Nicolás Maduro, la entrega a Rusia y la tentación de cruzar la última línea roja
El dictador de Caracas amenaza con encerrar a Juan Guaidó, lo que provocaría consecuencias terminales para su régimen. La privatización de PDVSA, su pleitesía a Moscú y sus favores españoles
Laureano Pérez Izquierdo
laureano@infobae.com
Rodeado de intrigas, monjes negros y encrucijadas, Nicolás Maduro se exhibe cada vez con menos margen de maniobra. Y es por ese encierro que entrega, resignado, las joyas familiares: el petróleo está camino a quedar en manos rusas luego de que se conociera que el dictador estaría decidido a privatizar lo que supo ser un orgullo bolivariano y principal fuente de financiamiento del país durante décadas.
El colapso económico, social y humanitario, llevan a Maduro a consumar la herejía más grande del Socialismo del Siglo XXI, que nadie hubiera creído cinco años atrás: poner en manos de particulares extranjeros el principal recurso de la nación. Una maniobra neoliberal típica de los 90, un impensado derroche de apertura mental. Infobae ya había advertido en otras oportunidades respecto a la obsesión del Kremlin sobre el crudo venezolano y la intención del chavismo de otorgárselo. Específicamente el deseo de Rosneft, la empresa sancionada por los Estados Unidos esta semana, controlada directamente por Vladimir Putin.
La encerrona del autócrata de Caracas comenzó a ver la luz esta semana, cuando visiblemente ofuscado decretó la emergencia energética y en el mismo golpe de timón designó a Tareck El Aissami como el nuevo cabecilla de una ultrajada PDVSA. El argumento utilizado por el régimen fue el mismo de siempre: Washington era el responsable detrás de tener que adoptar semejante medida. Fue horas después de que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos emitiera una dura sanción contra a la petrolera rusa favorita del chavismo.
Pero la privatización de PDVSA siempre estuvo en cabeza del hombre que alegremente confiesa hablar con pájaros. La comisión que tomará las riendas de la empresa estatal tendrá como misión “la defensa, la reestructuración y la reorganización” de la corporación estatal. “Tendrá todo el poder para iniciar el proceso de cambios y defensa integral de toda la industria petrolera”. El esfuerzo en el uso de los eufemismos es para elogiar.
Al frente de esta reestructuración estará nada menos que uno de los jerarcas más controversiales de Venezuela. El Aissami. El ex vicepresidente y ex gobernador de Aragua tiene un doble récord: por un lado ser una de las piezas claves en el vínculo entre América Latina y Hezbollah, el grupo terrorista libanés que responde a Irán; por otro figura en el listado de más buscados por narcotráfico en los Estados Unidos. El Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE) advierte en su descripción que el nuevo zar del crudo “desempeña un papel significativo en el tráfico internacional de drogas”.
“Tareck El Aissami facilitó los envíos de narcóticos desde Venezuela, que incluye el control sobre los aviones que partieron de una base aérea venezolana y las rutas de drogas a través de los puertos en Venezuela. En sus puestos anteriores, supervisó o poseyó parcialmente envíos de narcóticos de más de 1.000 kilogramos desde Venezuela en múltiples ocasiones, incluidas aquellas con los destinos finales de México y Estados Unidos”, señala el organismo estatal. Junto a él también se designó entre los más buscados por narcotráfico a su alter ego, el empresario Samark Jose López Bello. Si éste se entregara, podría explicar las múltiples rutas de... financiación con que cuenta el régimen.
El Aissami será el encargado de allanar el camino de Rosneft en el país. PDVSA es, al día de hoy, el único vehículo que tiene Venezuela para conseguir las flacas divisas que posee. El fugaz ex vicepresidente entre 2017 y 2018 controlará miles de millones de dólares, algo normal en un hombre que conoce de tentaciones. En tanto, el reciente paso del canciller ruso Sergéi Lavrov por la capital fue para mostrar su apoyo militar y para asegurar el futuro energético... propio. “Es importante desarrollar nuestra capacidad de cooperación técnico militar para incrementar la capacidad de defensa de nuestros amigos frente a estas amenazas desde fuera", dijo Lavrov. Al patrón chavista le sirvió para mostrarse como alguien que no está aislado en el planeta.
Durante el anuncio, Maduro aprovechó para fustigar a su creciente rival en el mundo. Juan Guaidó, presidente interino, celebró las sanciones contra Rosneft, algo que preocupó al Kremlin de cara al futuro y enfureció al hombre que habita el Palacio de Miraflores. La estrella del joven asambleísta preocupa al caraqueño. Sabe que no puede permitirle que siga exponiéndolo ante el mundo como lo hace. La tentación de encerrarlo en una celda es cada vez mayor. Por ahora, sólo elige el camino de la extorsión: los grupos de inteligencia secuestraron a su tío, Juan José Márquez, y lo mantienen oculto e incomunicado. El jueves allanaron su vivienda.
Prometió, en su verborragia, detener también a Guaidó. Esa línea roja lo desvela: que deambule por el mundo y que no pueda apresarlo representa una burla para su poder; encerrarlo en una celda podría ser su fin. Maduro tomó nota de qué ocurre cuando esas fronteras se cruzan. La muerte de Qassem Soleimani fue una consecuencia de un exceso en la escalada de Teherán con los Estados Unidos. La pericia con que contaba entonces el general iraní más poderoso de la región para esquivar la amenaza norteamericana era mayor a la que pueda tener cualquier chavista.
El pulso del dictador se pondrá a prueba el próximo 10 de marzo, cuando se produzca lo que promete ser una multitudinaria marcha multisectorial hacia la Asamblea Nacional. ¿Cruzará el heredero de Hugo Chávez la línea que le queda por transgredir?
Guaidó ocupa tiempo en la agenda del hombre de Miraflores y cada vez trascienden más detalles de la jaqueca que le produce. De acuerdo a medios españoles, durante el irregular encuentro que Delcy Rodríguez mantuvo en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, con el ministro de Transporte español José Luis Ábalos, uno de los pedidos del régimen hacia el gobierno del socialista de Pedro Sánchez fue que hiciera lobby para que ningún líder europeo recibiera al presidente interino de Venezuela durante su gira continental. Las gestiones fracasaron y Angela Merkel y Emmanuel Macron se mostraron cada uno por separado junto al líder opositor. ¿Los trámites del PSOE/Podemos se hicieron a cambio del futuro español en el sector de los hidrocarburos? Quizás los vínculos de Pablo Iglesias con el chavismo contribuyan, finalmente, a concretar parte de un gran negocio.
Laureano Pérez Izquierdo
laureano@infobae.com
Rodeado de intrigas, monjes negros y encrucijadas, Nicolás Maduro se exhibe cada vez con menos margen de maniobra. Y es por ese encierro que entrega, resignado, las joyas familiares: el petróleo está camino a quedar en manos rusas luego de que se conociera que el dictador estaría decidido a privatizar lo que supo ser un orgullo bolivariano y principal fuente de financiamiento del país durante décadas.
El colapso económico, social y humanitario, llevan a Maduro a consumar la herejía más grande del Socialismo del Siglo XXI, que nadie hubiera creído cinco años atrás: poner en manos de particulares extranjeros el principal recurso de la nación. Una maniobra neoliberal típica de los 90, un impensado derroche de apertura mental. Infobae ya había advertido en otras oportunidades respecto a la obsesión del Kremlin sobre el crudo venezolano y la intención del chavismo de otorgárselo. Específicamente el deseo de Rosneft, la empresa sancionada por los Estados Unidos esta semana, controlada directamente por Vladimir Putin.
La encerrona del autócrata de Caracas comenzó a ver la luz esta semana, cuando visiblemente ofuscado decretó la emergencia energética y en el mismo golpe de timón designó a Tareck El Aissami como el nuevo cabecilla de una ultrajada PDVSA. El argumento utilizado por el régimen fue el mismo de siempre: Washington era el responsable detrás de tener que adoptar semejante medida. Fue horas después de que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos emitiera una dura sanción contra a la petrolera rusa favorita del chavismo.
Pero la privatización de PDVSA siempre estuvo en cabeza del hombre que alegremente confiesa hablar con pájaros. La comisión que tomará las riendas de la empresa estatal tendrá como misión “la defensa, la reestructuración y la reorganización” de la corporación estatal. “Tendrá todo el poder para iniciar el proceso de cambios y defensa integral de toda la industria petrolera”. El esfuerzo en el uso de los eufemismos es para elogiar.
Al frente de esta reestructuración estará nada menos que uno de los jerarcas más controversiales de Venezuela. El Aissami. El ex vicepresidente y ex gobernador de Aragua tiene un doble récord: por un lado ser una de las piezas claves en el vínculo entre América Latina y Hezbollah, el grupo terrorista libanés que responde a Irán; por otro figura en el listado de más buscados por narcotráfico en los Estados Unidos. El Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE) advierte en su descripción que el nuevo zar del crudo “desempeña un papel significativo en el tráfico internacional de drogas”.
“Tareck El Aissami facilitó los envíos de narcóticos desde Venezuela, que incluye el control sobre los aviones que partieron de una base aérea venezolana y las rutas de drogas a través de los puertos en Venezuela. En sus puestos anteriores, supervisó o poseyó parcialmente envíos de narcóticos de más de 1.000 kilogramos desde Venezuela en múltiples ocasiones, incluidas aquellas con los destinos finales de México y Estados Unidos”, señala el organismo estatal. Junto a él también se designó entre los más buscados por narcotráfico a su alter ego, el empresario Samark Jose López Bello. Si éste se entregara, podría explicar las múltiples rutas de... financiación con que cuenta el régimen.
El Aissami será el encargado de allanar el camino de Rosneft en el país. PDVSA es, al día de hoy, el único vehículo que tiene Venezuela para conseguir las flacas divisas que posee. El fugaz ex vicepresidente entre 2017 y 2018 controlará miles de millones de dólares, algo normal en un hombre que conoce de tentaciones. En tanto, el reciente paso del canciller ruso Sergéi Lavrov por la capital fue para mostrar su apoyo militar y para asegurar el futuro energético... propio. “Es importante desarrollar nuestra capacidad de cooperación técnico militar para incrementar la capacidad de defensa de nuestros amigos frente a estas amenazas desde fuera", dijo Lavrov. Al patrón chavista le sirvió para mostrarse como alguien que no está aislado en el planeta.
Durante el anuncio, Maduro aprovechó para fustigar a su creciente rival en el mundo. Juan Guaidó, presidente interino, celebró las sanciones contra Rosneft, algo que preocupó al Kremlin de cara al futuro y enfureció al hombre que habita el Palacio de Miraflores. La estrella del joven asambleísta preocupa al caraqueño. Sabe que no puede permitirle que siga exponiéndolo ante el mundo como lo hace. La tentación de encerrarlo en una celda es cada vez mayor. Por ahora, sólo elige el camino de la extorsión: los grupos de inteligencia secuestraron a su tío, Juan José Márquez, y lo mantienen oculto e incomunicado. El jueves allanaron su vivienda.
Prometió, en su verborragia, detener también a Guaidó. Esa línea roja lo desvela: que deambule por el mundo y que no pueda apresarlo representa una burla para su poder; encerrarlo en una celda podría ser su fin. Maduro tomó nota de qué ocurre cuando esas fronteras se cruzan. La muerte de Qassem Soleimani fue una consecuencia de un exceso en la escalada de Teherán con los Estados Unidos. La pericia con que contaba entonces el general iraní más poderoso de la región para esquivar la amenaza norteamericana era mayor a la que pueda tener cualquier chavista.
El pulso del dictador se pondrá a prueba el próximo 10 de marzo, cuando se produzca lo que promete ser una multitudinaria marcha multisectorial hacia la Asamblea Nacional. ¿Cruzará el heredero de Hugo Chávez la línea que le queda por transgredir?
Guaidó ocupa tiempo en la agenda del hombre de Miraflores y cada vez trascienden más detalles de la jaqueca que le produce. De acuerdo a medios españoles, durante el irregular encuentro que Delcy Rodríguez mantuvo en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, con el ministro de Transporte español José Luis Ábalos, uno de los pedidos del régimen hacia el gobierno del socialista de Pedro Sánchez fue que hiciera lobby para que ningún líder europeo recibiera al presidente interino de Venezuela durante su gira continental. Las gestiones fracasaron y Angela Merkel y Emmanuel Macron se mostraron cada uno por separado junto al líder opositor. ¿Los trámites del PSOE/Podemos se hicieron a cambio del futuro español en el sector de los hidrocarburos? Quizás los vínculos de Pablo Iglesias con el chavismo contribuyan, finalmente, a concretar parte de un gran negocio.