River sufrió y rescató un punto
El Millonario tuvo una noche discreta y perdía ante Defensa y Justicia, pero empató 1-1 gracias al gol de Quintero de penal y sigue dependiendo de sí mismo.
Nicolás Mirelman
As
El Millonario tuvo una noche discreta y perdía ante Defensa y Justicia, pero empató 1-1 gracias al gol de Quintero de penal y sigue dependiendo de sí mismo.
Al igual que en La Plata contra Estudiantes, River debía jugar ante Defensa y Justicia con la presión del resultado de Boca y la obligación de ganar, esta vez en casa, para mantener la ventaja en la cima de la Superliga. Y en un partido que se presentó muy complicado, pudo salvar un punto al igualar 1-1.
El comienzo fue favorable al Millonario, que se hizo dueño de la pelota y con su habitual verticalidad salió a ahogar al conjunto visitante. En esos primeros minutos, estuvo dos veces cerca de convertir: primero luego de un centro raso de Nicolás De La Cruz que no llegaron a empujar Ignacio Scocco ni Matías Suárez; después con una definición desviada de Ignacio Fernández tras un pase filtrado de Robert Rojas.
Sin embargo, con el transcurrir de la etapa inicial los de Florencio Varela fueron haciendo pie y, en su primer avance, lograron ponerse arriba en el marcador. Fue después de una salida en falso del fondo riverplatense, que le permitió a Juan Lucero conectar un buscapié y establecer el 1-0 que sembró la preocupación en el Monumental.
Como si ese golpe no hubiera sido suficiente, la diferencia en el resultado envalentonó a los dirigidos por Hernán Crespo, que empezaron a practicar su juego de posesión característico, a controlar la mitad de la cancha y a aprovechar los espacios que el local dejaba por las bandas.
De hecho, hasta el descanso fue sin dudas el Halcón el que dominó las acciones y podría incluso haber marcado algún gol más, pero falló en las decisiones en los metros finales del campo.
En el complemento, la historia cambió radicalmente a partir del ingreso de Juan Fernando Quintero. El colombiano asumió la responsabilidad de la generación de fútbol y comenzó a asociarse con sus compañeros para ir en busca del arco rival.
El propio Juanfer, cuando promediaba la segunda mitad, anotó de penal después de una falta sobre Nicolás De La Cruz dentro del área que el árbitro Fernando Echenique no dudó en sancionar y entonces el partido cambió de mando.
Los de Marcelo Gallardo fueron al frente empujados por su número 10 y tuvieron ocasiones claras en los pies de Pratto y de De La Cruz para revertir el trámite, pero otra vez apareció Unsain para frustrar esa posibilidad.
A medida que el encuentro se extinguía, ambos equipos sintieron el desgaste físico realizado y aunque tuvieron alguna chance aislada, el empate terminó siendo justo de acuerdo a lo que se vio en el terreno de juego.
River se fue masticando bronca porque dejó pasar una oportunidad y cortó su racha de victorias, pero sigue dependiendo de sí mismo y necesita un triunfo en Tucumán, ante Atlético, para ser campeón el próximo sábado.
Nicolás Mirelman
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El Millonario tuvo una noche discreta y perdía ante Defensa y Justicia, pero empató 1-1 gracias al gol de Quintero de penal y sigue dependiendo de sí mismo.
Al igual que en La Plata contra Estudiantes, River debía jugar ante Defensa y Justicia con la presión del resultado de Boca y la obligación de ganar, esta vez en casa, para mantener la ventaja en la cima de la Superliga. Y en un partido que se presentó muy complicado, pudo salvar un punto al igualar 1-1.
El comienzo fue favorable al Millonario, que se hizo dueño de la pelota y con su habitual verticalidad salió a ahogar al conjunto visitante. En esos primeros minutos, estuvo dos veces cerca de convertir: primero luego de un centro raso de Nicolás De La Cruz que no llegaron a empujar Ignacio Scocco ni Matías Suárez; después con una definición desviada de Ignacio Fernández tras un pase filtrado de Robert Rojas.
Sin embargo, con el transcurrir de la etapa inicial los de Florencio Varela fueron haciendo pie y, en su primer avance, lograron ponerse arriba en el marcador. Fue después de una salida en falso del fondo riverplatense, que le permitió a Juan Lucero conectar un buscapié y establecer el 1-0 que sembró la preocupación en el Monumental.
Como si ese golpe no hubiera sido suficiente, la diferencia en el resultado envalentonó a los dirigidos por Hernán Crespo, que empezaron a practicar su juego de posesión característico, a controlar la mitad de la cancha y a aprovechar los espacios que el local dejaba por las bandas.
De hecho, hasta el descanso fue sin dudas el Halcón el que dominó las acciones y podría incluso haber marcado algún gol más, pero falló en las decisiones en los metros finales del campo.
En el complemento, la historia cambió radicalmente a partir del ingreso de Juan Fernando Quintero. El colombiano asumió la responsabilidad de la generación de fútbol y comenzó a asociarse con sus compañeros para ir en busca del arco rival.
El propio Juanfer, cuando promediaba la segunda mitad, anotó de penal después de una falta sobre Nicolás De La Cruz dentro del área que el árbitro Fernando Echenique no dudó en sancionar y entonces el partido cambió de mando.
Los de Marcelo Gallardo fueron al frente empujados por su número 10 y tuvieron ocasiones claras en los pies de Pratto y de De La Cruz para revertir el trámite, pero otra vez apareció Unsain para frustrar esa posibilidad.
A medida que el encuentro se extinguía, ambos equipos sintieron el desgaste físico realizado y aunque tuvieron alguna chance aislada, el empate terminó siendo justo de acuerdo a lo que se vio en el terreno de juego.
River se fue masticando bronca porque dejó pasar una oportunidad y cortó su racha de victorias, pero sigue dependiendo de sí mismo y necesita un triunfo en Tucumán, ante Atlético, para ser campeón el próximo sábado.