El Barça sale vivo del caos
Lenglet, que acabó expulsado, decide un partido trepidante. Fekir, otro que marcó y acabó expulsado. Tres asistencias de Messi, que sigue peleado con el gol.
Santi Giménez
As
Cambió finalmente la dinámica el Barça después de salir vivo de un duelo tan caótico como trepidante en el que los blaugrana supieron remontar dos veces al Betis para vencer por 2-3 y seguir a rueda del Real Madrid. El Barça sigue vivo.
La última novedad de Setién para tratar de dar con el efecto que cambiara esa dinámica negativa fuera de casa fue el de ensayar un 4-4-2 con Arturo Vidal como media punta para responder a un Betis que salió a hacerle la vida imposible al Barça en la salida de balón.
La apuesta del Betis se basaba en que la defensa del Barça era una ruleta rusa. Con Piqué sancionado, Umtiti tenía que jugar sí o sí y como lateral izquierdo, Alba cedió su puesto a Junior. El Barça era una invitación al caos y allí Fekir aceptó el envite y destrozó de salida a la defensa blaugrana, que era una feria. A los cuatro minutos de partido, el francés robó un balón a Semedo, se metió hasta la cocina y su disparo fue bloqueado con la mano por Lenglet. Penalti claro que transformó Canales.
Enseguida, reacción el Barça de la mano de De Jong, que apoyado por Messi fue el único que aceptó el desafío de Fekir. Tres minutos después de encajar el 1-0, el argentino asistía al holandés para empatar el partido. Era el momento en el que el Barça debía sentirse dueño del partido. Había superado la crisis inicial y a partir de entonces era cuestión de paciencia. Pero ni por esas el Barça supo calmar el partido, que siguió montado en una ruleta rusa de despropósitos. Las pérdidas de balón eran constantes, provocando además que tanto Sergi Roberto como Busquets se jugaran la roja corriendo hacia atrás en un escenario que se volvía a abrir para el lucimiento de Fekir, que aprovechó otra pérdida de Vidal para marcar el 2-1.
Con el Barça viviendo en el alambre, en el último instante apareció de nuevo Messi para botar la última falta de la primera parte que Busquets convirtió en gol tras bajar la bola con el pecho. Tras una primera parte caótica, la buena noticia para el Barça era que salía vivo después de derrapar en cada curva. La buena noticia para el Betis es que ya había detectado los puntos débiles de la defensa blaugrana. El equipo que fuera capaz de convertir la locura en racionalidad se llevaría el partido.
Pero el inicio de la segunda parte fue más de lo mismo. Locura en las dos áreas sin que nadie fuera capaz de controlar el juego. El Barça tenía más continuidad, pero echaba de menos la finalización de Messi, que lleva tiempo peleado con el gol a pesar de seguir jugando de cine. Los culés alternaban sus fases de dominio con pérdidas de balón que generaban contragolpes locales.
Para tratar de poner orden, Setién dio entrada a Arthur y a Jordi Alba y el Barça empezó a poner cerco a la portería de Joel. A falta de acierto en el gol, Messi siguió excelente en las asistencias y tras botar una falta, Lenglet marcó de cabeza el tanto que empezaba a decidir un partido que Fekir pudo decidir al ver una doble tarjeta en diez segundos. Tan genial como inconsciente. Pero para no dejarle solo en el tránsito de la gloria a la mugre, Lenglet se expulsó tres minutos después. Diez contra diez y Umtiti de único central nato con Busquets ayudándole a sacar adelante un partido que demuestra que el Barça sigue vivo.
Santi Giménez
As
Cambió finalmente la dinámica el Barça después de salir vivo de un duelo tan caótico como trepidante en el que los blaugrana supieron remontar dos veces al Betis para vencer por 2-3 y seguir a rueda del Real Madrid. El Barça sigue vivo.
La última novedad de Setién para tratar de dar con el efecto que cambiara esa dinámica negativa fuera de casa fue el de ensayar un 4-4-2 con Arturo Vidal como media punta para responder a un Betis que salió a hacerle la vida imposible al Barça en la salida de balón.
La apuesta del Betis se basaba en que la defensa del Barça era una ruleta rusa. Con Piqué sancionado, Umtiti tenía que jugar sí o sí y como lateral izquierdo, Alba cedió su puesto a Junior. El Barça era una invitación al caos y allí Fekir aceptó el envite y destrozó de salida a la defensa blaugrana, que era una feria. A los cuatro minutos de partido, el francés robó un balón a Semedo, se metió hasta la cocina y su disparo fue bloqueado con la mano por Lenglet. Penalti claro que transformó Canales.
Enseguida, reacción el Barça de la mano de De Jong, que apoyado por Messi fue el único que aceptó el desafío de Fekir. Tres minutos después de encajar el 1-0, el argentino asistía al holandés para empatar el partido. Era el momento en el que el Barça debía sentirse dueño del partido. Había superado la crisis inicial y a partir de entonces era cuestión de paciencia. Pero ni por esas el Barça supo calmar el partido, que siguió montado en una ruleta rusa de despropósitos. Las pérdidas de balón eran constantes, provocando además que tanto Sergi Roberto como Busquets se jugaran la roja corriendo hacia atrás en un escenario que se volvía a abrir para el lucimiento de Fekir, que aprovechó otra pérdida de Vidal para marcar el 2-1.
Con el Barça viviendo en el alambre, en el último instante apareció de nuevo Messi para botar la última falta de la primera parte que Busquets convirtió en gol tras bajar la bola con el pecho. Tras una primera parte caótica, la buena noticia para el Barça era que salía vivo después de derrapar en cada curva. La buena noticia para el Betis es que ya había detectado los puntos débiles de la defensa blaugrana. El equipo que fuera capaz de convertir la locura en racionalidad se llevaría el partido.
Pero el inicio de la segunda parte fue más de lo mismo. Locura en las dos áreas sin que nadie fuera capaz de controlar el juego. El Barça tenía más continuidad, pero echaba de menos la finalización de Messi, que lleva tiempo peleado con el gol a pesar de seguir jugando de cine. Los culés alternaban sus fases de dominio con pérdidas de balón que generaban contragolpes locales.
Para tratar de poner orden, Setién dio entrada a Arthur y a Jordi Alba y el Barça empezó a poner cerco a la portería de Joel. A falta de acierto en el gol, Messi siguió excelente en las asistencias y tras botar una falta, Lenglet marcó de cabeza el tanto que empezaba a decidir un partido que Fekir pudo decidir al ver una doble tarjeta en diez segundos. Tan genial como inconsciente. Pero para no dejarle solo en el tránsito de la gloria a la mugre, Lenglet se expulsó tres minutos después. Diez contra diez y Umtiti de único central nato con Busquets ayudándole a sacar adelante un partido que demuestra que el Barça sigue vivo.