Sin Alexis, Pol deberá ser el nuevo conductor de Boca
Fernández deberá asumir su nuevo rol dentro del equipo y, cuando le toque jugar, tendrá que ocuparse de la creación.
Juampi Reynoso
As
Uno de los grandes déficits que tuvo Boca en el último tiempo pasó por la generación de juego. El equipo de la Ribera se hizo fuerte en la última línea, ganó más de lo que perdió pero nunca conformó desde lo futbolístico.
Con la llegada de Miguel Ángel Russo la idea es otra. El entrenador fomenta el juego ofensivo, busca que su equipo sea lo más vertical posible y sueña con que los conceptos se plasmen cuanto antes dentro del campo de juego. No será fácil, llevará su tiempo pero él está convencido de que puede lograrlo.
Y si de generación de juego hablamos es imposible pasar por alto lo que ocurrió en el mercado de pases: Alexis Mac Allister se marchó antes de tiempo y el Xeneize se quedó sin uno de los creativos. Pero Miguel ya tiene reemplazo y confía en uno de los suyos para suplir la ausencia del Colorado. El elegido es Guillermo Fernández.
Pol, como se lo conoce en el ámbito futbolero, fue mutando sus características con el paso de los años. Ya no es aquel juvenil que se destacaba casi siempre por el despliegue, sino que ahora se hizo más pensante dentro de la cancha, adquirió conceptos que antes no tenía y es capaz de ponerse al hombro el ataque de su equipo.
Moviéndose por delante de los volantes de contención y buscando espacios para jugar casi siempre de frente al arco rival, el ex Cruz Azul puede empezar a ser una pieza clave en la cadena del Boca de Russo. Ante Independiente mostró destellos y dejó en claro que calidad le sobra.
Este domingo, Boca se juega una parada importante en Córdoba frente a Talleres y no solo tendrá que ganar para seguir peleando el torneo, sino que también está obligado a mostrar mejoras. ¿Podrá Fernandez vestirse de conductor y hacer olvidar un ratito el fútbol de Alexis?
Juampi Reynoso
As
Uno de los grandes déficits que tuvo Boca en el último tiempo pasó por la generación de juego. El equipo de la Ribera se hizo fuerte en la última línea, ganó más de lo que perdió pero nunca conformó desde lo futbolístico.
Con la llegada de Miguel Ángel Russo la idea es otra. El entrenador fomenta el juego ofensivo, busca que su equipo sea lo más vertical posible y sueña con que los conceptos se plasmen cuanto antes dentro del campo de juego. No será fácil, llevará su tiempo pero él está convencido de que puede lograrlo.
Y si de generación de juego hablamos es imposible pasar por alto lo que ocurrió en el mercado de pases: Alexis Mac Allister se marchó antes de tiempo y el Xeneize se quedó sin uno de los creativos. Pero Miguel ya tiene reemplazo y confía en uno de los suyos para suplir la ausencia del Colorado. El elegido es Guillermo Fernández.
Pol, como se lo conoce en el ámbito futbolero, fue mutando sus características con el paso de los años. Ya no es aquel juvenil que se destacaba casi siempre por el despliegue, sino que ahora se hizo más pensante dentro de la cancha, adquirió conceptos que antes no tenía y es capaz de ponerse al hombro el ataque de su equipo.
Moviéndose por delante de los volantes de contención y buscando espacios para jugar casi siempre de frente al arco rival, el ex Cruz Azul puede empezar a ser una pieza clave en la cadena del Boca de Russo. Ante Independiente mostró destellos y dejó en claro que calidad le sobra.
Este domingo, Boca se juega una parada importante en Córdoba frente a Talleres y no solo tendrá que ganar para seguir peleando el torneo, sino que también está obligado a mostrar mejoras. ¿Podrá Fernandez vestirse de conductor y hacer olvidar un ratito el fútbol de Alexis?