Arthur Melo, el jugador incompleto
Barcelona, AS
El gran reto de Arthur Melo esta temporada es volver a acabar un partido empezando como titular. Con Quique Setién ha jugado todos los partidos, dos de ellos además como titular (Valencia y Getafe en LaLiga), pero en ningún caso ha jugado los 90 minutos. De hecho, para ver la última vez que el centrocampista brasileño completó un encuentro hay que remontarse al 9 de noviembre cuando fue titular ante el Celta (4-1) en el Camp Nou. Desde ese día no ha vuelto a jugar 90 minutos. Primero por las lesiones recurrentes en el pubis y luego porque tanto Ernesto Valverde como ahora Setién parecen tener claro que no tiene físico o aguante para estar presente en el campo todo el partido.
Si miramos la temporada de Arthur es evidente que la primera palabra que nos viene a la cabeza es decepción. No es normal que un jugador de su talento sólo haya podido completar cinco partidos (tres de LaLiga y dos de Champions). Si con Valverde era el decimotercero jugador más utilizado, con Setién las cosas han ido directamente a peor, siendo el penúltimo, sólo superado por el portero brasileño Neto, que suma 90 minutos, jugados en la Copa contra el Ibiza. Arthur (239) está por debajo incluso de Junior (241), un jugador a priori destinado a un rol secundario, que Arturo Vidal (249) o incluso que Rakitic (361).
No hay duda de que el panorama para Arthur es más que preocupante. Y no sólo porque no tiene regularidad en el campo para aguantar todo el partido sino que cuando le dan la oportunidad tampoco la aprovecha, cubriendo con el expediente y poco más. Su juego, excesivamente burocrático, no aporta soluciones diferentes y exaspera al respetable en más de una ocasión. Lejos está aquel jugador que algunos llegaron a comparar con Xavi Hernández por su forma de moverse en el campo, ahora mismo el internacional brasileño apenas es la última bala de la recámara de Setién.
Además, a Arthur le acompaña una inquietante etiqueta de jugador indisciplinado. Con el anterior entrenador, Ernesto Valverde, ya tuvo dos 'enganchadas': una por viajar a París sin permiso para acudir a la fiesta de Neymar cuando faltaban dos días para jugar un partido contra el Real Madrid y otra para hacer una escapada a Andorra un fin de semana para practicar 'snowboard' cuando estaba convaleciente de una pubalgia. Dos errores que han hecho mella en su rendimiento. En definitiva, una decepción en toda regla.
El gran reto de Arthur Melo esta temporada es volver a acabar un partido empezando como titular. Con Quique Setién ha jugado todos los partidos, dos de ellos además como titular (Valencia y Getafe en LaLiga), pero en ningún caso ha jugado los 90 minutos. De hecho, para ver la última vez que el centrocampista brasileño completó un encuentro hay que remontarse al 9 de noviembre cuando fue titular ante el Celta (4-1) en el Camp Nou. Desde ese día no ha vuelto a jugar 90 minutos. Primero por las lesiones recurrentes en el pubis y luego porque tanto Ernesto Valverde como ahora Setién parecen tener claro que no tiene físico o aguante para estar presente en el campo todo el partido.
Si miramos la temporada de Arthur es evidente que la primera palabra que nos viene a la cabeza es decepción. No es normal que un jugador de su talento sólo haya podido completar cinco partidos (tres de LaLiga y dos de Champions). Si con Valverde era el decimotercero jugador más utilizado, con Setién las cosas han ido directamente a peor, siendo el penúltimo, sólo superado por el portero brasileño Neto, que suma 90 minutos, jugados en la Copa contra el Ibiza. Arthur (239) está por debajo incluso de Junior (241), un jugador a priori destinado a un rol secundario, que Arturo Vidal (249) o incluso que Rakitic (361).
No hay duda de que el panorama para Arthur es más que preocupante. Y no sólo porque no tiene regularidad en el campo para aguantar todo el partido sino que cuando le dan la oportunidad tampoco la aprovecha, cubriendo con el expediente y poco más. Su juego, excesivamente burocrático, no aporta soluciones diferentes y exaspera al respetable en más de una ocasión. Lejos está aquel jugador que algunos llegaron a comparar con Xavi Hernández por su forma de moverse en el campo, ahora mismo el internacional brasileño apenas es la última bala de la recámara de Setién.
Además, a Arthur le acompaña una inquietante etiqueta de jugador indisciplinado. Con el anterior entrenador, Ernesto Valverde, ya tuvo dos 'enganchadas': una por viajar a París sin permiso para acudir a la fiesta de Neymar cuando faltaban dos días para jugar un partido contra el Real Madrid y otra para hacer una escapada a Andorra un fin de semana para practicar 'snowboard' cuando estaba convaleciente de una pubalgia. Dos errores que han hecho mella en su rendimiento. En definitiva, una decepción en toda regla.