El silencio de Boca
El fallo del TAS no tuvo por ahora ninguna respuesta pública de la actual dirigencia y en el plantel pasó inadvertido. ¿Qué se esperaba y qué puede pasar?
Olé
¿Cómo cayó en Boca el fallo del TAS? ¿Se esperaba alguna otra resolución? ¿Cuáles son las consecuencias que puede tener para el club en el futuro? Por lo pronto, la realidad es que, en el Xeneize, la resolución que tomó el Tribunal Arbitral del Deporte se vivió en silencio. Ante la consulta de Olé, el presidente Jorge Ameal avisó que por ahora no se referirá al respecto y habrá que ver si la institución, como tal, decide brindar un comunicado en las próximas horas.
Mientras tanto, en el predio de entrenamiento de Ezeiza tampoco tuvo un alto impacto. Quizás porque era un fallo esperable, varios de los jugadores que perdieron esa final contra River en Madrid no tuvieron ninguna reacción en particular. "Por acá nadie dijo ni comentó nada", fue la primera referencia que se hizo al momento de conocerse la noticia, donde el equipo tuvo su primera práctica de la semana.
Ahora bien, podría decirse que las pocas expectativas que había sobre el fallo son la causa de este silencio. Y algo más: la dirigencia actual entiende que fue una presentación que se hizo durante la gestión de Daniel Angelici y que no hay para ellos responsabilidad alguna en esa decisión. Y que la esperanza que había sobre una indemnización económico también era algo que esperaba más la Comisión Directiva que se fue que la actual.
Incluso, este fallo no le demandaría a la actual dirigencia tener que abonar una suma importante de dinero por los gastos del juicio. En principio, para llevar adelante la causa ante el TAS, Boca ya tuvo que pagar por adelantado buena parte de la demanda. Igual, la liquidación final no fue comunicada en la resolución que se dio a conocer sobre la histórica final.
Por todo, habrá que ver si Boca se manifiesta de alguna forma en estas horas, o si elige mantener el silencio como respuesta. En principio, podría decirse que el club se queda sin la chance de reclamar la indemnización millonaria a la que en algún momento se aspiró (no sólo por los daños y perjuicios ocasionados ese día, sino por el dinero que podría haber ganado en el caso de consagrarse en la Libertadores y de todo lo que hubiera venido después: la disputa del Mundial de Clubes y la Recopa Sudamericana), pero sin otra consecuencia o impacto para la institución.
¿Cómo cayó en Boca el fallo del TAS? ¿Se esperaba alguna otra resolución? ¿Cuáles son las consecuencias que puede tener para el club en el futuro? Por lo pronto, la realidad es que, en el Xeneize, la resolución que tomó el Tribunal Arbitral del Deporte se vivió en silencio. Ante la consulta de Olé, el presidente Jorge Ameal avisó que por ahora no se referirá al respecto y habrá que ver si la institución, como tal, decide brindar un comunicado en las próximas horas.
Mientras tanto, en el predio de entrenamiento de Ezeiza tampoco tuvo un alto impacto. Quizás porque era un fallo esperable, varios de los jugadores que perdieron esa final contra River en Madrid no tuvieron ninguna reacción en particular. "Por acá nadie dijo ni comentó nada", fue la primera referencia que se hizo al momento de conocerse la noticia, donde el equipo tuvo su primera práctica de la semana.
Ahora bien, podría decirse que las pocas expectativas que había sobre el fallo son la causa de este silencio. Y algo más: la dirigencia actual entiende que fue una presentación que se hizo durante la gestión de Daniel Angelici y que no hay para ellos responsabilidad alguna en esa decisión. Y que la esperanza que había sobre una indemnización económico también era algo que esperaba más la Comisión Directiva que se fue que la actual.
Incluso, este fallo no le demandaría a la actual dirigencia tener que abonar una suma importante de dinero por los gastos del juicio. En principio, para llevar adelante la causa ante el TAS, Boca ya tuvo que pagar por adelantado buena parte de la demanda. Igual, la liquidación final no fue comunicada en la resolución que se dio a conocer sobre la histórica final.
Por todo, habrá que ver si Boca se manifiesta de alguna forma en estas horas, o si elige mantener el silencio como respuesta. En principio, podría decirse que el club se queda sin la chance de reclamar la indemnización millonaria a la que en algún momento se aspiró (no sólo por los daños y perjuicios ocasionados ese día, sino por el dinero que podría haber ganado en el caso de consagrarse en la Libertadores y de todo lo que hubiera venido después: la disputa del Mundial de Clubes y la Recopa Sudamericana), pero sin otra consecuencia o impacto para la institución.
