Amadeo - Yashin: las dos glorias del arco que se fueron el mismo día

Las vueltas de la vida llevaron a que Carrizo falleciera exactamente 30 años más tarde que el arquero ruso, su gran ídolo. Una coincidencia del destino.

Olé
Hasta el año pasado, en la Argentina, el 12 de junio era considerado el Día del Arquero, en honor al gran Amadeo Carrizo. Sin embargo, a la luz de los acontecimientos, también podría ser rebautizado este viernes 20 de marzo. El ídolo de River, quien dejó este mundo esta mañana a los 93 años, y Lev Yashin, dos de los mejores y más representativos guardametas de la historia del fútbol murieron en esta fecha con diferencia exacta de 30 años. Un gesto poético del destino.


El ruso Yashin, como Carrizo, fue un pionero en su puesto y se trata de el único arquero que logró ganar el Balón de Oro. Murió en 1990, a causa de un cáncer de estómago, y su historia estuvo vinculada con la del gran Amadeo.

Se admiraban el uno al otro y la historia cuenta que Amadeo lo imitó en el uso de los guantes para atajar, algo que no se acostumbraba por aquellos años: el ruso fue el primero en hacerlo a nivel mundial y Carrizo el pionero en la Argentina.

Las vueltas de la vida los juntaron en Lima en 1969, cuando coincidieron en un amistoso jugado entre Alianza Lima, donde Amadeo disputó sólo dos partidos, y el Dínamo de Moscú, club en el que Yashin brillaba cada fin de semana. Finalizado el encuentro, el europeo le regaló los guantes al argentino. “Fue algo casual pero que tuvo gran importancia para mí”, supo decir el ídolo riverplatense.

Si bien Carrizo defendió el arco de Millonarios de Colombia, su vínculo y su corazón estuvo siempre arraigado a River. Allí vistió la camiseta en 551 oportunidades y levantó diez títulos entre 1945 y 1968, cuando abandonó la institución. En ese sentido, la Araña Negra -como se lo conoció al soviético por sus acrobacias para lucirse en el arco- representó únicamente los colores del Dínamo en sus 22 años de carrera.

Pero lo que realmente emparentó a los dos fue la manera innovadora que tenían al momento de jugar. A diferencia de la mayoría de los arqueros de ese entonces, tanto Carrizo como Yashin dejaron de habitar el arco a la espera de los disparos rivales e implementaron la función de líbero o arquero volante. En consecuencia, hicieron característico el juego con los pies y la destreza para cubrir los espacios mientras sus compañeros atacaban en búsqueda del gol. Y ni hablar de la capacidad que tenían para salir a cortar los centros que bombardeaban el área. Sin dudas, unos avanzados en la materia.

El fútbol está de luto por el reciente fallecimiento de Carrizo y todo el mundo llora su pérdida. Mientras tanto, ambas leyendas se encontrarán en el cielo para rememorar sus tardes de gloria.

Entradas populares