Son arruina la fiesta del West Ham
El protagonista en las dos áreas fue Toby Alderweireld, que primero se marcó un tanto en su propia portería y luego fue capaz de redimirse anotando otro en la contraria.
Alberto Muñoz
As
Pepe Reina no ha dicho su última palabra en el mundo del fútbol. El veterano portero español, que acaba de unirse al Aston Villa inglés, cuajó un maravilloso partido frente al Tottenham de José Mourinho, que se vio dominado por un equipo en zona de descenso y arrastrado por una locura de partido en la que cualquiera pudo llevarse el gato al agua. El ex del Nápoles, que fue de largo el mejor del encuentro, le detuvo incluso un penalti a Heung-Min Son, aunque el coreano consiguiese marcar en el rechace y, en los últimos instantes, darle la vuelta al marcador.
En la primera parte, el protagonista en las dos áreas fue Toby Alderweireld, que primero se marcó un tanto en su propia portería y luego fue capaz de redimirse anotando otro en la contraria. La locura de partido fue tal que, en un encuentro en el que podría haberse producido una lluvia tantos en ambas porterías, ya que se realizaron 20 disparos en cada arco, no faltó el componente de la épica por parte del portero español, que parecía detenerlo todo, y del surcoreano, que está rindiendo ante la baja de Harry Kane.
Las paradas de Reina, eso sí, desesperaron durante todo el encuentro a un José Mourinho que veía, apenas unos días antes de debutar en la Champions con los spurs, cómo se le volvía a escurrir entre los dedos la posibilidad de colarse en puestos europeos, verdadero objetivo de la temporada y motivo por el que se le trajo. Finalmente, y en una victoria muy típica del carácter y la impronta de sus equipos, los suyos consiguieron darle la vuelta al marcador y quedarse a un punto del Chelsea, cuarto clasificado.
Los blues, además, no tienen un partido sencillo mañana ante el Manchester United de Solskjaer, al que no se le da mal jugar contra los grandes, pero al menos lo harán en Stamford Bridge y sabiendo que no pueden permitirse un traspiés si no quieren conceder tanto terreno a dos rivales directos en una misma jornada.
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Pepe Reina no ha dicho su última palabra en el mundo del fútbol. El veterano portero español, que acaba de unirse al Aston Villa inglés, cuajó un maravilloso partido frente al Tottenham de José Mourinho, que se vio dominado por un equipo en zona de descenso y arrastrado por una locura de partido en la que cualquiera pudo llevarse el gato al agua. El ex del Nápoles, que fue de largo el mejor del encuentro, le detuvo incluso un penalti a Heung-Min Son, aunque el coreano consiguiese marcar en el rechace y, en los últimos instantes, darle la vuelta al marcador.
En la primera parte, el protagonista en las dos áreas fue Toby Alderweireld, que primero se marcó un tanto en su propia portería y luego fue capaz de redimirse anotando otro en la contraria. La locura de partido fue tal que, en un encuentro en el que podría haberse producido una lluvia tantos en ambas porterías, ya que se realizaron 20 disparos en cada arco, no faltó el componente de la épica por parte del portero español, que parecía detenerlo todo, y del surcoreano, que está rindiendo ante la baja de Harry Kane.
Las paradas de Reina, eso sí, desesperaron durante todo el encuentro a un José Mourinho que veía, apenas unos días antes de debutar en la Champions con los spurs, cómo se le volvía a escurrir entre los dedos la posibilidad de colarse en puestos europeos, verdadero objetivo de la temporada y motivo por el que se le trajo. Finalmente, y en una victoria muy típica del carácter y la impronta de sus equipos, los suyos consiguieron darle la vuelta al marcador y quedarse a un punto del Chelsea, cuarto clasificado.
Los blues, además, no tienen un partido sencillo mañana ante el Manchester United de Solskjaer, al que no se le da mal jugar contra los grandes, pero al menos lo harán en Stamford Bridge y sabiendo que no pueden permitirse un traspiés si no quieren conceder tanto terreno a dos rivales directos en una misma jornada.
