma, no incluyó la construcción entre las actividades (hostelería y restauración, comercios, espectáculos artísticos y deportivos, monumentos...) que debían cesar temporalmente. El Real Decreto sólo hace referencia a las obras de licitación pública (no privada, como es el caso del Bernabéu) y lo hace para indicar que está en manos del contratista decidir si se para o no. "El contratista podrá solicitar la suspensión desde que se produjera la situación de hecho que impide su prestación y hasta que dicha prestación pueda reanudarse", reza el texto.
Las obras no paran, aunque hay voces políticas que lo reclaman. Lo hizo el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en Twitter: "Pido al Gobierno que suspenda las obras en Madrid. Las obras pueden recuperar el tiempo perdido. Nosotros no tenemos tiempo que perder". La Generalitat de Catalunya emitió el pasado martes un decreto ley que sí detuvo las obras públicas (salvo las estratégicas), pero tuvo que matizarlo a posteriori para adecuarse al Real Decreto del Gobierno.
Una grúa, en la antigua esquina del Bernabéu. JAVIER GANDUL
Control de las medidas de seguridad
Las únicas obras que podrán ser cerradas, por la Policía Municipal, serán aquellas que violen manifiestamente el estado de alarma. Desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana sí se está instando a las constructoras para que extremen las medidas de seguridad en materia de distancias entre operarios y utilización de mascarillas y guantes. El club también se lo ha transmitido a FCC, la empresa adjudicataria de las obras, con el objetivo de reducir al máximo las posibilidades de contagio. Y está siguiendo a rajatabla el decreto: una de las actividades que deben cesar durante el estado de alarma son los museos y por eso ha cerrado el Tour del Bernabéu.
Por tanto, las obras del estadio, que se alargarán hasta 2023, van a más velocidad al no tener el Bernabéu que acoger partidos de Liga y Champions, y no pararán salvo que el Gobierno cree un nuevo decreto o modifique el actual y frene todas las actividades (públicas y privadas) en la construcción.
De momento no hay imposición gubernamental que obligue a la paralización de todo tipo de obras. El Real Decreto del pasado día 14, por el que se declaró el estado de alarma, no incluyó la construcción entre las actividades (hostelería y restauración, comercios, espectáculos artísticos y deportivos, monumentos...) que debían cesar temporalmente. El Real Decreto sólo hace referencia a las obras de licitación pública (no privada, como es el caso del Bernabéu) y lo hace para indicar que está en manos del contratista decidir si se para o no. "El contratista podrá solicitar la suspensión desde que se produjera la situación de hecho que impide su prestación y hasta que dicha prestación pueda reanudarse", reza el texto.
Las obras no paran, aunque hay voces políticas que lo reclaman. Lo hizo el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en Twitter: "Pido al Gobierno que suspenda las obras en Madrid. Las obras pueden recuperar el tiempo perdido. Nosotros no tenemos tiempo que perder". La Generalitat de Catalunya emitió el pasado martes un decreto ley que sí detuvo las obras públicas (salvo las estratégicas), pero tuvo que matizarlo a posteriori para adecuarse al Real Decreto del Gobierno.
Una grúa, en la antigua esquina del Bernabéu. JAVIER GANDUL
Control de las medidas de seguridad
Las únicas obras que podrán ser cerradas, por la Policía Municipal, serán aquellas que violen manifiestamente el estado de alarma. Desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana sí se está instando a las constructoras para que extremen las medidas de seguridad en materia de distancias entre operarios y utilización de mascarillas y guantes. El club también se lo ha transmitido a FCC, la empresa adjudicataria de las obras, con el objetivo de reducir al máximo las posibilidades de contagio. Y está siguiendo a rajatabla el decreto: una de las actividades que deben cesar durante el estado de alarma son los museos y por eso ha cerrado el Tour del Bernabéu.
Por tanto, las obras del estadio, que se alargarán hasta 2023, van a más velocidad al no tener el Bernabéu que acoger partidos de Liga y Champions, y no pararán salvo que el Gobierno cree un nuevo decreto o modifique el actual y frene todas las actividades (públicas y privadas) en la construcción.