Las Inferiores, a imagen y semejanza de Román
Riquelme bajó línea, a Navarro Montoya y Soñora les gustó la idea y hoy en la cantera todos tratan de jugar con enganche. El gran ídolo no quiere ser el último diez...
Olé
La devoción es infinita. En las urnas y, por supuesto, también en la vida. Lo que genera la presencia de Juan Román Riquelme no tiene precedentes en la historia moderna de Boca. A tal punto que los hinchas lo pusieron por delante de Diego Maradona cuando hubo conflicto entre ellos, Carlos Tevez cedió también ante él en sus últimas apariciones mediáticas, el Beto Márcico se rindió días atrás a sus pies y Ángel Clemente Rojas, acaso el que generó algo parecido en los años 60 y 70, lo reverencia cada vez que puede. La devoción, claramente, tiene que ver con todo lo que le dio al club de forma material (títulos) y lo intangible (magia) y porque no hubo otro igual desde su salida hace casi seis años. “El último 10”, lo bautizaron. Pero él, apenas entró en funciones de vicepresidente y jefe del consejo de fútbol, se propuso no ser el último: todas las categorías juveniles e infantiles xeneizes van a tratar de jugar con enganche. Con un 10.
La decisión es toda de Riquelme, como todas las decisiones que toman en Boca en relación al fútbol, tal como lo anticipó el presidente Jorge Ameal desde que asumió. “Román habló con nosotros y todas las categorías van a jugar parecido. Y las Infantiles también”, confirmó el coordinador Diego Soñora. “Román y todo el consejo de fútbol bajó línea para que se juegue con enganche”, agregó el técnico de la Sexta, Walter Pico. Y Blas Giunta, DT de la Cuarta, completó: “Boca casi siempre jugó 4-3-1-2 y ese será el sistema. Tratamos de colocar al enganche en el puesto de enganche y jugar con tres volantes en el medio. La idea está y se trabaja todos los días para poder lograrlo”.
Así como JR mantiene diálogo permanente con Miguel Ángel Russo y algún día a la semana trata de compartir algún momento con los futbolistas profesionales, también pasa por el Centro de Entrenamiento de Ezeiza para almorzar con el staff de Inferiores, que también cuenta con el Mono Navarro Montoya como coordinador principal, Battaglia, Krupoviesa e Ibarra con Reserva y el mismo Giunta en la categoría mayor. “Román siempre está. Al menos una vez por semana, comemos y charlamos”, contó Soñora. Y agregó: “Lo único que nos pide Román es que los futbolistas jueguen bien, que metan, corran y jueguen”.
En años anteriores, entre 2012 y 2016, mientras estuvo Coqui Raffo al frente, el proyecto contemplaba seguir los pasos de la Masía del Barcelona en organización y metodología, por lo que cambió la idea futbolística. Luego, el manejo de la cantera pasó por varias manos hasta que a inicios del 2019 regresó Oscar Regenhardt, quien había acompañado a Jorge Griffa durante los mandatos de Mauricio Macri, y se enfocó en la captación y en recuperar la identidad de “meter y jugar”.
Este año, con la llegada de Riquelme, hubo limpieza masiva en las Inferiores y se decidió apostar por la vuelta a las fuentes, aunque jugar 4-3-1-2 tiene sus desafíos. Primero, hay categorías que no usaban ese esquema y deben adaptarse. Y segundo, depende de los jugadores con los que cuenta cada plantel en este inicio de una nueva etapa. Es por eso que quienes conducen a los juveniles insisten con que “tratan” de jugar de esa manera. El cambio a la vez implica la búsqueda de laterales que jueguen alto, sean fuertes y de buen pie para el uno contra uno en los últimos metros, y también de nueves tradicionales, a lo Palermo, que por ahora no hay en la cantera. “La idea es respetar la historia de Boca y creo que vamos a lograr el objetivo”, completó Soñora.
La historia de Boca que escribió Riquelme y muchos de los que hoy trabajan en el club. Para que el último 10 esté por venir.
Olé
La devoción es infinita. En las urnas y, por supuesto, también en la vida. Lo que genera la presencia de Juan Román Riquelme no tiene precedentes en la historia moderna de Boca. A tal punto que los hinchas lo pusieron por delante de Diego Maradona cuando hubo conflicto entre ellos, Carlos Tevez cedió también ante él en sus últimas apariciones mediáticas, el Beto Márcico se rindió días atrás a sus pies y Ángel Clemente Rojas, acaso el que generó algo parecido en los años 60 y 70, lo reverencia cada vez que puede. La devoción, claramente, tiene que ver con todo lo que le dio al club de forma material (títulos) y lo intangible (magia) y porque no hubo otro igual desde su salida hace casi seis años. “El último 10”, lo bautizaron. Pero él, apenas entró en funciones de vicepresidente y jefe del consejo de fútbol, se propuso no ser el último: todas las categorías juveniles e infantiles xeneizes van a tratar de jugar con enganche. Con un 10.
La decisión es toda de Riquelme, como todas las decisiones que toman en Boca en relación al fútbol, tal como lo anticipó el presidente Jorge Ameal desde que asumió. “Román habló con nosotros y todas las categorías van a jugar parecido. Y las Infantiles también”, confirmó el coordinador Diego Soñora. “Román y todo el consejo de fútbol bajó línea para que se juegue con enganche”, agregó el técnico de la Sexta, Walter Pico. Y Blas Giunta, DT de la Cuarta, completó: “Boca casi siempre jugó 4-3-1-2 y ese será el sistema. Tratamos de colocar al enganche en el puesto de enganche y jugar con tres volantes en el medio. La idea está y se trabaja todos los días para poder lograrlo”.
“Román habló con nosotros y todas las categorías van a jugar parecido. Y las Infantiles también”.
Diego Soñora - Coordinador de Inferiores
“Boca casi siempre jugó 4-3-1-2 y ese será el sistema. Tratamos de colocar al enganche en el puesto de enganche y jugar con tres volantes en el medio".Blas Giunta - Técnico de la Cuarta División
Así como JR mantiene diálogo permanente con Miguel Ángel Russo y algún día a la semana trata de compartir algún momento con los futbolistas profesionales, también pasa por el Centro de Entrenamiento de Ezeiza para almorzar con el staff de Inferiores, que también cuenta con el Mono Navarro Montoya como coordinador principal, Battaglia, Krupoviesa e Ibarra con Reserva y el mismo Giunta en la categoría mayor. “Román siempre está. Al menos una vez por semana, comemos y charlamos”, contó Soñora. Y agregó: “Lo único que nos pide Román es que los futbolistas jueguen bien, que metan, corran y jueguen”.
En años anteriores, entre 2012 y 2016, mientras estuvo Coqui Raffo al frente, el proyecto contemplaba seguir los pasos de la Masía del Barcelona en organización y metodología, por lo que cambió la idea futbolística. Luego, el manejo de la cantera pasó por varias manos hasta que a inicios del 2019 regresó Oscar Regenhardt, quien había acompañado a Jorge Griffa durante los mandatos de Mauricio Macri, y se enfocó en la captación y en recuperar la identidad de “meter y jugar”.
Este año, con la llegada de Riquelme, hubo limpieza masiva en las Inferiores y se decidió apostar por la vuelta a las fuentes, aunque jugar 4-3-1-2 tiene sus desafíos. Primero, hay categorías que no usaban ese esquema y deben adaptarse. Y segundo, depende de los jugadores con los que cuenta cada plantel en este inicio de una nueva etapa. Es por eso que quienes conducen a los juveniles insisten con que “tratan” de jugar de esa manera. El cambio a la vez implica la búsqueda de laterales que jueguen alto, sean fuertes y de buen pie para el uno contra uno en los últimos metros, y también de nueves tradicionales, a lo Palermo, que por ahora no hay en la cantera. “La idea es respetar la historia de Boca y creo que vamos a lograr el objetivo”, completó Soñora.
La historia de Boca que escribió Riquelme y muchos de los que hoy trabajan en el club. Para que el último 10 esté por venir.