Ferchy Kushner alimenta de esperanza a los perros de la calle

Cada día, este ingeniero comercial alimenta a más de mil canes de diferentes zonas de La Paz; ha creado varias fundaciones y su próximo sueño es construir un santuario.

María Ortiz / La Paz
Una gélida noche de mayo del año 2015, el espontáneo afecto de un perro mestizo de pelaje blanco y canela determinó el nuevo rumbo en la vida de Fernando Kushner, más conocido como Ferchy, quien decidió renunciar a su exitosa carrera en el mundo de los negocios para dedicarse íntegramente al cuidado de los animales en situación de calle.


“La vida nos va mostrando señales en su debido momento y para mí fue una señal muy fuerte que él se me acerque, me bata la cola y me lama las manos. A partir de ahí le empecé a dar comida y le dije que no le iba a faltar alimento mientras yo esté vivo”, cuenta Kushner remontándose a aquel 18 de mayo en que conoció a Choco, el perro que cambió su rutina para siempre luego de liberar la belleza etérea que yacía acurrucada en algún rincón de su alma.

Kushner recorre diariamente casi 150 km para recoger y distribuir la comida.
Ingeniero comercial de profesión, Kushner trabajó para marcas de lujo como Bvlgari o Chanel, realizando mercadotecnia de distribución, marketing, relaciones públicas y prensa.

Su anterior vida estaba marcada por las fiestas, los viajes y los éxitos que iba cosechando en el mundo corporativo, llegando a lograr, entre otras cosas, que la prestigiosa firma italiana obtuviera récords de ventas en Bolivia durante varios años consecutivos.

“He pasado de trabajar en grandes corporaciones a hacerlo en las calles, con barro, con grasa en las manos y llorando cada día (…) Todo lo que aprendí lo aplico hoy en favor de los animales. Antes planificaba hacer un lanzamiento con cierto tipo de personas para las marcas y ahora lo hago para enseñar y motivar a la gente”, explica Kushner, quien cerró de un portazo su etapa profesional para recompensar con amor todo lo que la vida le dio.

Kushner con varios de los perros a los que alimenta en Obrajes.
Aunque ha vivido en diferentes ciudades del país y Latinoamérica, Kushner nació en Cochabamba y fue criado por su mamá y sus abuelos al amparo de 27 perros, un mono, una gacela y algún que otro papagayo. A ellos atribuye el respeto y predilección por “cualquier ser vivo”.

“Han sido personas muy nobles que me han inculcado muchos valores. Mi abuelo, siendo judío, siempre ayudó al prójimo y mi abuela, siendo católica, siempre trató de ayudar a los que menos tienen”, dice Kushner, destacando las obras sociales que hicieron, sobre todo, en favor de las personas ciegas, los niños y los animales, labores que le han facilitado desarrollar el solidario cometido de alimentar y cuidar cada día a unos 1.200 canes callejeros que forman parte de la historia que Choco comenzó.

Casi 150 kilómetros diarios

Su sagrada misión se inicia con el alba. Diariamente, a las seis y media de la mañana, Kushner pone a rugir el motor de su vagoneta (donada por un tercero a una de sus fundaciones) y juntos se disponen a recorrer los 147 kilómetros que separan los diferentes puntos de recogida y reparto de alimentos. Hace dos rondas cada día, una por la mañana y otra por la tarde.

Bolsas y tachos de las sobras donadas por restaurantes aliados.
Dependiendo de las ventas de los restaurantes aliados, Kushner recolecta entre 14 y 20 tachos de restos de comida de las nueve sucursales a las que visita, en su mayoría de Don Pollo y Pollos Copacabana. Gustu restaurante también suele colaborar con donaciones varias veces al mes.


Además de restos de pollo, Kushner complementa con croquetas las raciones diarias de estos guardianes de las calles. Cada mes gasta alrededor de 50 sacos de 25 kilos cada uno, la mitad de ellos donados por Avícola Sofía. Esto se traduce en unos 9.000 bolivianos que Kushner paga de su propio bolsillo mensualmente.

Su recorrido diario para alimentar a los canes, “sus hijos”, como él los llama cariñosamente, es siempre el mismo: San Miguel -donde Choco lo espera para batirle la cola-, Calacoto, entrada de Achumani, entrada de Irpavi, Obrajes, Següencoma Alto, Següencoma Bajo, Puente Amor de Dios y plaza Humboldt.

“Ya son más de 1.800 días que hago esto y que no conozco sábados, domingos o feriados. Pero me encanta, soy feliz así. Me encanta pasar Navidad y Año Nuevo en las calles”, expresa Kushner.

Además, gracias a la ayuda constante de dos voluntarios, Yamel Ramírez y Jorge Amusquivar, los martes y jueves abarcan también las zonas de Mallasa, Mallasilla, Río Abajo y Llojeta.

“Esto, más allá de ser un compromiso con los perritos, llega a ser un compromiso con tu país, ya que estás haciendo algo con un problema social y de salud pública”, asevera Amusquivar.

Promoviendo el cuidado y la adopción

En septiembre de 2019, Kushner hizo realidad un sueño largamente acariciado: la creación de Ferchy’s Dogs Inc., una fundación legalmente constituida en Estados Unidos que se unió a Abril y Ariel, la cual opera en Bolivia desde finales de 2018. Esta última lleva los nombres de sus sobrinos con la idea de que sean ellos quienes continúen con su legado.

Kushner junto a los voluntarios Yamel Ramírez y Jorge Amusquivar.
La iniciativa nació como respuesta a la alarmante realidad que muestran las estadísticas en Bolivia, donde existen aproximadamente dos millones de animales en situación de calle (40% hembras y 60% machos).


La fundación Ferchy’s Dogs Inc. está basada en cuatro pilares fundamentales de acción: Alimentar, proteger y curar a animales en situación de calle; esterilización masiva de perros y gatos; educación y concientización sobre la tenencia responsable de mascotas, además de incentivar a la adopción; y construcción del primer santuario para perros en Bolivia.

En este sentido, la fundación busca conseguir los recursos materiales, físicos y de personal necesarios para mejorar las condiciones de vida que enfrentan estos animales en las calles.

Kushner considera estar actuando donde las autoridades ediles han fallado: “Esta labor correspondería a las alcaldías (…) Éste es un problema incluso de salud pública, pero al parecer no se dan cuenta. Yo me he sentado varias veces con el Alcalde, pero como los perros no votan, no les interesa. Necesitamos leyes y aún están a tiempo de hacer algo”, asegura Kushner.

En su opinión, la solución a largo plazo a este problema pasa, primero, por una ley que prohíba la venta de animales y, segundo, por la esterilización de éstos, así como por la educación pública y la sensibilización.

Despertando la conciencia social

Aprovechando su experiencia en el mundo del marketing, Kushner ha logrado persuadir a más de una decena de compañías para que se involucren en la concientización ciudadana.

En este sentido, ha conseguido que empresas publiquen su eslogan “Adopta, no compres” en vallas publicitarias.

También que la aerolínea Amaszonas traslade en avión a los perros de una ciudad a otra para su adopción, sin ningún costo.

Gracias a su incansable lucha, actualmente existe un banco pet-friendly en Bolivia, como lo es el Banco de Crédito (BCP); mientras que BancoSol realiza folletería y videos en aymara y quechua.

Junto con La Boliviana Ciacruz imparten talleres en colegios y universidades para educar y concientizar sobre la tenencia responsable de mascotas.

Pollos Copabana dispone de contenedores para depositar los restos de comida que se destinan a alimentar a los canes.
Otro de sus logros es que Viva haga videos tutoriales y fomente la adopción.


Asimismo, la imprenta Artes Gráficas Sagitario colabora cada año con la impresión de folletos valorados en 5.000 dólares que luego Kushner distribuye por las calles y las casas.

Manhattan confecciona de forma gratuita chamarras impermeables con frisa interior para que los animales no pasen frío en invierno. Gracias a ello, el año pasado se logró abrigar a más de 5.000 perros de diferentes ciudades del país.

Incerpaz ofrece a precio de costo los ladrillos para la construcción del próximo sueño de Kushner: el primer santuario para perros, sobre todo mayores, en Bolivia.

Pero su lucha por las causas que defiende parece no tener límites. Incluso ha llegado a mandar una carta mediante los canales diplomáticos a Jared Kushner, el yerno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Él lleva mi apellido y los judíos se ayudan entre ellos”, explica Ferchy, quien también se ha reunido con la presidenta de Bolivia -y amante de los animales-, Jeanine Añez, para plantearle una solución a esta problemática.

“Pienso que como ser humano he triunfado. Lo mejor que una persona puede hacer es ayudar, no solamente a un animal, sino a cualquier ser vivo (…) Mi agradecimiento al universo, a Dios, es muy grande por mostrarme el camino para poder ayudar. Sé que cuando me muera voy a poder decir ‘he hecho algo’ y eso para mí es muy importante, no irme sin antes haber dado algo de mi vida”, concluye este héroe.


Un mundo mejor

Redes sociales Puede contactarse con Fernando Kushner a través de la página de Facebook Ferchy’s Dogs Inc.
Donaciones Para colaborar en la construcción de un mundo libre de maltrato animal y abandono puede hacerlo a través de PayPal: bit.ly/AyudanosFerchysDogs donando desde un dólar o un euro. O a través de la cuenta bancaria creada para la fundación Abril y Ariel en el BNB: 1000289678.

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