Brasil: murió en un operativo policial el sospechoso de haber planeado el asesinato de la concejal Marielle Franco

Adriano Magalhães da Nobrega, fugitivo desde hace más de un año, murió en el estado de Bahía tras un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Era investigado como presunto líder de la milicia paramilitar “Oficina del Crimen”

Infobae
El presunto jefe de una milicia paramilitar de Río de Janeiro sospechoso de haber orquestado el asesinato de la concejal afrobrasileña Marielle Franco fue abatido este domingo a manos de la policía en el estado de Bahía, según anunciaron las autoridades locales.


Adriano Magalhães da Nobrega, fugitivo desde hace más de un año, “fue localizado por la policía en la zona rural de la ciudad de Esplanada”, ubicada a unos 170 km al norte de Salvador, la capital de Bahía, indicó la Secretaría de Seguridad de este estado del nordeste de Brasil en un comunicado de prensa.

Conocido como “Capitán Adriano”, era acusado de comandar el llamado “Escritório do Crime” (Oficina del Crimen), un supuesto grupo de sicarios presuntamente implicado en la muerte de Franco.

“En el momento de su arresto disparó contra los oficiales y resultó herido en el tiroteo. Fue llevado a un hospital pero murió como consecuencia de sus heridas”, agregó, señalando que cuatro armas fueron encontradas en la casa donde el sospechoso se escondió.

Franco, que era concejal de la ciudad de Río, fue asesinada a los 39 años el 14 de marzo de 2018, cuando su automóvil fue acribillado a balazos en el centro de la ciudad. El conductor del vehículo, Anderson Gomes, también fue asesinado.

Lesbiana, nacida en una favela, militante del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Franco denunciaba habitualmente las atrocidades de las milicias paramilitares que propagaban el terror en distritos de Río.

Dos sospechosos del crimen fueron detenidos, ambos ex policías militares: Ronnie Lessa, de 48 años, presunto francotirador, y Elcio de Queiroz, de 46 años, acusado de haber conducido el vehículo que persiguió al de Franco.

Los investigadores aún no han identificado a quienes encargaron el asesinato, pero la principal sospecha se relaciona con la “Oficina del Crimen” (Escritorio do crime), una poderosa milicia paramilitar presuntamente liderada por Adriano Magalhães da Nobrega.

El PSOL reclamó en un comunicado que las condiciones de la muerte de Magalhães sean “aclaradas”.

“La milicia a la cual pertenecía estaba sospechada de estar implicada en el asesinato (de Franco) y él era una personaje clave para dilucidar una serie de crímenes”, agregó el partido de izquierda.

Según el diario Estado de S. Paulo, Adriano Magalhães da Nobrega habría comunicado a sus abogados su temor de ser asesinado para “hacer desaparecer pruebas”.

Ex capitán de Bope, batallón de élite de la policía militar de Río, Magalhães recibió en 2005 la medalla Tiradentes, la condecoración más alta del estado de Río, por iniciativa del ex diputado y actual senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro.

La Fiscalía sostiene que era amigo de Fabrício Queiroz, ex asesor de Flavio Bolsonaro, en su etapa como diputado regional de Río de Janeiro, donde actualmente es investigado por desvío de dinero público y blanqueo de capitales junto con Queiroz.

A menudo formadas por ex policías, las milicias aparecieron por primera vez en Río hace unos 20 años supuestamente para combatir a los narcotraficantes en las favelas. Sin embargo, estas organizaciones paramilitares terminaron haciendo reinar el terror en esos distritos populares.

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