Messi tiene razón: con esto no da para ganar la Champions

Marca
Salvó el Barça la salida a San Paolo con un empate cuyas consecuencias todavía están por medirse con la lesión de Piqué, mas allá de las sanciones para la vuelta de Arturo Vidal y Busquets. El 1-1 se puede considerar justo y también pobre, porque del equipo de Messi se esperaba mucho más contra el Napoli. Bien en defensa, que no impecable, y parco en ataque, pastoso y redundante en el juego de posesión. Setién no estará del todo satisfecho en su debut en Champions, igual que Messi no brilló en el templo de Maradona. Patada a seguir antes del Clásico.


Lo dijo Messi en su última entrevista en Mundo Deportivo. "Con esto no nos da para ganar la Champions". Y tiene razón el argentino, a tenor de lo mostrado por el Barça en San Paolo. Un equipo plano, sin capacidad para imponerse más allá que con pases intrascendentres, satisfecho seguramente con el resultado, porque un 1-1 fuera de casa es positivo, pero la distancia entre ambos equipos es mucho mayor que la de un empate. El ritmo del equipo sigue estando lejos de los cocos de la Champions, aunque el equipo presionara mucho mejor de lo que lo venía haciendo. Dictará sentencia el Camp Nou, pero se echó en falta un Barça más agresivo y dominante en esta ida, con sólo un tiro a puerta... que fue gol.

Volvió a marcar Griezmann, el 14º de la temporada, apareciendo cuando tenía que aparecer, marcando el gol que no ha metido Luis Suárez en tres años, a domicilio en Champions. El francés le quitó el nudo a un partido que se iba complicando con el paso de los minutos. La jugada fue imparable para la defensa napolitana. Busquets al espacio (por fin) y pase de la muerte de Semedo para Grizzi. Vitamina para su primer Clásico en el Bernabéu.

La sensación de que Junior Firpo juega atenazado, quién sabe si por el escenario o por la camiseta, o por ambas, sigue creciendo, sobre todo cuando el partido sube el nivel de exigencia, como es el caso. El ex del Betis no recuerda al jugador atrevido que brilló en el Villamarín. Falló en el 1-0, con un despeje y tardando en la reacción, propiciando la contra que acabó en el golazo de Mertens. La baja de Sergi Roberto ha dejado a Setién con Firpo como única alternativa, porque existía la opción de que Semedo jugara a pierna cambiada. De San Paolo al Bernabéu, en una semana que puede ser crítica para él. No ha empezado bien, desde luego.

Tuvo que aparecer otra vez Ter Stegen para evitar males mayores. Su parada a Callejón en un mano a mano claro con 1-1 son de las que salvan eliminatorias. Reaccionó rápido y tapó el disparo del ex madridista en el 62'. El alemán, cuya Champions está siendo de nota, también evitó un remate del siempre peligroso Insigne instantes antes.

Sorprendió Setién en la alineación con la inclusión no solo de Umtiti por delante de Lenglet, sino también con Rakitic. El cántabro tiró de vacas sagradas, representadas en la titularidad del croata por delante de Arthur, otra vez banquillo, otra vez suplente habitual, una intermitencia que ya vivió con Valverde y repite ahora con Setién. Rakitic, por su parte, fue el mejor ejemplo de un Barça plano, acomodado y apático de la primera mitad. Su presencia como síntoma ante la efervescencia de Ansu o el juego más arriesgado de Arthur. Duró poco más de 50'.

Dries Mertens nunca olvidará la noche en la que clavó un golazo al Barça, el 1-0, derechazo imparable para Ter Stegen y que provocó un seísmo en Nápoles. Sin embargo, la noche, que pintaba de fábula para él, acabó antes de tiempo. Busquets fue con todo e impactó en el delantero, que no pudo seguir en el campo. La amarilla acarrea suspensión para el '5'.

Manolas estuvo a punto de revivir su gol en Roma cuando en el 42' remató de primeras un centro de Callejón que no acertó a embocar a portería. El central, que venía de abortar una contra liderada por Messi, miraba al cielo, sabedor de que había gozado de una buena opción. Sin ser fácil el disparo, no se quedó lejos. El griego mantuvo un buen nivel durante toda la noche.

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