Bale planifica un futuro sin fútbol

El galés inaugura su segundo bar restaurante en el que habrá hueco para el golf, su desaforada pasión. "No voy a jugar al fútbol siempre", ha declarado en Wales Online.

Sergio Gómez
As
Gareth Bale lleva sin jugar con el Real Madrid desde el 26 de febrero contra el Manchester City (sólo 15 minutos), pero fuera del campo sí tiene más actividad. El galés, como Cristiano con sus hoteles o Piqué con la Davis, ya planifica su futuro cuando deje el fútbol y éste parece estar encaminado hacia el golf (su desaforada pasión por este deporte es conocida) y el sector de la restauración. Va a inaugurar su segundo bar restaurante, el Par 59 (ya cuenta con el Eleven’s), en el que estarán presentes dos de los tres componentes de aquel famoso eslógan ‘Gales, Golf. Madrid’. El local se abrirá en el centro de Cardiff y contará con un mini-golf. "Siempre me enfoqué en mi fútbol y no bebía, así que nunca salí demasiado. Por eso creo que al tener estos negocios, como el Par 59, puedes socializar con personas a las que les gusta salir. Reúne a todos y les da a todos la opción de divertirse en una salida nocturna. Eso es lo que estamos intentando, reunir a todos, les guste beber o no, o si simplemente les gusta jugar al golf", dijo a Wales Online.


Bale anticipa más movimientos como este que forman parte de un plan pensado para cuando se retire (tiene 30 años). "No voy a jugar fútbol para siempre, así que estamos interesados en hacer este tipo de cosas, especialmente en Gales, ya que queremos que Cardiff, donde nací, crezca tanto como podamos”. El pasado mes de octubre, en una entrevista en The Telegraph, Bale ya reconoció que piensa en los proyectos a llevar a cabo cuando cuelgue las botas: “Estoy en un momento de mi carrera en el que necesito pensar en más cosas que no sean el fútbol, la retirada será muy larga. No había pensado mucho en ello. Pero tengo 30 años y tienes que ponerle atención. Estoy intentando ocuparme de las cosas, mejor que quedarme sentado en el sofá“. "Mi retiro me lo imagino en un campo de golf", dijo.

Su obsesión por este deporte le ha creado más de un problema en el Real Madrid. Llegó a irse a jugar cuando arrastraba unas molestias o mientras sus compañeros perdían este verano en Múnich. Además, muchas voces médicas le han desaconsejado un exceso de actividad en este sentido por sus problemas de espalda. En el vestuario bromean con esta afición de Bale e incluso le ‘bautizaron’ como The Golfer (el golfista). Tal es su amor por el golf que tiene instalado un simulador de última generación en su mansión de La Finca para practicar en sus ratos libres y mandó construir un mini-campo de golf de tres hoyos (uno de ellos imitando el mítico hoyo número 11 de Augusta) en el terreno que circunda la casa que posee en Gales. Ahora va a combinar esa pasión por el golf con sus negocios de restauración.

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