Reparto de puntos entre un Bayern y un Leipzig sin puntería
La zona noble de la Bundesliga sigue apretadísima, con tan solo seis puntos de diferencia entre el quinto clasificado y el líder.
José Carlos Menzel
As
La Bundesliga sigue al rojo vivo. Ni el Bayern de Múnich ni el RB Leipzig fueron capaces de dar un golpe sobre la mesa en el partidazo de la jornada en Alemania y firmaron un empate a cero que no le sirve a nadie. Los pupilos de Hansi Flick tuvieron una oportunidad de ampliar el liderato de la máxima competición alemana a un total de cuatro puntos y los de Julian Nagelsmann pretendían recuperar el liderato, pero la falta de puntería en ambos lados terminó impidiéndolo. De esta manera, la zona noble de la Bundesliga sigue apretadísima, con tan solo seis puntos de diferencia entre el quinto clasificado y el líder. Quedan trece jornadas por disputarse y la ensaladera está más cara que nunca.
El Bayern fue un auténtico vendaval en los primeros compases del partido. Davies y Pavard eran dos puñales por las bandas e hicieron temblar los cimientos de un Leipzig blando en defensa, que no fue capaz de contrarrestar el poderío muniqués en ataque. Thiago avisó con un disparo lejano y fue al cuarto de hora de partido cuando se empezó a palpar lo que buscaban los de Nagelsmann. Resistir atrás y tirar de contras para golpear en seco, algo que un Bayern bastante bien ordenado sobre el terreno de juego supo evitar en las escasas ocasiones que el RB logró cruzar la divisoria.
El Bayern fue demasiado Bayern, al menos en el primer tiempo. Ni la línea de cinco atrás propuesta por Nagelsmann transmitía seguridad ante un campeón alemán que, bajo las órdenes de Flick, vuelve a parecerse al Bayern de siempre. Ese que da miedo cuando se lanza al ataque y somete a sus rivales a un acoso permanente. Volvió a avisar Lewandowski, esta vez a bocajarro a centro de Pavard, y a algún que otro aficionado en el Allianz Arena se le llegó a escapar un grito de gol. Parecía cuestión de tiempo. Y Nagelsmann, puro nervio en la zona técnica del conjunto de la Red Bull, lo sabía.
Le salvó el pitido del colegiado que marcó el descanso. Y los refrescos energéticos surtieron efecto tras la reanudación. No había pasado ni medio minuto del segundo periodo cuando Sabitzer tuve la sorpresa en sus botas en un despiste de la zaga local. Tres minutos más tarde fue Werner el que casi se la lía a Neuer en una de esas salidas que el internacional alemán suele hacer con demasiada frecuencia. Casi lo paga. Ya no estaba tan fino el Bayern, sobre todo en el centro del campo, y el Leipzig empezó a forzar pérdidas para echarse a correr. El partido era otro. Empezó a mover hilos Dani Olmo. Y esta vez fue Flick el que empezó a pasarlo mal.
El VAR le anuló un penalti al Bayern.
Sobre todo cuando el VAR le anuló un penalti a Lewandowski por fuera de juego del ariete polaco. Era el momento de hacer algún retoque y Flick no se lo pensó. Ingresó en el terreno de juego Coutinho por Gnabry, pero la cesión del FC Barcelona no logró cambiar el guión de una segunda mitad muy del gusto del Leipzig. Werner volvió a tenerla, esta vez solo ante Neuer en una contra de manual, pero al goleador germano le tembló el pulsó. Otro susto para un Bayern en el que reapareció Lucas para blindar la defensa. Lo logró. Arriba, Goretzka imitó a Werner y falló otro gol cantado. No quería entrar la pelotita, dejando la pugna por la ensaladera más abierta que nunca.
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La Bundesliga sigue al rojo vivo. Ni el Bayern de Múnich ni el RB Leipzig fueron capaces de dar un golpe sobre la mesa en el partidazo de la jornada en Alemania y firmaron un empate a cero que no le sirve a nadie. Los pupilos de Hansi Flick tuvieron una oportunidad de ampliar el liderato de la máxima competición alemana a un total de cuatro puntos y los de Julian Nagelsmann pretendían recuperar el liderato, pero la falta de puntería en ambos lados terminó impidiéndolo. De esta manera, la zona noble de la Bundesliga sigue apretadísima, con tan solo seis puntos de diferencia entre el quinto clasificado y el líder. Quedan trece jornadas por disputarse y la ensaladera está más cara que nunca.
El Bayern fue un auténtico vendaval en los primeros compases del partido. Davies y Pavard eran dos puñales por las bandas e hicieron temblar los cimientos de un Leipzig blando en defensa, que no fue capaz de contrarrestar el poderío muniqués en ataque. Thiago avisó con un disparo lejano y fue al cuarto de hora de partido cuando se empezó a palpar lo que buscaban los de Nagelsmann. Resistir atrás y tirar de contras para golpear en seco, algo que un Bayern bastante bien ordenado sobre el terreno de juego supo evitar en las escasas ocasiones que el RB logró cruzar la divisoria.
El Bayern fue demasiado Bayern, al menos en el primer tiempo. Ni la línea de cinco atrás propuesta por Nagelsmann transmitía seguridad ante un campeón alemán que, bajo las órdenes de Flick, vuelve a parecerse al Bayern de siempre. Ese que da miedo cuando se lanza al ataque y somete a sus rivales a un acoso permanente. Volvió a avisar Lewandowski, esta vez a bocajarro a centro de Pavard, y a algún que otro aficionado en el Allianz Arena se le llegó a escapar un grito de gol. Parecía cuestión de tiempo. Y Nagelsmann, puro nervio en la zona técnica del conjunto de la Red Bull, lo sabía.
Le salvó el pitido del colegiado que marcó el descanso. Y los refrescos energéticos surtieron efecto tras la reanudación. No había pasado ni medio minuto del segundo periodo cuando Sabitzer tuve la sorpresa en sus botas en un despiste de la zaga local. Tres minutos más tarde fue Werner el que casi se la lía a Neuer en una de esas salidas que el internacional alemán suele hacer con demasiada frecuencia. Casi lo paga. Ya no estaba tan fino el Bayern, sobre todo en el centro del campo, y el Leipzig empezó a forzar pérdidas para echarse a correr. El partido era otro. Empezó a mover hilos Dani Olmo. Y esta vez fue Flick el que empezó a pasarlo mal.
El VAR le anuló un penalti al Bayern.
Sobre todo cuando el VAR le anuló un penalti a Lewandowski por fuera de juego del ariete polaco. Era el momento de hacer algún retoque y Flick no se lo pensó. Ingresó en el terreno de juego Coutinho por Gnabry, pero la cesión del FC Barcelona no logró cambiar el guión de una segunda mitad muy del gusto del Leipzig. Werner volvió a tenerla, esta vez solo ante Neuer en una contra de manual, pero al goleador germano le tembló el pulsó. Otro susto para un Bayern en el que reapareció Lucas para blindar la defensa. Lo logró. Arriba, Goretzka imitó a Werner y falló otro gol cantado. No quería entrar la pelotita, dejando la pugna por la ensaladera más abierta que nunca.
