Cientos de bolivianos, en un interminable camino a casa

La Paz, Página Siete
Con trajes especiales, múltiples desinfecciones y en un vuelo solidario, 72 bolivianos lograron llegar desde Lima a Bolivia, superando el cierre de fronteras. Pero en Europa, Asia y Norteamérica aún hay cientos de compatriotas que no pueden regresar, entre ellos un elenco de jóvenes músicos y una delegación universitaria. Algunos ni siquiera tienen una embajada para acudir. Para ellos el camino de regreso a casa se vuelve interminable.


La Orquesta en Europa


En Alemania, están varados 25 músicos de Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos (OEIN). Durante la crisis, los alberga en la Academia de Música de la ciudad de Rheinsberg.

“Este lugar en otras circunstancias sería bastante agradable, pero nuestro deseo es volver a casa, con nuestras familias”, dice el director de la orquesta, Carlos Gutiérrez. Aclara que nos les falta nada, pero están conscientes que no pueden quedarse demasiado tiempo.

Los miembros de la orquesta, que renueva la música nativa desde hace 40 años, planeaban realizar una serie de conciertos que incluirían estrenos en el marco del Festival Maerz Musik 2020. Llegaron a Alemania el 10 de marzo y al día siguiente se enteraron que los conciertos que tenían programados para el 20 y 22 de marzo en el país germano habían sido cancelados.

“Una de las prioridades para el grupo es mantenernos con buen ánimo, así que hemos ideado una serie actividades con gente de la orquesta. Algunos tienen experiencia, por ejemplo, en ejercitación física, teatro, moseñadas, alemán y análisis musical”, cuenta el director.

Gutiérrez tiene 37 años, es el mayor del grupo. El promedio de edad del resto es de 20 a 22 años, uno tiene 16. “Cuando podíamos salir, llamábamos la atención en el pueblo porque siempre estábamos riendo y divirtiéndonos. Ya nos conocían por alegres”, cuenta.

El vuelo que debía traerlos el 21 se canceló. No hubo tiempo para hacer la desinfección del avión, les explicaron. El Ministerio de Relaciones Internacionales de Bolivia los mantiene informados pero no es suficiente

Mediante un comunicado, los músicos de la OEIN solicitaron que el Ministerio de Planificación desembolse el dinero comprometido por el proyecto que hicieron en el Programa de Intervenciones Urbanas (PIU). Usarían ese dinero para cubrir cualquier eventualidad, como el traslado a otro país.


Están a la espera de buenas noticias. “Si bien acá estamos con un seguro médico y este gobierno (alemán) está mejor preparado, también tiene muchos casos de Covid-19. En Bolivia está muy complicado, pero estar allí es estar en casa”, dice Gutiérrez.

Pero no quieren exponer a nadie ni exponerse. En las últimas horas se habló de un vuelo solidario en los próximos 10 días se organiza un vuelo solidario, sin embargo, la posibilidad de regreso está cerrada al menos hasta el 15 de abril.

Delegación de la UMSA en México

Una delegación de la Universidad Mayor de San Andrés no puede salir de en México. Son siete personas, dos estudiantes y un docente, que viajaron el 13 de marzo en representación de la carrera de Bibliotecología Ciencias de la Información; y otras cuatro que les acompañaron, a un evento académico.

La UMSA paró sus actividades el 12 de marzo. Según la decana de humanidades María Eugenia Pareja, el director de carrera de Bibliotecolegía, Freddy Maidana, advirtió a la delegación que no le parecía correcto el viaje, pero ellos decidieron ir.

“Se debe tomar en cuenta que para el 12, a las cinco de la tarde ellos ya habían comprado pasajes, tenían la inscripción y todo. Además, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) los estaba convocando”, comentó la decana.

Cuando las autoridades universitarias “se enteraron” de que la delación había realizado el viaje, convocaron un Consejo Facultativo y se contactaron con el encargado de Negocios de Bolivia en México, Julio Aliaga.


En entrevista con Página Siete, Aliaga informó que hay más casos de compatriotas varados en ese país. “Existen casi 60 bolivianos que quieren retornar a Bolivia y no pueden. Son turistas que estaban de vacaciones, celebrando algo o en luna de miel; otros grupos de trabajo o bien de estudios, que vinieron a México por poco tiempo. Finalmente, hay estudiantes que quieren regresar”, apuntó.

No pueden retornar porque todo contacto con América del Sur está suprimido. Además, los aeropuertos bolivianos están cerrados.

Aliaga explicó que esos compatriotas deben permanecer en México. Aseguró que los bolivianos que tenían más necesidades ya han sido auxiliados por la embajada.

“Están garantizadas las condiciones para que todos. Puedan acceder a un mínimo de comida. Hay quienes tienen dinero como para solventar su estadía, otros han encontrado por si mismos algún familiar o amigos que los cobije”, refirió.

Sin embajada en Malasia

Desde Malasia, en la ciudad de Perak al norte de la capital Kuala Lumpur, Grisel Jimenez Soto se empeña en volver a Bolivia, pero no sabe cómo. Los vuelos se cancelas y no hay embajada boliviana en ese país.

“Vivo en Malasia desde inicios de 2019, como investigadora y mi empleador me ha recomendado regresar a mi país, dado el pronóstico de infección. que se espera en un par de semanas. Sin embargo, por las conexiones debo pasar el foco de infección que ahora es Kuala Lumpur. No sería una buena decisión”, contó.


Jiménez se contactó con el Ministerio de Relaciones Internacionales para analizar sus opciones. Está preocupada porque el pronóstico de contagios para Malasia es de 20.000 infectados.


Ximena Galarza y 71 bolivianos en cuarentena total

Tras recibir el reconocimiento “Mujeres Coraje” en Estados Unidos, la periodista Ximena Galarza, vive una cuarentena total en La Paz, al igual que otros 71 bolivianos que llegaron desde Lima. En una entrevista por teléfono cuenta a Página Siete la odisea de regresar. Su voz resignada hace eco en cuarto vacío en el que estará sola por semanas.

“Cuando comenzó a complicarse la situación, el departamento de Estado estadounidense tomó todos los recaudos para prevenir contagios. No estuvimos en multitudes y para partir de Los ángeles a Miami seguimos un protocolo de seguridad sanitaria.

La experiencia de cuarentena inició en Lima, incluso antes de la sala de preembarque. Para entrar a la manga de Boa, ya estaban esperándonos personal de cancillería, con equipos especiales. Todas nuestras maletas, equipaje de mano fueron desinfectados. También cada uno de nosotros.

Para los zapatos tenían trapos con lavandina. Para el rostro y las manos, alcohol. Nos pusieron el mismo traje que ellos tenían que cubría absolutamente todo desde los zapatos hasta la cara. Teníamos guantes, barbijos y sólo así recién pudimos ingresar al avión.

Cuando el avión llegó al aeropuerto TAM, las personas salieron en grupos de tres y eran interrogados por funcionarios del Ministerio de Salud. En Bolivia nos hemos encontrado con un protocolo de primer mundo.

Nos sacábamos todo ese traje y volvíamos a lavarnos las manos con alcohol en gel. Salimos para subir a un bus desinfectado. Nuestro equipaje de mano volvió a ser fumigados.

Tras un último protocolo de seguridad, alojaron a los viajeros en habitaciones. Algunos están con sus familias.

Lo que más quisiera es estar con mis hijos, pero por amor a ellos debo cumplir estos protocolos. No quiero que le pase nada a ellos”, relata. Y recomienda a la población cumplir la cuarentena.

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