Emergencia en Tiquipaya: un centenar de familias han sido evacuadas
Desde las 18:30 del viernes, tras el desborde del río Taquiña, una mazamorra arrasa o daña todo lo que encuentra a su paso en este municipio de Cochabamba
EL DEBER
Tiquipaya está en emergencia desde ayer. A las 18:30 el sonido estridente de las sirenas y los estruendosos petardos dieron la voz de alerta a los vecinos de este municipio de Cochabamba de que el río Taquiña se había desbordado y que una mazamorra recorría las calles, avenidas y casas sin nada que lo pudiera detener. Cerca de un centenar de familias tuvieron que abandonar sus hogares y los demás están en alerta, las lluvias continúan y la amenaza de que las cosas empeoren está en ciernes al punto de que la gobernadora de Cochabamba, Esther Soria, ha implorado a los vecinos que “dejen sus cosas; la vida es más importante”.
Pero esta emergencia y por esta misma situación no es la primera en este municipio de 54.000 habitantes, según el censo de 2012. Cada año, en temporada de lluvia la situación es la misma: a la crecida del río le sigue la mazamorra y decenas de familias que son afectadas, pero, nuevamente vuelven a instalarse en el mismo lugar.
Probablemente, cansados de esta situación la mañana de este sábado una vecina interpeló a la presidenta Jeanine Áñez, que junto a cuatro ministros visitó el lugar. La mujer, entre amargura e impotencia, le pidió a la mandataria que ya no haya más promesas de los políticos, sino acciones.
El gobierno de Áñez, a través del ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, comprometió enfocarse, primero, en precautelar la vida de los pobladores, luego en solucionar el problema por la ruptura en la cuenca del Taquiña y, posteriormente, en las viviendas.
En estos momentos, tanto efectivos de las Fuerzas Armadas como de la Policía, funcionarios de municipales y de la Gobernación de Cochabamba, prestan ayuda a la población.
La gobernadora Esther Soria, a través de un comunicado de prensa, detalló que hasta antes del mediodía se habían registrado 22 viviendas afectadas y 92 familias tuvieron que ser evacuadas a albergues temporales. Además, 23 personas han sido trasladadas a diferentes centros de salud y ocho, a hospitales de tercer nivel, para que reciban atención médica por problemas suscitados a consecuencia de la riada y la mazamorra.
Hasta las 16:00 de este sábado la lluvia había cesado, pero los nubarrones continúan amenazantes. El Servicio Nacional de Hidrología (Senamhi) pronostica lluvias en esa región de Cochabamba.
EL DEBER
Tiquipaya está en emergencia desde ayer. A las 18:30 el sonido estridente de las sirenas y los estruendosos petardos dieron la voz de alerta a los vecinos de este municipio de Cochabamba de que el río Taquiña se había desbordado y que una mazamorra recorría las calles, avenidas y casas sin nada que lo pudiera detener. Cerca de un centenar de familias tuvieron que abandonar sus hogares y los demás están en alerta, las lluvias continúan y la amenaza de que las cosas empeoren está en ciernes al punto de que la gobernadora de Cochabamba, Esther Soria, ha implorado a los vecinos que “dejen sus cosas; la vida es más importante”.
Pero esta emergencia y por esta misma situación no es la primera en este municipio de 54.000 habitantes, según el censo de 2012. Cada año, en temporada de lluvia la situación es la misma: a la crecida del río le sigue la mazamorra y decenas de familias que son afectadas, pero, nuevamente vuelven a instalarse en el mismo lugar.
Probablemente, cansados de esta situación la mañana de este sábado una vecina interpeló a la presidenta Jeanine Áñez, que junto a cuatro ministros visitó el lugar. La mujer, entre amargura e impotencia, le pidió a la mandataria que ya no haya más promesas de los políticos, sino acciones.
El gobierno de Áñez, a través del ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, comprometió enfocarse, primero, en precautelar la vida de los pobladores, luego en solucionar el problema por la ruptura en la cuenca del Taquiña y, posteriormente, en las viviendas.
En estos momentos, tanto efectivos de las Fuerzas Armadas como de la Policía, funcionarios de municipales y de la Gobernación de Cochabamba, prestan ayuda a la población.
La gobernadora Esther Soria, a través de un comunicado de prensa, detalló que hasta antes del mediodía se habían registrado 22 viviendas afectadas y 92 familias tuvieron que ser evacuadas a albergues temporales. Además, 23 personas han sido trasladadas a diferentes centros de salud y ocho, a hospitales de tercer nivel, para que reciban atención médica por problemas suscitados a consecuencia de la riada y la mazamorra.
Hasta las 16:00 de este sábado la lluvia había cesado, pero los nubarrones continúan amenazantes. El Servicio Nacional de Hidrología (Senamhi) pronostica lluvias en esa región de Cochabamba.