El Cholo dejó cruda la empanadilla argentina

El Atleti sigue fuera de puestos de Champions con un empate que supo a derrota ante el Sevilla. Simeone, que puso un 1-4-2-3-1 sin trabajarlo, no consigue dar con la tecla esta temporada.

Javier G. Matallanas
As
Simeone cambió su clásica pizza 1-4-4-2 por una empanadilla argentina que no había cocinado apenas en forma de 1-4-2-3-1, dispuesta así: Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Hermoso; Llorente, Saúl; Correa, João Félix, Koke; Morata. Este sistema cuenta con la ventaja en el plano ofensivo de que casi siempre llegas al área contraria con cuatro hombres y si la línea de tres mediapuntas la componen futbolistas de la calidad de Correa, João Félix y Koke pues las opciones de crear y convertir ocasiones de gol aumentan.


Desventaja. Uno de los inconvenientes del sistema 1-4-2-3-1 es la distancia entre el lateral y el mediapunta que juega en banda. En el caso del Atleti, Simeone dispuso una banda izquierda con Hermoso y Koke y el Sevilla aprovechó que Hermoso no es lateral izquierdo por más que se empeñe el Cholo (así le fichó convencido de que era igual de polivalente que Lucas Hernández) y que Koke pierde potencial defensivo jugando en banda y que en ese sistema, además de la necesidad de trabajarlo en el césped y no solo explicarlo en pizarra, era más lógico el doble pivote Llorente-Koke y meter a Saúl en la línea de tres por detrás de Morata por la izquierda, donde además iría al duelo del lanzamiento en largo de inicio de saque de meta que hace siempre Oblak.

Sin mareos. Para marcar el 0-1, el Sevilla se aprovechó de esa tara en el planteamiento y elección de jugadores de Simeone y de que también parece que ya ni siquiera trabaja la fase defensiva. Pero el Atlético atacaba bien y Simeone en toda la primera mitad no modificó el sistema ni las posiciones de los jugadores tras el 0-1 (los capitanes le han pedido esta semana que no les mareé como hace en la mayoría de los partidos) y los colchoneros dieron la vuelta al marcador gracias a dos acciones de João Félix, que mejora al equipo cada vez que el balón pasa por sus botas (esperamos que Simeone no invente en Anfield y no le dé por dejar al crack portugués en el banquillo el miércoles).

Ocurrencia. El Sevilla llegaba con mucha facilidad al área de Oblak, sobre todo por su banda derecha con Koundé y Navas, con ayudas ofensivas de Jordán y Suso En la segunda parte, Simeone modificó el dibujo y regresó al 1-4-4-2, manteniendo en banda izquierda a Koke. Nueve minutos le bastaron al Cholo para percatarse que la ocurrencia (¿propia o sugerida por alguien?) de poner a Hermoso de lateral seguía sin funcionar y le quitó dando entrada a Carrasco y poniendo a Saúl de lateral izquierdo, logrando el enfado de Hermoso por ser sustituido y colocar a Saúl en un sitio donde no le gusta jugar. Metió a Koke en el medio y siguió 1-4-4-2 (Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Saúl; Correa, Llorente, Koke, Carrasco; João Félix y Morata). Después sacó a Diego Costa por Morata, hombre por hombre, y para ir a por el partido se llevó una gran bronca del Metropolitano por quitar a João Félix (no tenía nada en el gemelo, según fuentes de los servicios médicos), el mejor del Atlético junto a Llorente (¿le pondrá en Anfield?), y dio entrada a Vitolo. Acabó así el partido: Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Saúl; Correa, Llorente, Koke, Carrasco; Vitolo y João Félix).

Poco cocinado. Simeone intentó atacar y ganar al Sevilla, pero ni su preparación, ni su dirección de partido, ni sus cambios mejoraron al equipo. Dejó su clásico 1-4-4-2 y probó un 1-4-2-3-1 que no había ensayado en los entrenamientos. Luego volvió a la pizza, pero la empanadilla argentina le había quedado cruda. Y es lo que le viene pasando esta temporada, que sin duda es la peor desde que llegó y no está a la altura de la plantilla que le han puesto a su disposición, a la que no es capaz de sacar rendimiento en muchos partidos, cuando en otros, esos mismos futbolistas demuestran que atesoran gran calidad para como para estar clasificados entre los cuatro primeros de LaLiga.

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