Bielorrusia a contracorriente, el fútbol y la vida siguen casi con normalidad

Bielorrusia, Agencias
Bielorrusia, un país único en muchos sentidos, está siguiendo un camino muy diferente al del resto de Europa y sus vecinos más cercanos: Rusia y Ucrania. La liga de fútbol continúa con normalidad, los restaurantes están abiertos y el presidente del país califica la crisis del coronavirus como "una psicosis". Bielorrusia es una excepción en Europa y sigue negándose a parar el país en la lucha contra el Covid-19.
Oficialmente apenas se han registrado 88 casos del nuevo coronavirus en esta exrepública soviética limítrofe con la Unión Europea. De ellos, ninguno con resultado de muerte.


Mientras Ucrania está a punto de declarar el estado de emergencia, y Rusia ha cerrado escuelas, cancelado eventos masivos y prohibido todos los vuelos de entrada y salida, en Bielorrusia todo sigue como siempre.

Las fronteras están abiertas, la gente sigue yendo a trabajar y no hay compras de pánico de papel higiénico.

El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, dice su país no necesita tomar ninguna medida de precaución para contener la propagación del coronavirus. "Estas cosas pasan. ¡Lo más importante es no entrar en pánico!", destacó el martes por la mañana durante una reunión con el embajador chino en Minsk.

Este controvertido líder, que ha acostumbrado a excesos verbales, había llamado antes a los nueve millones y medio de habitantes del país a continuar trabajando, a seguir acudiendo a cultivar los campos o a conducir tractores -unos vehículos que el país produce en masa-. "El tractor cura a todo el mundo", afirma.


La liga bielorrusa, único campeonato de fútbol de su nivel que continúa en curso, es un símbolo de este espíritu contracorriente que vive el país en esta crisis inédita. Además, el país no ha cerrado ni cines ni teatros, y tampoco ha prohibido los eventos masivos.

Las únicas medidas que se han tomado en torno a esa liga son las cámaras térmicas que verifican la posible fiebre de los espectadores en la entrada de los estadios, que son además desinfectados dos veces cada día.

La desconocida para muchos Vysshaya Liga ha adquirido por lo tanto una relevancia y un protagonismo hasta ahora nunca vistos.

La televisión pública rusa Match TV ha comprado los derechos de retransmisión y la exestrella del fútbol bielorruso Alexander Hleb dejó caer en declaraciones a la prensa alemana una oferta para que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo acudieran allí a jugar.

La capital del país, Minsk, está más en calma en los últimos días. A los mayores de 65 años se les ha invitado a quedarse en casa y los alumnos tienen autorización para no acudir a sus clases.

En las horas punta, el metro no está lleno y numerosas empresas del país han optado por el teletrabajo.

Pero los bares, cafeterías y tiendas continúan abiertos, sin consignas especiales para sus clientes. Ivan, empleado de una empresa de nuevas tecnologías, está en teletrabajo desde hace tres semanas y explica a la AFP que cada tarde se reúne con sus amigos "en el gimnasio o en una cafetería".


Las autoridades justifican estas medidas suaves explicando que los infectados se encuentran en estricto confinamiento.

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