El estudio que revela si la edad y los antecedentes médicos son claves frente al coronavirus
Tomando como referencia 72.314 casos de COVID-19, investigadores Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades han caracterizado de modo preliminar el alcance de la enfermedad que mantiene al mundo en vilo
Infobae
Un informe epidemiológico sobre el brote de coronavirus en China publicado recientemente establece que el nuevo COVID-19 tendría una tasa de mortalidad del 2,3%, muy inferior a brotes anteriores, y afectaría con gravedad principalmente a las personas mayores de 70 años y a aquellos con condiciones médicas preexistentes.
Confeccionado por los doctores Zunyou Wu, y Jennifer M. McGoogan, del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades (CCDC) en Beijing, el reporte publicado el 20 de febrero analiza 72.314 casos sospechosos de coronavirus y extrae las primeras conclusiones estadísticas sobre el alcance de la enfermedad que tienen al mundo en vilo.
El número de casos está actualizado al 11 de febrero y corresponde sólo a los infectados en el territorio chino, por lo que se trata de un informe sistemático acotado pero valioso como primera caracterización, que deberá ser complementado con más investigaciones en el futuro. Actualizados a este jueves, hay 78.497 infectados con
Según se desprende del reporte, 44.672 (62%) de los casos estudiados fueron confirmados como coronavirus mediante un test, mientras que 16.186 (22%) permanecen como sospechosos sin confirmar, 10.567 (15%) fueron diagnosticados sin test y 899 (1%) no presentaron síntomas.
Entre el total de confirmados, señala que se ha dado una concentración mayor de infectados entre los 50 y 59 años de edad, con el 22% de los casos. Un 19,2% corresponde a la franja 60-69, 8,8% a la 70-79, y 3,2% para la 80-89.
Entre los más jóvenes, se reportaron un 19,2% de casos entre los 40 y los 49 años de edad, un 17% para la franja 30-39, 8,1% para los de 20-29, 1,2% para los 10-19, y 0,9% para los de 0-9.
El 81% de los casos confirmados fueron leves, mientras que el 14% fueron severos y un 5% críticos.
El informe indica que el 74% de los contagiados (15.536) no tenía enfermedades preexistentes, mientras que el restante 25% registraba diferentes condiciones como enfermedades cardiovasculares (4,2%), diabetes (5,3%), enfermedad respiratorio crónica (2,4%), hipertensión (12,8%) y cáncer (0,5%). Aunque en este punto los investigadores aclaran que en el 53% del total de casos confirmados esta información no pudo ser recabada, por lo que su representatividad sería baja.
En lo referido a la tasa de mortalidad, se registraron 1.023 decesos, lo que significa un 2,3% entre los 44.672 confirmados. Se trata de una tasa mucho menor a la de los anteriores brotes de coronavirus conocidos como SARS (9,4%) y MERS (34,4%), aunque la cantidad de infectados con el COVID-19 es mayor. La tasa de mortalidad actual del COVID-19 es similar, entonces, a la estimación menor para la epidemia de Grip Española de 1918 (pero no a la mayor), y al mismo tiempo muy superior a la de la gripe común estacional, que suele rondar el 0,1% de los casos, de acuerdo a la agencia AP (aunque su tasa de morbilidad, o sea su frecuencia, es mucho mayor.
Además, los investigadores aseguran que la tasa de mortalidad del nuevo coronavirus podría ser incluso menor, si se toma en cuenta el total de casos estudiados y sospechados (72.314) o incluso considerando que el número final de infectados podría ser todavía mayor, por la tendencia a no contabilizar casos muy leves que no reciben atención médica.
La franja etaria entre los 80 y 89 años tiene la mayor tasa de mortalidad, que alcanza el 14,8% de los casos (208 muertes). Para quienes tienen entre 70 y 79 años de edad, llega al 8% (312) y para los que tienen entre 60 y 69, el 3,6% (308).
Luego desciende al 1,3% para la franja entre 50 y 59, y al 0,4% o incluso menor de 49 años hacia abajo.
Esto significa que de las 1.023 muertes registradas, 828 corresponden a mayores de 60 años (el 81%) y 520 a mayores de 70 (el 51%), lo que confirma que a mayor edad aumenta considerablemente la letalidad del virus.
La tasa de mortalidad asciende al 49% de los casos diagnosticados como críticos. Además, aumenta en caso de que haya condiciones preexistentes, como enfermedades cardiovasculares (10,5% de letalidad), diabetes (7,3%), enfermedad respiratorio crónica (6,3%), hipertensión (6%) y cáncer (5,6%).
Entre las personas que no tienen ninguna condición médica preexistente, la tasa de mortalidad se reduce al 0,9%.
En tanto se registró una diferencia importante por sexo. En el caso de los hombres, la tasa de mortalidad crece a 2,8%, por encima del promedio general del 2,3%, mientras que en las mujeres desciende al 1,7%.
Además, el informe reporta una tasa de mortalidad del 2,9% para los infectados residentes en la provincia de Hubei, donde se encuentra la ciudad de Wuhan, foco del brote, en contraste con una tasa del 0,4% para chinos habitantes en otras provincias.
Y en cuanto a ocupaciones, los jubilados registran la tasa de letalidad más alta (5,1%), muy por encima de granjeros (1,4%), obreros industriales (0,7%) o trabajadores de la salud (0,3%)
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Un informe epidemiológico sobre el brote de coronavirus en China publicado recientemente establece que el nuevo COVID-19 tendría una tasa de mortalidad del 2,3%, muy inferior a brotes anteriores, y afectaría con gravedad principalmente a las personas mayores de 70 años y a aquellos con condiciones médicas preexistentes.
Confeccionado por los doctores Zunyou Wu, y Jennifer M. McGoogan, del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades (CCDC) en Beijing, el reporte publicado el 20 de febrero analiza 72.314 casos sospechosos de coronavirus y extrae las primeras conclusiones estadísticas sobre el alcance de la enfermedad que tienen al mundo en vilo.
El número de casos está actualizado al 11 de febrero y corresponde sólo a los infectados en el territorio chino, por lo que se trata de un informe sistemático acotado pero valioso como primera caracterización, que deberá ser complementado con más investigaciones en el futuro. Actualizados a este jueves, hay 78.497 infectados con
Según se desprende del reporte, 44.672 (62%) de los casos estudiados fueron confirmados como coronavirus mediante un test, mientras que 16.186 (22%) permanecen como sospechosos sin confirmar, 10.567 (15%) fueron diagnosticados sin test y 899 (1%) no presentaron síntomas.
Entre el total de confirmados, señala que se ha dado una concentración mayor de infectados entre los 50 y 59 años de edad, con el 22% de los casos. Un 19,2% corresponde a la franja 60-69, 8,8% a la 70-79, y 3,2% para la 80-89.
Entre los más jóvenes, se reportaron un 19,2% de casos entre los 40 y los 49 años de edad, un 17% para la franja 30-39, 8,1% para los de 20-29, 1,2% para los 10-19, y 0,9% para los de 0-9.
El 81% de los casos confirmados fueron leves, mientras que el 14% fueron severos y un 5% críticos.
El informe indica que el 74% de los contagiados (15.536) no tenía enfermedades preexistentes, mientras que el restante 25% registraba diferentes condiciones como enfermedades cardiovasculares (4,2%), diabetes (5,3%), enfermedad respiratorio crónica (2,4%), hipertensión (12,8%) y cáncer (0,5%). Aunque en este punto los investigadores aclaran que en el 53% del total de casos confirmados esta información no pudo ser recabada, por lo que su representatividad sería baja.
En lo referido a la tasa de mortalidad, se registraron 1.023 decesos, lo que significa un 2,3% entre los 44.672 confirmados. Se trata de una tasa mucho menor a la de los anteriores brotes de coronavirus conocidos como SARS (9,4%) y MERS (34,4%), aunque la cantidad de infectados con el COVID-19 es mayor. La tasa de mortalidad actual del COVID-19 es similar, entonces, a la estimación menor para la epidemia de Grip Española de 1918 (pero no a la mayor), y al mismo tiempo muy superior a la de la gripe común estacional, que suele rondar el 0,1% de los casos, de acuerdo a la agencia AP (aunque su tasa de morbilidad, o sea su frecuencia, es mucho mayor.
Además, los investigadores aseguran que la tasa de mortalidad del nuevo coronavirus podría ser incluso menor, si se toma en cuenta el total de casos estudiados y sospechados (72.314) o incluso considerando que el número final de infectados podría ser todavía mayor, por la tendencia a no contabilizar casos muy leves que no reciben atención médica.
La franja etaria entre los 80 y 89 años tiene la mayor tasa de mortalidad, que alcanza el 14,8% de los casos (208 muertes). Para quienes tienen entre 70 y 79 años de edad, llega al 8% (312) y para los que tienen entre 60 y 69, el 3,6% (308).
Luego desciende al 1,3% para la franja entre 50 y 59, y al 0,4% o incluso menor de 49 años hacia abajo.
Esto significa que de las 1.023 muertes registradas, 828 corresponden a mayores de 60 años (el 81%) y 520 a mayores de 70 (el 51%), lo que confirma que a mayor edad aumenta considerablemente la letalidad del virus.
La tasa de mortalidad asciende al 49% de los casos diagnosticados como críticos. Además, aumenta en caso de que haya condiciones preexistentes, como enfermedades cardiovasculares (10,5% de letalidad), diabetes (7,3%), enfermedad respiratorio crónica (6,3%), hipertensión (6%) y cáncer (5,6%).
Entre las personas que no tienen ninguna condición médica preexistente, la tasa de mortalidad se reduce al 0,9%.
En tanto se registró una diferencia importante por sexo. En el caso de los hombres, la tasa de mortalidad crece a 2,8%, por encima del promedio general del 2,3%, mientras que en las mujeres desciende al 1,7%.
Además, el informe reporta una tasa de mortalidad del 2,9% para los infectados residentes en la provincia de Hubei, donde se encuentra la ciudad de Wuhan, foco del brote, en contraste con una tasa del 0,4% para chinos habitantes en otras provincias.
Y en cuanto a ocupaciones, los jubilados registran la tasa de letalidad más alta (5,1%), muy por encima de granjeros (1,4%), obreros industriales (0,7%) o trabajadores de la salud (0,3%)