Cuerpo de la tercera víctima de Covid-19 pasó 12 horas sin ser preparado y personal de la morgue se retira

Nadie de la morgue se animaba a preparar el cadáver. Luego se retiró al considerar que el espacio fue contaminado. La Fiscalía pide habilitar otro espacio

Pablo Ortiz, Berthy Vaca
El Deber
La tercera víctima confirmada de coronavirus en Santa Cruz de la Sierra estuvo 12 horas tendida en la sala de trauma-shock del Hospital de la Pampa de la Isla sin que nadie se atreviera a preparar su cadáver para ser enterrado. Después de eso, cuando sus restos fueron trasladados a la morgue judicial que funciona en el mismo nosocomio, los funcionarios fueron retirados, alegando que el lugar estaba contaminado con el Covid-19. La orden llegó desde la Fiscalía Departamental.


Fuentes del hospital de la Pampa de la Isla explicaron que la paciente, de 65 años, falleció el sábado a las 14:20. Los funcionarios lamentan que fuera derivada desde la Caja Nacional de Salud sin la coordinación adecuada. Antes de llegar, ya había pasado por dos hospitales. Según supieron por conversaciones con sus familiares, la mujer fue conducida, primero, al hospital Hernández Vera. Tenía antecedentes de insuficiencia renal. Allí la sometieron a análisis y le tomaron placas, además identificaron que tenía tos seca y dificultades para respirar. Como no había nefrólogo de turno, no la pudieron atender, por lo que fue trasladada a la Caja Nacional de Salud, de donde la derivaron a la Pampa de la Isla, que es el hospital de emergencia para coronavirus.

Llegó en shock. Los médicos, que ya tenían todo el equipamiento de seguridad para enfrentarse a pacientes con coronavirus, trataron de reanimarla durante 20 minutos antes de declararla muerta. En su certificado de defunción anotaron problemas pulmonares, neumonía e insuficiencia renal.

Ahí comenzó el segundo drama de la fallecida: nadie quería acercarse a ella para prepararla para ser enterrada. Según el protocolo para sepultar a las víctimas de esta enfermedad, el personal debe preparar el cadáver en doble bolsa sellada para evitar la contaminación y se lo debe sacar en cajón cerrado para ser sepultado en tierra.

Sin embargo, la víctima estuvo 12 hora en la sala de reanimación del hospital mientras se discutía quién debería hacerse cargo del procedimiento. Los personeros de la morgue judicial, que funcionaba hasta el domingo en el mismo nosocomio, se negaban a hacerlo, por lo que tuvo que practicarlo un enfermero, ataviado con el mameluco blanco de seguridad, aconsejado para estos casos.

Los funcionarios del hospital de la Pampa de la Isla piden a los otros nosocomios que avisen cuando trasladen a un paciente de estas características, ya que si bien el personal médico tiene ahora todas las medidas de seguridad, los administrativos solo cuentan con gorros, barbijos comunes y batas desechables.

Lío judicial

La Fiscalía Departamental de Santa Cruz ordenó el domingo el repliegue inmediato del personal de la morgue judicial la Pampa de la Isla, a raíz de la posible contaminación que provocó la presencia del cadáver de una mujer infectado por el Covid-19.

Este inconveniente está ocasionando un problema operativo en el manejo de los cadáveres que requieran ser sometidos a autopsias legales, pues ahora no hay un lugar habilitado para tal fin y, por otra parte, desnuda el hecho de que el Sedes no acondicionó con tiempo un depósito de cadáveres por Covid-19.

También se hizo patente, a decir de algunos funcionarios de la morgue judicial, la falta de información clara al personal del Instituto de Investigación Forense (IDIF), puesto que se tardó bastante en confirmar la enfermedad de la mujer.

Los restos de la tercera persona fallecida por coronavirus todavía continúan en la morgue. Los familiares estuvieron por allí a la espera de que se lo entregaran para darle cristiana sepultura, procedimiento que también debe seguir un estricto protocolo para evitar más contagio.

“El sábado llegó el cuerpo a la morgue, donde estuvo dos días embolsado sin los cuidados necesarios y los ambientes se han expuestos a la contaminación. A nosotros nos dieron la orden de replegarnos en el IDIF”, dijo uno de los funcionarios. Sin embargo, ese “embolsado” es el protocolo de seguridad difundido por el Servicio Departamental de Salud.

“La morgue está contaminada y, hasta que no se retire el cuerpo, no se fumiguen los ambientes o se busque otra morgue, no vamos a entrar a trabajar porque es altamente contagioso. El Sedes debería prever dónde colocar estos cuerpos. No es correcta la manipulación que están haciendo, entregando los cadáveres a sus familiares. En otros países, los familiares no vuelven a ver a los fallecidos por Covid-19; los llevan a cremación o a una fosa”, expresó uno de los forenses del IDIF.

Piden habilitar otra morgue

“La morgue está contaminada y por eso se replegó ayer al personal. También se han retirado todos los insumos del IDIF para que no haya contaminación porque hay que precautelar la salud de los forenses”, dijo la fiscal departamental, Mirna Arancibia.

“Primero, tras la llegada del cuerpo, me dijeron que no había contaminación, pero una vez que se confirmó el Covid-19 de la mujer, señalaron que se iba a proceder a la fumigación, pero hemos actuado no solo por el personal sino por los dolientes que acuden allí”, añadió la máxima autoridad del Ministerio Público en Santa Cruz.

Arancibia se reunió ayer con autoridades del Sedes para busca una solución y dijo haberles planteado que habiliten la morgue del hospital de la Villa Primero de Mayo para la realización de las autopsias legales.

“Todavía no nos han aceptado. Esperamos que el Sedes defina rápido”, indicó la fiscal. Mientras tanto, el Ministerio Público ha dispuesto de una unidad móvil para que los miembros del IDIF realicen las autopsias que se requieran en estos días. Dicha unidad solo tiene capacidad para almacenar dos o tres cuerpos.

Consultado al respecto, Óscar Urenda, secretario departamental de Salud, está de acuerdo con que se habilite otro espacio para que funcione como morgue judicial, ya que el hospital de la Pampa de la Isla y su morgue son exclusivas para fallecidos con coronavirus. “Estoy de acuerdo, es lo indicado. Allí no puede haber ninguna atención de otra enfermedad ni se pueden practicar autopsias”, dijo el galeno.

La morgue se vacía

Para ayudar a cortar la contaminación en la morgue judicial, el Ministerio Público departamental emitió ayer una disposición en la que asignó una fiscal para que dé cumplimiento inmediato al entierro de siete cadáveres no identificados, que nadie ha reclamado.

Arancibia aclaró que a estos cuerpos de personas que fallecieron por diferentes causas, se los mantiene allí un tiempo prudente, como dice la ley, pero ahora con esta emergencia y, para evitar una mayor contaminación, serán sepultados en fosas comunes.

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