Klopp: "Mané no hizo falta, fue algo simulado, pero no tenía más alternativa que sustituirle"
Liverpool, AS
El Liverpool ya piensa en el West Ham, su rival el lunes en la Premier, pero en el entorno red se sigue dando vueltas a lo que pasó el martes en el Metropolitano. El campeón de Europa fue frenado en seco por el Atlético de Simeone (1-0) sin que los ingleses siquiera pudieran tirar entre los tres palos. Entre los aficionados y los analistas del club inglés se continúa analizando el movimiento que realizó Klopp en el descanso. Sadio Mané dejó se quedó en los vestuarios y en su lugar entró Origi. El marcador era de 1-0.
Klopp ha vuelto a dar hoy explicaciones, si bien ha reconocido que ha tenido que aclarar su decisión con el jugador. El atacante africano no lo entendió en el momento. “Hablé con él esta mañana y le pregunté si se había sorprendido”, ha explicado Klopp. “Me ha dicho que sí, que le sorprendió, que no estaba nervioso y que podía haber aguantado”, detalla. Mané había visto una cartulina amarilla por una entrada a Vrsaljko y, minutos después, pudo terminar antes de tiempo en la ducha si Szymon Marciniak, árbitro del partido, le hubiera mostrado la segunda por un codazo a Correa. Klopp se temió lo peor, vio el riesgo y sacó del campo a una de sus estrellas a riesgo de perder pegada en la ida.
“Está bien que el jugador tenga su visión, pero yo lo vi diferente. En mi sincera opinión, no creo que tuviera otra opción”, se refirió Klopp sobre la sustitución antes de volver sobre las causas de la tarjeta y la posibilidad de ver la segunda en la acción con Correa. “Necesitamos a un Mané físico; él no hizo falta, pero tuvo un contacto con su oponente. Yo diría que ambas situaciones fueron simuladas. No me gusta mucho, pero es parte del juego”, volvió a quejarse el técnico alemán.
Poco elegante.
El Liverpool no estuvo nada elegante a la hora de valorar el triunfo del Atlético y tanto los jugadores como su técnico profirieron quejas tras su derrota en el Metropolitano. Acusaron a los jugadores del Atlético de hacer teatro. El equipo de Klopp llegaba eufórico al estadio del equipo rojiblanco y no ha terminado de digerir encontrarse en Madrid con algo que no se esperaba. Tal vez, también se apunta a una manera de influir en el arbitraje en el partido de vuelta estas quejas.
El Liverpool ya piensa en el West Ham, su rival el lunes en la Premier, pero en el entorno red se sigue dando vueltas a lo que pasó el martes en el Metropolitano. El campeón de Europa fue frenado en seco por el Atlético de Simeone (1-0) sin que los ingleses siquiera pudieran tirar entre los tres palos. Entre los aficionados y los analistas del club inglés se continúa analizando el movimiento que realizó Klopp en el descanso. Sadio Mané dejó se quedó en los vestuarios y en su lugar entró Origi. El marcador era de 1-0.
Klopp ha vuelto a dar hoy explicaciones, si bien ha reconocido que ha tenido que aclarar su decisión con el jugador. El atacante africano no lo entendió en el momento. “Hablé con él esta mañana y le pregunté si se había sorprendido”, ha explicado Klopp. “Me ha dicho que sí, que le sorprendió, que no estaba nervioso y que podía haber aguantado”, detalla. Mané había visto una cartulina amarilla por una entrada a Vrsaljko y, minutos después, pudo terminar antes de tiempo en la ducha si Szymon Marciniak, árbitro del partido, le hubiera mostrado la segunda por un codazo a Correa. Klopp se temió lo peor, vio el riesgo y sacó del campo a una de sus estrellas a riesgo de perder pegada en la ida.
“Está bien que el jugador tenga su visión, pero yo lo vi diferente. En mi sincera opinión, no creo que tuviera otra opción”, se refirió Klopp sobre la sustitución antes de volver sobre las causas de la tarjeta y la posibilidad de ver la segunda en la acción con Correa. “Necesitamos a un Mané físico; él no hizo falta, pero tuvo un contacto con su oponente. Yo diría que ambas situaciones fueron simuladas. No me gusta mucho, pero es parte del juego”, volvió a quejarse el técnico alemán.
Poco elegante.
El Liverpool no estuvo nada elegante a la hora de valorar el triunfo del Atlético y tanto los jugadores como su técnico profirieron quejas tras su derrota en el Metropolitano. Acusaron a los jugadores del Atlético de hacer teatro. El equipo de Klopp llegaba eufórico al estadio del equipo rojiblanco y no ha terminado de digerir encontrarse en Madrid con algo que no se esperaba. Tal vez, también se apunta a una manera de influir en el arbitraje en el partido de vuelta estas quejas.