Estados Unidos acusó a Irán de buscar mejorar su capacidad de misiles a través de lanzamientos de satélites

El régimen persa sostiene que los ensayos no tienen fines bélicos, pero Washington considera que aunque sean fallidos pueden aumentar el potencial ofensivo de Teherán, lo que amenaza la estabilidad de la región

Infobae
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó este martes a Irán de perfeccionar su capacidad misilística con el lanzamiento de satélites y prometió más presión sobre esa república islámica.


“Estados Unidos continuará recogiendo apoyo alrededor del mundo para confrontar la irresponsable actividad de misiles balísticos del régimen iraní, y continuaremos imponiendo enorme presión sobre el régimen para que cambie su comportamiento”, dijo Pompeo en un comunicado.

“Cada lanzamiento, falliudo o no, permite a Irán ganar experiencia usando esta tecnología que podría beneficiar su programa de misiles”, condenó el Departamento de Estado, que sostuvo que el “principal patrocinador del terrorismo” no debería contar con facilidades para avanzar en temas de armamento.

El domingo, Irán no logró poner en órbita su satélite Zafar (victoria), de fabricación local, pero prometió seguir desarrollando su programa espacial.

“El lanzamiento del satélite Zafar falló (...) ¡Pero somos IMPARABLES! ¡Tenemos próximos grandes satélites iraníes!”, dijo en su cuenta oficial de Twitter el ministro iraní de Telecomunicaciones, Mohamad Yavad Azarí Yahromí. Zafar iba a transmitir, en un acto simbólico, la imagen del general Qasem Soleimaní, quien murió en un bombardeo estadounidense a principios de enero pasado en Bagdad.

Este satélite de teledetección estaba equipado con cámaras de alta resolución capaces de monitorear y transmitir datos sobre reservas de petróleo, minas, bosques y desastres naturales.

EEUU cree que, detrás de estos intentos espaciales, la República Islámica oculta un proyecto para desarrollar misiles balísticos con capacidad para llevar ojivas nucleares y viajar a grandes distancias.

Frente a esas acusaciones, Teherán ha insistido en que sus actividades son civiles y no militares, al contrario de lo que afirma Washington.

En 2009 Irán puso en órbita su primer satélite, Omid (Esperanza), y en los siguientes tres años colocó otros dos, mientras que en 2017 lanzó el cohete orbital portador Simorq.

En agosto pasado, el Gobierno estadounidense, refiriéndose a imágenes por satélite, indicó que Irán falló en lanzar otro de sus satélites, pero Yahromí lo negó y mostró imágenes del Nahid 1. Además, Washington impuso el pasado septiembre sanciones a la Agencia Espacial de Irán, así como a dos de sus institutos de investigación,

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