Un enorme Cristiano no evita otra derrota
El exmadridista se convirtió en el único bianconero en encadenar diez jornadas seguidas marcando goles, pero la Juventus cayó por segunda vez consecutiva lejos de Turín ante un enorme Verona, que remontó con Borini y Pazzini.
Mirko Calemme
As
Cristiano fue la única buena noticia de la Juventus en una noche para olvidar: el exmadridista se convirtió en el primer bianconero en encadenar diez jornadas seguidas marcando goles, tiene a tiro el histórico récord de Batistuta y Quagliarella (11) y ha firmado 17 dianas en los últimos 13 enfrentamientos. Su golazo, sin embargo, no pudo evitar la derrota en el estadio de un enorme Verona, que mereció triunfar.
El equipo de Juric, recién ascendido, está viviendo una temporada maravillosa: marcha sexto, en la ida ya hizo sufrir a la Vecchia Signora, y en las últimas dos jornadas empató en las complicadas visitas a Milán y Lazio. En los primeros 20 minutos hizo un monólogo interrumpido únicamente por un gran contragolpe de Douglas Costa que hizo temblar el travesaño con el latigazo. El 1-0, merecidísimo, lo consiguió Kumbulla con un testarazo tras un lanzamiento de falta de Veloso. Mientras los gialloblú celebraban el gol, sin embargo, el VAR avisó al colegiado de un fuera de juego que, por cuestión de centímetros, canceló el tanto del marcador.
El susto despertó al campeón de Italia y, sobre todo, a la bestia. Cristiano Ronaldo confirmó su increíble estado de forma creando peligro tras peligro: antes del descanso rozó el gol tres veces, golpeando el poste en una de esas, y en el comienzo de la segunda parte, cuando Sarri sustituyó a Higuaín con Dybala, recogió los frutos.
El luso recibió el balón en el mediocampo, lo cedió a la Joya que se lo devolvió en profundidad, y con una imparable carrera se deshizo de Rrahmani, abriendo la lata con un derechazo cruzado. Cuando todo parecía ponerse cuesta abajo, los bianconeri, inesperadamente, desaparecieron: Borini puso las tablas aprovechando un fallo de Pjanic delante del área, Kumbulla golpeó el larguero con un testarazo y, luego, forzó un penalti con otro cabezazo que Bonucci tocó con el brazo en plena área. Pazzini firmó la sentencia desde los once metros, completando la remontada: la Juve cayó por segunda vez consecutiva lejos de Turín y, este domingo, Inter y Lazio pueden poner la pelea por el scudetto al rojo vivo.
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Cristiano fue la única buena noticia de la Juventus en una noche para olvidar: el exmadridista se convirtió en el primer bianconero en encadenar diez jornadas seguidas marcando goles, tiene a tiro el histórico récord de Batistuta y Quagliarella (11) y ha firmado 17 dianas en los últimos 13 enfrentamientos. Su golazo, sin embargo, no pudo evitar la derrota en el estadio de un enorme Verona, que mereció triunfar.
El equipo de Juric, recién ascendido, está viviendo una temporada maravillosa: marcha sexto, en la ida ya hizo sufrir a la Vecchia Signora, y en las últimas dos jornadas empató en las complicadas visitas a Milán y Lazio. En los primeros 20 minutos hizo un monólogo interrumpido únicamente por un gran contragolpe de Douglas Costa que hizo temblar el travesaño con el latigazo. El 1-0, merecidísimo, lo consiguió Kumbulla con un testarazo tras un lanzamiento de falta de Veloso. Mientras los gialloblú celebraban el gol, sin embargo, el VAR avisó al colegiado de un fuera de juego que, por cuestión de centímetros, canceló el tanto del marcador.
El susto despertó al campeón de Italia y, sobre todo, a la bestia. Cristiano Ronaldo confirmó su increíble estado de forma creando peligro tras peligro: antes del descanso rozó el gol tres veces, golpeando el poste en una de esas, y en el comienzo de la segunda parte, cuando Sarri sustituyó a Higuaín con Dybala, recogió los frutos.
El luso recibió el balón en el mediocampo, lo cedió a la Joya que se lo devolvió en profundidad, y con una imparable carrera se deshizo de Rrahmani, abriendo la lata con un derechazo cruzado. Cuando todo parecía ponerse cuesta abajo, los bianconeri, inesperadamente, desaparecieron: Borini puso las tablas aprovechando un fallo de Pjanic delante del área, Kumbulla golpeó el larguero con un testarazo y, luego, forzó un penalti con otro cabezazo que Bonucci tocó con el brazo en plena área. Pazzini firmó la sentencia desde los once metros, completando la remontada: la Juve cayó por segunda vez consecutiva lejos de Turín y, este domingo, Inter y Lazio pueden poner la pelea por el scudetto al rojo vivo.
