El Liverpool muestra al Atlético cómo se remonta en Anfield

Tras el gol de Wijnaldum, Diop y Fornals pusieron al West Ham por delante. Salah y Mané dieron la vuelta al marcador. Sufrieron los de Klopp.

Alberto Muñoz
As
El Atlético de Madrid no es consciente del daño que le ha hecho al Liverpool. La bofetada de realidad del Wanda Metropolitano tuvo su eco este lunes en el mismísimo Anfield, ese estadio avejentado del que casi se burló Enrique Cerezo y en el que los reds se vieron obligados a remontar un resultado adverso contra un West Ham que está en zona de descenso. Para darle la vuelta al marcador tuvieron que tirar de corazón y de toda su artillería, ya que dispararon más de 20 veces entre los tres palos y, dos de ellas, las estamparon van Dijk y Firmino en la madera.


Este resultado permite a los de Klopp, además de mantener la ventaja de 22 puntos con el Manchester City, igualar el registro de 18 victorias consecutivas en Premier League, aunque para ello tuvieran que bregar con un partido en el que encajaron más goles que en las 11 últimas jornadas.

A pesar de que el partido, que comenzó con un cabezazo de Wijnaldum a los 9 minutos que convirtió en gol, parecía a priori cómodo para los líderes, pronto les torció el rostro. Ni tres minutos tardó Diop en igualar el encuentro con otro testarazo, aunque por la casa de los campeones de Europa se vio casi más como una eventualidad que como un problema real. Pero los minutos fueron pasando, Fabiansky resistía los envites del tridente y, al poco de comenzar la segunda mitad, Fornals, con una semi volea al primer toque, sembraba el nerviosismo en la grada. No se temía tanto por el título de liga, que está más que en el bolsillo, sino por la posibilidad de que se confirmase que Hércules no es inmortal.

El tanto dio paso al toque de corneta de los de Kloppy, tras unos primeros minutos en los que seguían chocando contra el muro de David Moyes, Salah, que disparó con más fe que posibilidades reales de marcar, se encontró con un regalo del meta de los hammers, al que se le coló el balón entre las piernas.

El desconcierto, la rabia y la incredulidad se apoderaron tanto de los jugadores del West Ham que, el Liverpool, que supo hacer valer su calidad, no tardó en marcar el tercero por medio de Sadio Mané, que remató el balón a la red a placer para mantener la increíble racha de los suyos. Tanto los reds, a los que les anularon correctamente un gol, como los hammers, a los que Alisson sacó un mano a mano con la cara, tuvieron más ocasiones en un final loco de partido, pero finalmente el luminoso no volvió a moverse y el Pool consiguió un resultado que le despierta y refuerza de cara a lo que está por venir.

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