Alberto Fernández, sobre Maduro: “Su gobierno ha tomado decisiones arbitrarias y ha puesto en peligro el estado de derecho"

El presidente argentino se mostró preocupado por la situación humanitaria en Venezuela pero afirmó que “la solución no puede ser una intervención externa”

Infobae
“Estoy muy preocupado por la situación humanitaria. Pero estamos en presencia de un gobierno que ha tomado decisiones arbitrarias, que ha puesto en peligro el estado de derecho y hay una crisis de convivencia democrática”, aseguró Alberto Fernández en una entrevista con Le Monde, en el marco de su gira europea.


El mandatario argentino aseguró que “nada de lo que se ha intentado hasta ahora ha servido” y afirmó que “la solución no puede ser una intervención externa”.

El peronista, que dijo estar “satisfecho” de haber constatado que el presidente francés Emmanuel Macron está de acuerdo con él e insistió con que “son los venezolanos los que deben decidir su futuro”. Este último concepto es el que suele usar para desmarcarse del gobierno argentino anterior, el de Mauricio Macri, que abiertamente calificaba de dictadura al régimen chavista.

Si bien Fernández ha criticado ciertos aspectos del régimen de Maduro, no reconoce al opositor Juan Guaidó como interlocutor válido, algo que sí hacen más de 50 países del mundo liderados por EEUU, y que también hacía el Gobierno de Macri. De hecho, Fernández invitó a su asunción a un cuestionado funcionario chavista, el ministro de comunicaciones Jorge Rodríguez, y le quitó la credencial diplomática a Elisa Trotta, la enviada de Guaidó.

Rodríguez es el principal estratega de Maduro, está en la nómina de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), que encabeza el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, y desde la cartera de Información censura a los medios extranjeros -como Infobae- y manipula las noticias de su país y del mundo para esconder la crisis social y económica que atraviesa Venezuela.

Así, desde que asumió, Fernández mantiene relaciones formales con el régimen chavista pero siempre reserva una porción de sus declaración públicas para resaltar sus preocupaciones. Ya durante la campaña, el peronista había calificado al venezolano como un “gobierno autoritario muy difícil de defender”. En ese entonces, su principal preocupación se centraba en el informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, en el que se documentan secuestros, torturas y más de 7.000 ejecuciones extrajudiciales.

La declaración le valió un mensaje de Diosdado Cabello, uno de los principales jerarcas del régimen chavista, sancionado en EEUU y la UE por narcotráfico y corrupción. “Me alegro mucho por el esfuerzo y el valor del pueblo argentino. Ojalá, Dios querido, que no me equivoque, que a quien están eligiendo no vaya a creer que lo están eligiendo porque es él”. En claro tono de advertencia, el hombre fuerte del régimen venezolano, le explicó a Fernández que el resultado electoral es el mensaje de “un pueblo eligiendo ‘No’ al neoliberalismo”. “Ojalá no lo defrauden”, agregó.

La advertencia de Cabello a Fernández

El 5 de enero pasado cuando las fuerzas chavistas impidieron violentamente el ingreso de Guaidó y 100 diputados a la Asamblea Nacional, en lo que la comunidad internacional calificó como Golpe al Parlamento, el gobierno Argentino emitió un comunicado en el que condenaba el accionar del régimen. “Impedir por la fuerza el funcionamiento de la Asamblea Legislativa es condenarse al aislamiento internacional”, dijo el canciller argentino, Felipe Solá, en sus cuentas de redes sociales. Y la reacción también le valió malestar en el chavismo.

Es que en Venezuela, el PSUV suele reivindicar la figura de la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner y poco se habla en público de Alberto Fernández.

Durante la entrevista en Le Monde, el mandatario argentino habló sobre otros de los marcados giros en política exterior de Fernández: Bolivia. Su gobierno asiló a Evo Morales, acusado por la oposición boliviana y la OEA de haber permitido irregularidades en la última elección presidencial, y desconoció a Jeanine Añez como presidente interina. “¿Se siente aislado en una región que ha virado hacia la derecha?”, le preguntó la periodista del diario francés. “Para nada. Yo no limito mis contactos a aquellos que piensan como yo. Yo no me aprovecho de los conflictos internos de otros países, no es mi rol. Pero, en Bolivia hubo un golpe de estado y el continente americano ha sufrido bastante la falta de democracia”.

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