Trump persiste en su interferencia al sistema judicial de Estados Unidos
El presidente ataca ahora a la presidenta del jurado que condenó a su amigo y exasesor Roger Stone por el caso de la interferencia rusa en las elecciones de 2016
Yolanda Monge
Washington, El País
Una semana después de salir absuelto en el Senado en el impeachment, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redobla su ofensiva para interferir en el sistema judicial. El mandatario criticó abiertamente la pena de cárcel pedida por la Fiscalía para su amigo y exasesor Roger Stone, declarado culpable por mentir en la investigación de la trama rusa. El ataque presidencial contra la independencia judicial llevó el martes a dimitir a cuatro fiscales. Además, Trump ha criticado este jueves también al jurado del caso. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, le acusó de nuevo de “abuso de poder”.
Desde el caso Watergate, que acabó con el expresidente Richard Nixon, la Casa Blanca se ha cuidado mucho de cualquier injerencia política en el Departamento de Justicia. Trump, crecido tras la absolución en el juicio político por abuso de poder y obstrucción en el escándalo de Ucrania, ha embestido en los últimos días contra los protagonistas del juicio contra su amigo y exasesor político Roger Stone.
Tras retar de forma abierta a la juez y los fiscales del caso contra Roger Stone, amigo íntimo del mandatario y declarado culpable de obstruir y mentir en la investigación del Congreso sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016, el presidente de Estados Unidos criticó este jueves a una miembro del jurado que condenó al exasesor del mandatario.
Trump sugirió que la presidenta del jurado que culpó a Stone tenía “un sesgo tendencioso” en su contra. Recurriendo a su narrativa amenazante en Twitter, el mandatario escribió: “Eso se añade a todo lo anterior, y esto no pinta bien para el departamento de ‘Justicia”. Trump se encargó de poner unas comillas como menosprecio y duda hacia esa palabra.
El comentario de Trump llegaba después de que la presidenta del jurado de Stone hiciera pública su identidad. Tomeka Hart escribía en su página de Facebook que no podía mantenerse en silencio por más tiempo al ver cómo el Departamento de Justicia se esforzaba en lograr una condena menos severa para Stone que los entre siete y nueve años recomendados por los fiscales. Al hilo del caso concreto de intromisión en el proceso de Roger Stone, otros fiscales de la nación se han mostrado preocupados y temen si lo sucedido esta semana se convertirá en norma.
Lo sucedido ha ocurrido después de anunciarse que la Fiscalía pedía entre siete y nueve años de prisión para Stone, el presidente desató, en la madrugada del martes, toda su furia contra la judicatura a través de Twitter, asegurando que la condena sugerida era “una situación horrible”. “Los verdaderos crímenes estuvieron al otro lado. No se puede permitir este fallo judicial”, escribió Trump en un tuit que contenía un enlace a la noticia sobre la pena.
El nuevo escándalo ocurrió cuando tras las críticas presidenciales, el Departamento de Justicia, al frente del cual se encuentra William Barr, anunció su reconsideración de la pena para rebajarla. Aaron Zelinsky, Jonathan Kravis, Adam Jed y Michael Marando comunicaron su abandono del proceso y uno de ellos informó de su retirada de la judicatura. Trump criticaba también a la juez del caso, Amy Berman Jackson, que debe dictar sentencia contra Stone el próximo 20 de febrero.
Sin embargo, entre tanto reproche, Trump elogiaba el miércoles una intervención, la del fiscal general para obtener una sentencia menor para su amigo y exasesor. “Felicitaciones al fiscal general William Barr por hacerse cargo de un caso que estaba totalmente fuera de control", escribió Trump, de nuevo en Twitter. La decisión del Departamento de Justicia despertó nuevas acusaciones de abuso de poder contra Trump, una semana después de que el Senado lo absolviera en un juicio político derivado del escándalo ucraniano.
El presidente de EE UU negó haber interferido en la revocación de la recomendación del fallo y mantenía su inocencia asegurando que los tuits que escribió no equivalían a ninguna interferencia política a la vez que insistía en calificar la sanción contra Stone de “vergüenza para nuestro país”. “Deberían de volver a la escuela y aprender”, dijo en referencia a los fiscales.
Ahora, y tras un año negándose a comparecer, el fiscal general Barr testificará el 31 de marzo ante el Congreso, en medio de las acusaciones de que ha inclinado la balanza del Departamento de Justicia para ayudar políticamente al presidente Trump.
La respuesta a la redoblada interferencia en el sistema judicial por parte de Trump propició una rotunda declaración de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la mujer que condujo al presidente al impeachment. Para Pelosi, el país se encuentra ante un nuevo “abuso de poder” por parte del mandatario que debe de ser investigado por el Congreso.
“El presidente está otra vez intentando manipular la ejecución de la ley para servir a sus intereses políticos”, dijo Pelosi. “El presidente es lo que es, cree que está por encima de la ley y no tiene ningún respeto por ella”, declaró la demócrata. A continuación, la tercera autoridad de la nación concluía cuestionándose: “¿Dónde están los republicanos que digan en voz alta que esto es una descarada violación del estado de derecho?”.
Yolanda Monge
Washington, El País
Una semana después de salir absuelto en el Senado en el impeachment, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redobla su ofensiva para interferir en el sistema judicial. El mandatario criticó abiertamente la pena de cárcel pedida por la Fiscalía para su amigo y exasesor Roger Stone, declarado culpable por mentir en la investigación de la trama rusa. El ataque presidencial contra la independencia judicial llevó el martes a dimitir a cuatro fiscales. Además, Trump ha criticado este jueves también al jurado del caso. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, le acusó de nuevo de “abuso de poder”.
Desde el caso Watergate, que acabó con el expresidente Richard Nixon, la Casa Blanca se ha cuidado mucho de cualquier injerencia política en el Departamento de Justicia. Trump, crecido tras la absolución en el juicio político por abuso de poder y obstrucción en el escándalo de Ucrania, ha embestido en los últimos días contra los protagonistas del juicio contra su amigo y exasesor político Roger Stone.
Tras retar de forma abierta a la juez y los fiscales del caso contra Roger Stone, amigo íntimo del mandatario y declarado culpable de obstruir y mentir en la investigación del Congreso sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016, el presidente de Estados Unidos criticó este jueves a una miembro del jurado que condenó al exasesor del mandatario.
Trump sugirió que la presidenta del jurado que culpó a Stone tenía “un sesgo tendencioso” en su contra. Recurriendo a su narrativa amenazante en Twitter, el mandatario escribió: “Eso se añade a todo lo anterior, y esto no pinta bien para el departamento de ‘Justicia”. Trump se encargó de poner unas comillas como menosprecio y duda hacia esa palabra.
El comentario de Trump llegaba después de que la presidenta del jurado de Stone hiciera pública su identidad. Tomeka Hart escribía en su página de Facebook que no podía mantenerse en silencio por más tiempo al ver cómo el Departamento de Justicia se esforzaba en lograr una condena menos severa para Stone que los entre siete y nueve años recomendados por los fiscales. Al hilo del caso concreto de intromisión en el proceso de Roger Stone, otros fiscales de la nación se han mostrado preocupados y temen si lo sucedido esta semana se convertirá en norma.
Lo sucedido ha ocurrido después de anunciarse que la Fiscalía pedía entre siete y nueve años de prisión para Stone, el presidente desató, en la madrugada del martes, toda su furia contra la judicatura a través de Twitter, asegurando que la condena sugerida era “una situación horrible”. “Los verdaderos crímenes estuvieron al otro lado. No se puede permitir este fallo judicial”, escribió Trump en un tuit que contenía un enlace a la noticia sobre la pena.
El nuevo escándalo ocurrió cuando tras las críticas presidenciales, el Departamento de Justicia, al frente del cual se encuentra William Barr, anunció su reconsideración de la pena para rebajarla. Aaron Zelinsky, Jonathan Kravis, Adam Jed y Michael Marando comunicaron su abandono del proceso y uno de ellos informó de su retirada de la judicatura. Trump criticaba también a la juez del caso, Amy Berman Jackson, que debe dictar sentencia contra Stone el próximo 20 de febrero.
Sin embargo, entre tanto reproche, Trump elogiaba el miércoles una intervención, la del fiscal general para obtener una sentencia menor para su amigo y exasesor. “Felicitaciones al fiscal general William Barr por hacerse cargo de un caso que estaba totalmente fuera de control", escribió Trump, de nuevo en Twitter. La decisión del Departamento de Justicia despertó nuevas acusaciones de abuso de poder contra Trump, una semana después de que el Senado lo absolviera en un juicio político derivado del escándalo ucraniano.
El presidente de EE UU negó haber interferido en la revocación de la recomendación del fallo y mantenía su inocencia asegurando que los tuits que escribió no equivalían a ninguna interferencia política a la vez que insistía en calificar la sanción contra Stone de “vergüenza para nuestro país”. “Deberían de volver a la escuela y aprender”, dijo en referencia a los fiscales.
Ahora, y tras un año negándose a comparecer, el fiscal general Barr testificará el 31 de marzo ante el Congreso, en medio de las acusaciones de que ha inclinado la balanza del Departamento de Justicia para ayudar políticamente al presidente Trump.
La respuesta a la redoblada interferencia en el sistema judicial por parte de Trump propició una rotunda declaración de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la mujer que condujo al presidente al impeachment. Para Pelosi, el país se encuentra ante un nuevo “abuso de poder” por parte del mandatario que debe de ser investigado por el Congreso.
“El presidente está otra vez intentando manipular la ejecución de la ley para servir a sus intereses políticos”, dijo Pelosi. “El presidente es lo que es, cree que está por encima de la ley y no tiene ningún respeto por ella”, declaró la demócrata. A continuación, la tercera autoridad de la nación concluía cuestionándose: “¿Dónde están los republicanos que digan en voz alta que esto es una descarada violación del estado de derecho?”.