El Nápoli sigue creciendo
Los sureños cosecharon su tercer triunfo seguido en la Serie A batiendo 2-1 al Torino y marchan sextos. Gattuso ya ha ganado más partidos que Ancelotti en este curso, jugando seis menos.
Mirko Calemme
As
El Nápoles logró por primera vez en este curso tres victorias consecutivas ligueras batiendo 2-1 al Torino: es el noveno triunfo desde la llegada de Rino Gattuso sobre 15 enfrentamientos. Con Ancelotti, este año, los azzurri habían ganado sólo ocho de los 21 partidos disputados.
Los napolitanos son los afortunados que, en estos días de sufrimiento en Italia, pueden seguir disfrutando del fútbol sin limitaciones. El San Paolo en esta semana ya albergó el partido con el Barcelona y en la que viene recibirá la visita del Inter para la semifinal de Copa italiana de vuelta con el Inter. Las únicas limitaciones que impuso el coronavirus fueron para la prensa: no hubo zona mixta y se limitó el aforo de las conferencias.
Gattuso hizo cuatro cambios respecto al partido con el Barça, saliendo de inicio con Milik y Politano en la delantera. Los de Longo asustaron a los sureños nada más comenzar, con un centro de Ansaldi que sorprendió a Ospina y De Silvestri que chutó sobre Manolas a pocos pasos de la línea de gol.
Los partenopei, sin embargo, cogieron las riendas del enfrentamiento poco después y no las volvieron a soltar. En el 19’, un gran Lorenzo Insigne lanzó una falta que el mismo Manolas cabeceó a la red, sumando su tercera diana en este campeonato, su récord personal. El conjunto local siguió apretando sin pausas... ni puntería.
El Nápoles desperdició varias ocasiones (un testarazo de Milik golpeó el larguero y ya van 27 veces que los azzurri rematan a la madera) hasta que, en el 82’, Di Lorenzo aprovechó una asistencia del recién entrado Mertens para la sentencia. La única señal de vida granata llegó cuando ya era demasiado tarde, en el 91’, con un cabezazo de Edera a pase de Ansaldi que recortó distancias. Gattuso sumó su séptimo triunfo en los últimos nueve partidos y sigue en la zona Europa (marcha sexto), confirmando las señales de crecimiento de las últimas semanas. Con él al mando, el equipo de De Laurentiis ha salido de su peor crisis en los últimos 15 años.
Mirko Calemme
As
El Nápoles logró por primera vez en este curso tres victorias consecutivas ligueras batiendo 2-1 al Torino: es el noveno triunfo desde la llegada de Rino Gattuso sobre 15 enfrentamientos. Con Ancelotti, este año, los azzurri habían ganado sólo ocho de los 21 partidos disputados.
Los napolitanos son los afortunados que, en estos días de sufrimiento en Italia, pueden seguir disfrutando del fútbol sin limitaciones. El San Paolo en esta semana ya albergó el partido con el Barcelona y en la que viene recibirá la visita del Inter para la semifinal de Copa italiana de vuelta con el Inter. Las únicas limitaciones que impuso el coronavirus fueron para la prensa: no hubo zona mixta y se limitó el aforo de las conferencias.
Gattuso hizo cuatro cambios respecto al partido con el Barça, saliendo de inicio con Milik y Politano en la delantera. Los de Longo asustaron a los sureños nada más comenzar, con un centro de Ansaldi que sorprendió a Ospina y De Silvestri que chutó sobre Manolas a pocos pasos de la línea de gol.
Los partenopei, sin embargo, cogieron las riendas del enfrentamiento poco después y no las volvieron a soltar. En el 19’, un gran Lorenzo Insigne lanzó una falta que el mismo Manolas cabeceó a la red, sumando su tercera diana en este campeonato, su récord personal. El conjunto local siguió apretando sin pausas... ni puntería.
El Nápoles desperdició varias ocasiones (un testarazo de Milik golpeó el larguero y ya van 27 veces que los azzurri rematan a la madera) hasta que, en el 82’, Di Lorenzo aprovechó una asistencia del recién entrado Mertens para la sentencia. La única señal de vida granata llegó cuando ya era demasiado tarde, en el 91’, con un cabezazo de Edera a pase de Ansaldi que recortó distancias. Gattuso sumó su séptimo triunfo en los últimos nueve partidos y sigue en la zona Europa (marcha sexto), confirmando las señales de crecimiento de las últimas semanas. Con él al mando, el equipo de De Laurentiis ha salido de su peor crisis en los últimos 15 años.