El Barça sufre a Ángel
El delantero, que podría ser el fichaje de Setién, saltó desde el banquillo para acortar distancias tras los goles de Griezmann y Sergi Roberto y rozar el empate.
Santi Giménez
As
Sigue el Barça en su doble carrera por encontrarse a si mismo y por cazar al Madrid. Ambas son agónicas y pueden ejemplificarse perfectamente en la victoria ante el Getafe por 2-1. Un partido que el Barça supo gestionar empezar a ganar en base a imponer su estilo, pero en el que acabó pidiendo la hora ante el acoso físico del tercero de LaLiga.
En un duelo entre dos estilos tan diferentes, acabó ganando el que mejor supo utilizar sus armas para sacar provecho de las carencias del rival.
Tenía claro el Barcelona que ante el Getafe tenían que minimizarse los errores, pero que estos iban a llegar. Tratar de sacar la pelota desde atrás ante el Getafe es lo más parecido a tratar de huir a campo abierto de una manada de lobos. Busquets lo sufrió en sus propias carnes.
Los blaugrana, sin embargo, mantenían la calma y buscaban ordenarse siempre y sólo atacaban cuando Messi ordenaba carga.
El panorama pareció complicársele al Barcelona cuando Alba pidió el cambio por una lesión en el adductor y entró Junior a los 20 minutos. Eso marcó el peor rato del Barça en la primera parte. A la salida de un córner Jorge Molina le ganó la partida a Busquets en el remate, Ter Stegen rechazó el balón y Nyom marcó el primero de la tarde que fue anulado por el VAR. Nyom había blocado a Umtiti en la primera fase de la jugada.
Le costó al Barcelona sacarse de encima el agobio, pero lo logró tras una estupenda combinación en la que Umtiti le cedió la pelota a Messi, que filtró un balón exquisito a Griezmann quien de un toque sutil lo puso lejos del alcance de Soria. Lo más difícil, que era abrir la lata, y lo más importante, evitar que el Getafe se adelantase, parecía estar hecho.
El gol dio confianza a un Barça que se sintió dueño del partido e impuso su estilo de juego para que en el 39’ Sergi Roberto culminara un centro de Junior. El lateral derecho acabando la jugada del lateral izquierdo. Un gol que significaba más que el 2-0. Significaba que el motor iba en marcha. De cara a la segunda parte, el escenario parecía perfecto para el Barça. Se trataba de defenderse con el balón.
Y eso hizo el Barça, que logró que no pasara nada en el primer cuarto de hora más allá de la entrada de Angel, el delantero que sueña para el Barça. Fuera de eso, nada. El Barça tenía el balón y toda la paciencia del mundo. Pero el Getafe tenía otro plan: eran conscientes de que físicamente eran superiores y era cuestión de esperar que una jugada aislada le metiera en el partido y llegaran los nervios, que llegaron.
La jugada llegó cuando Ángel, ¿quién si no? cazó un centro de Mata y la clavó de bolea lejos de Ter Stegen. Su décimo tanto en LaLiga. Un gol que puso más nervioso al Camp Nou que al equipo. Parte del público empezó a silbar el juego de salida desde Ter Stegen, quien bajo palos evitó en tres tiempos el gol del empate a tiro de Angel, obviamente.
El Getafe encaró el tramo final del partido dispuesto a ir a por el empate y aumentó su presión sobre el Barça, que cuando lograba superar la primera línea contaba con claros contragolpes para rematar el partido, pero Griezmann falló dos ocasiones claras, pero el Barça resistió y sacó adelante tres puntos muy sufridos. El Barça sigue creciendo.
Santi Giménez
As
Sigue el Barça en su doble carrera por encontrarse a si mismo y por cazar al Madrid. Ambas son agónicas y pueden ejemplificarse perfectamente en la victoria ante el Getafe por 2-1. Un partido que el Barça supo gestionar empezar a ganar en base a imponer su estilo, pero en el que acabó pidiendo la hora ante el acoso físico del tercero de LaLiga.
En un duelo entre dos estilos tan diferentes, acabó ganando el que mejor supo utilizar sus armas para sacar provecho de las carencias del rival.
Tenía claro el Barcelona que ante el Getafe tenían que minimizarse los errores, pero que estos iban a llegar. Tratar de sacar la pelota desde atrás ante el Getafe es lo más parecido a tratar de huir a campo abierto de una manada de lobos. Busquets lo sufrió en sus propias carnes.
Los blaugrana, sin embargo, mantenían la calma y buscaban ordenarse siempre y sólo atacaban cuando Messi ordenaba carga.
El panorama pareció complicársele al Barcelona cuando Alba pidió el cambio por una lesión en el adductor y entró Junior a los 20 minutos. Eso marcó el peor rato del Barça en la primera parte. A la salida de un córner Jorge Molina le ganó la partida a Busquets en el remate, Ter Stegen rechazó el balón y Nyom marcó el primero de la tarde que fue anulado por el VAR. Nyom había blocado a Umtiti en la primera fase de la jugada.
Le costó al Barcelona sacarse de encima el agobio, pero lo logró tras una estupenda combinación en la que Umtiti le cedió la pelota a Messi, que filtró un balón exquisito a Griezmann quien de un toque sutil lo puso lejos del alcance de Soria. Lo más difícil, que era abrir la lata, y lo más importante, evitar que el Getafe se adelantase, parecía estar hecho.
El gol dio confianza a un Barça que se sintió dueño del partido e impuso su estilo de juego para que en el 39’ Sergi Roberto culminara un centro de Junior. El lateral derecho acabando la jugada del lateral izquierdo. Un gol que significaba más que el 2-0. Significaba que el motor iba en marcha. De cara a la segunda parte, el escenario parecía perfecto para el Barça. Se trataba de defenderse con el balón.
Y eso hizo el Barça, que logró que no pasara nada en el primer cuarto de hora más allá de la entrada de Angel, el delantero que sueña para el Barça. Fuera de eso, nada. El Barça tenía el balón y toda la paciencia del mundo. Pero el Getafe tenía otro plan: eran conscientes de que físicamente eran superiores y era cuestión de esperar que una jugada aislada le metiera en el partido y llegaran los nervios, que llegaron.
La jugada llegó cuando Ángel, ¿quién si no? cazó un centro de Mata y la clavó de bolea lejos de Ter Stegen. Su décimo tanto en LaLiga. Un gol que puso más nervioso al Camp Nou que al equipo. Parte del público empezó a silbar el juego de salida desde Ter Stegen, quien bajo palos evitó en tres tiempos el gol del empate a tiro de Angel, obviamente.
El Getafe encaró el tramo final del partido dispuesto a ir a por el empate y aumentó su presión sobre el Barça, que cuando lograba superar la primera línea contaba con claros contragolpes para rematar el partido, pero Griezmann falló dos ocasiones claras, pero el Barça resistió y sacó adelante tres puntos muy sufridos. El Barça sigue creciendo.