Bolivia: fuego cruzado entre los candidatos que quieren entrar al balotaje con el MAS de Evo Morales

A dos meses de la elección presidencial, recrudecen las críticas entre Carlos Mesa, Jeanine Áñez y Luis Fernando Camacho y sus compañeros de binomio

Tuffí Aré Vásquez
Desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
Un ataque de ida y vuelta entre los principales candidatos que confrontarán con el MAS de Evo Morales ha dominado los últimos días de la campaña electoral, a menos de dos meses de la votación en Bolivia. Mientras arrecian las críticas y las réplicas entre los candidatos Carlos Mesa, Samuel Doria Medina, acompañante de binomio de la presidenta Jeanine Añez, Luis Fernando Camacho y su dupla Marcos Pumari, la campaña del presidenciable del MAS, Luis Arce, primero en las encuestas, se muestra por ahora más cómoda y tranquila.


El primero en golpear a la candidata y presidenta de la transición, Jeanine Añez, en la última semana fue el presidenciable de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa. “Venimos de un fraude y podemos entrar a otro. El fraude también es comprometerse con algo y no cumplir”, dijo Mesa, a tiempo de cuestionar lo que considera uso de recursos del Estado con fines políticos, que es lo que más le critican ahora a la candidata de la alianza Juntos.

La réplica no tardó en llegar mediante un tuit de Samuel Doria Medina, candidato a la vicepresidencia por Juntos. “Qué lástima que un candidato como Carlos Mesa haya decidido hacer campaña con insultos a la Presidenta y Juntos. Esperábamos más altura y más seriedad y no la guerra sucia”, tuiteó.

De inmediato también la dupla de Mesa, el abogado Gustavo Pedraza, también respondió mediante su cuenta de Twitter. “Qué lástima que estén incurriendo en las mismas actitudes que tanto se criticaron al MAS. No es guerra sucia decir la verdad. El fraude es también la falsedad, la incoherencia y el abuso”, expresó.

A Pedraza le tocó también el reproche por parte de Unidad Nacional, el partido de Doria Medina. “Exigimos a Gustavo Pedraza que pare la guerra sucia. No es así como debe hacerse política. La gente no quiere insultos sino propuestas”.

No sólo Juntos y CC, las dos alianzas que disputan palmo a palmo el segundo lugar en las encuestas, se han enfrascado en la disputa mediática.También el candidato presidencial por Creemos, Luis Fernando Camacho, y su compañero aspirante a la vicepresidencia, Marcos Pumari,se han enfrentado al vicepresidenciable de Juntos. “Samuel Doria Medina no cree en el poder de nuestra gente. Por eso propone más de lo mismo: privatizar las empresas estatales para que siga la corrupción. Nosotros No vamos a privatizar. Vamos a trabajar para volverlas productivas por el desarrollo de los bolivianos”, tuiteó Camacho.

La réplica de Doria Medina no tardó en llegar. “Camacho está tratando de salvar su campaña usando las mismas mentiras del MAS en contra mía. Guerra sucia e indigna. El único privatizador es él”, sostuvo. En la disputa por Twitter también se metió el vicepresidenciable que acompaña a Camacho.”Doria Medina. ¿Cómo quieres ocupar el lugar más importante del Organo Legislativo? Un hombre sin palabra no puede dirigir las leyes del país. Déjame recordarte tus palabras: No más empresas públicas”, tuiteó Marco Pumari.

A propósito de la polémica por la visión sobre las privatizaciones de las empresas públicas y que apunta a su persona, como ex ministro que encabezó hace años un proceso de trasferencias de entidades estatales, Doria Medina dijo que le llama la atención que le hacen ahora los mismos ataques que le hicieron en los 14 años del anterior Gobierno. “Me acusan de privatizador, pero sería bueno que Camacho vaya a la ciudad de Montero y vea los resultados del ingenio azucarero Guabirá, una de las empresas ahora más exitosas. Por otra parte, Carlos Mesa ha tenido que desmentir un ataque a la señora presidenta. Hablar de fraude es guerra sucia y él se quejó de eso en la anterior elección.

Los ataques y réplicas entre los propios rivales del MAS han incluido dos denuncias de la alianza Creemos contra Juntos, de la presidenta Añez, ante el Tribunal Electoral. La organización de Camacho observó un spot televisivo sobre gestión de Gobierno con el logotipo de la agrupación del oficialismo y denunció que una candidata a diputada entregó camisetas y trofeos con el logotipo de la Gobernación de Santa Cruz.

También el candidato a la presidencia por el Frente Para la Victoria, el surcoreano Chi Hyung, ha cuestionado en las redes sociales el supuesto uso de bienes públicos en la campaña de la Presidenta.

Candidatos buscan diferenciarse

Para el periodista y analista Andrés Gómez, el ataque entre sí entre los candidatos opositores al MAS obedece a que se parecen tanto que buscan diferenciarse. “Siguen ese libreto porque buscan diferenciarse ante un electorado que ve a todos iguales. La descalificación y la falacia ad hominem han sido las vías más usadas para inducir a pensar al elector que uno es diferente al otro. Pero deduzco que estas viejas prácticas y ataques hacen que el elector los perciba más iguales aún. No tocan al MAS porque tienen la ilusión de arañar algunos votos de gente que puede cambiar su voto. También lo hacen porque saben que un ataque sirve al MAS para victimizarse”, explicó.

De su parte, el analista de la Universidad René Moreno, Daniel Valverde, opinó que las disputa por el segundo lugar entre los contrarios a Evo Morales tiende a ser encarnizada y se comienzan a insinuar agresiones entre los candidatos que tienen posibilidades de alcanzar la segunda vuelta. “Sin embargo, adjetivar sin proponer puede tener un efecto búmerang. El MAS ha logrado reacondicionar su voto fundamentalmente identitario, diseminado en áreas rurales, sectores indígenas y populares, con la posibilidad de que marcando cierta distancia de los anteriores gobernantes, pueda crecer algunos puntos extras a lo que les da las encuestas. Hasta ahora la campaña es intrascendente y hay una ausencia de una narrativa política que entusiasme y movilice al votante. Diariamente se ha ido develando la improvisación e inconsistencia de candidatos y sus organizaciones”, explicó.

Para el también analista político Luis Andia, la estrategia del MAS ha sido la de mantener su voto duro, que está en un 30 por ciento, y la ha cumplido en una gran medida. “Los otros partidos lo han ayudado mucho, por el debate que se armó sobre la habilitación de Evo Morales y por esa especie de aparente ensañamiento con dirigentes del MAS que hace que el efecto sea búmeran y que el voto duro se consolide más. Con la dispersión nada raro que el MAS avance unos puntos y entre a la zona de un posible triunfo en primera vuelta. Los cruces entre los segundos no es guerra sucia, es información enfrentada. Mesa ha tratado esta semana de ir marcando el ritmo del debate electoral con una frase fuerte como la de fraude, tratando de hacer ver que la actual presidenta se parece al anterior”, sostuvo.

El MAS recurre a su electorado

Mientras los adversarios de Evo Morales se enfrentan entre sí en la campaña y han dejado de enfocarse en el candidato del MAS, Luis Arce ha centrado sus actividades proselitistas en los mitines con sus seguidores y proclamaciones en actos de sus aspirantes al Legislativo.

La presencia de Arce y su compañero de binomio, David Choquehuanca, es imperceptible en los medios de comunicación y se limita a mensajes en las redes sociales. Evo Morales tiene intervenciones frecuentes en medios de Argentina y en sus cuentas de Facebook y de Twitter.

El MAS ha mantenido como estrategia sostener que Morales sigue habilitado como candidato a senador, pese a que el TSE dispuso lo contrario.

También el partido de Evo Morales ha centrado su accionar en la búsqueda de que algunos disidentes y ex aliados vuelvan a sus filas para la campaña.

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