Coronavirus: Bolivia se refugia en sus hogares para combatir el Covid-19
La Policía y las Fuerzas Armadas salieron a las calles cerca de las 16:00 con el objetivo de hacer cumplir la cuarentena decretada por el Gobierno central
Gustavo Fernando Jimenez
El Deber
Luego de una inusual y muy ajetreada jornada en centros populares de abastecimiento y en los supermercados, desde las 16:00 la actividad en el país se fue desacelerando quedando paralizada prácticamente en su totalidad. Las medidas asumidas por el Gobierno central fueron acatadas en cada rincón del país.
Luego de 21 días de paro en octubre, tras las elecciones que fueron anuladas, Santa Cruz, la locomotora de la economía boliviana apagó este miércoles sus motores por segunda vez en menos de seis meses. De esta manera el dinamismo que caracteriza a este departamento contrastaban con las calles y avenidas desoladas en la capital.
“Es cierto, estamos golpeados, pero entendemos que hay que hacer un sacrificio por la salud de la población”, señalaba ayer martes, Fernando Medina, presidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz.
La Policía y las Fuerzas Armadas salieron a las calles desde las 16:00, con el objetivo de hacer cumplir el Decreto Supremo de Emergencia Sanitaria presentado ayer miércoles por el gobierno de Jeanine Áñez; sin embargo, no fue necesaria ninguna medida disuasiva. Una muestra de ello, fueron los buses del transporte público que a esa hora lucían repletos, con la población acudiendo a sus hogares.
“La Policía y las Fuerzas Armadas harán cumplir de manera estricta el cumplimiento de la ley para garantizar la salud y la vida de los bolivianos y bolivianas”, señalaba Arturo Murillo, ministro de Gobierno, en una conferencia donde explicó los detalles del decreto gubernamental.
Hasta los camposantos acataron la medida. A las 14:00 el cementerio El Pajonal ya se encontraba cerrado.
En la sede de Gobierno, La Paz, la situación no fue diferente. La avenida 16 de Julio, una de las principales vías donde se encuentran cines, restaurantes, bazares y otros negocios estaba todo cerrado.
Lo mismo ocurría en otras zonas más alejadas del centro. En Villa Fátima y en la Plaza Villarroel, la tranquilidad dominaba el escenario.
En Oruro, donde se cumple una cuarentena determinada por el Gobierno nacional, la Policía se movilizó a las esquinas en el centro de la ciudad pidiendo a la población con altavoces en mano que cumpla la cuarentena.
Gustavo Fernando Jimenez
El Deber
Luego de una inusual y muy ajetreada jornada en centros populares de abastecimiento y en los supermercados, desde las 16:00 la actividad en el país se fue desacelerando quedando paralizada prácticamente en su totalidad. Las medidas asumidas por el Gobierno central fueron acatadas en cada rincón del país.
Luego de 21 días de paro en octubre, tras las elecciones que fueron anuladas, Santa Cruz, la locomotora de la economía boliviana apagó este miércoles sus motores por segunda vez en menos de seis meses. De esta manera el dinamismo que caracteriza a este departamento contrastaban con las calles y avenidas desoladas en la capital.
“Es cierto, estamos golpeados, pero entendemos que hay que hacer un sacrificio por la salud de la población”, señalaba ayer martes, Fernando Medina, presidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz.
La Policía y las Fuerzas Armadas salieron a las calles desde las 16:00, con el objetivo de hacer cumplir el Decreto Supremo de Emergencia Sanitaria presentado ayer miércoles por el gobierno de Jeanine Áñez; sin embargo, no fue necesaria ninguna medida disuasiva. Una muestra de ello, fueron los buses del transporte público que a esa hora lucían repletos, con la población acudiendo a sus hogares.
“La Policía y las Fuerzas Armadas harán cumplir de manera estricta el cumplimiento de la ley para garantizar la salud y la vida de los bolivianos y bolivianas”, señalaba Arturo Murillo, ministro de Gobierno, en una conferencia donde explicó los detalles del decreto gubernamental.
Hasta los camposantos acataron la medida. A las 14:00 el cementerio El Pajonal ya se encontraba cerrado.
En la sede de Gobierno, La Paz, la situación no fue diferente. La avenida 16 de Julio, una de las principales vías donde se encuentran cines, restaurantes, bazares y otros negocios estaba todo cerrado.
Lo mismo ocurría en otras zonas más alejadas del centro. En Villa Fátima y en la Plaza Villarroel, la tranquilidad dominaba el escenario.
En Oruro, donde se cumple una cuarentena determinada por el Gobierno nacional, la Policía se movilizó a las esquinas en el centro de la ciudad pidiendo a la población con altavoces en mano que cumpla la cuarentena.