Ahora el ‘anti-Juve’ es la Lazio
Los de Inzaghi batieron 2-1 al Inter con una gran remontada y marchan segundos, a un punto de la cima ocupada por los bianconeri. El equipo de Conte desapareció en la segunda parte.
Mirko Calemme
As
La Lazio quiere el scudetto, lleva meses demostrándolo y, sobre todo, encadenando resultados que confirman su enorme potencial. Los romanos, que en este curso a la Juve ya le quitaron la Supercopa, batieron 2-1 al Inter en un partido que parecía un desempate entre contrincantes de la Vecchia Signora, que ahora guarda un punto de ventaja sobre los biancocelesti y tres sobre los nerazzurri. Los conjuntos, en la primera parte, disputaron un encuentro igualado, dando la sensación que en cualquier momento la calidad de sus futbolistas podía romper el equilibrio. Milinkovic-Savic avisó con un latigazo que se estampó en el larguero, mientras que Lukaku, después, penetró en el área y disparó contra Strakosha.
El 0-1 llegó a un minuto del descanso, cuando el cancerbero biancoceleste repelió mal un violento remate de Candreva y Young, con gran olfato goleador, firmó su primera diana en Italia. El gol no amedrentó a los de Inzaghi, que, al revés, comenzaron la reanudación barriendo del campo a sus rivales. De Vrij, que en 2018, vistiendo la camiseta de la Lazio, causó un penalti sobre Icardi justo ante el Inter decisivo para conquistar un sitio en la Champions, tumbó a Immobile durante una melé en el área. El árbitro concedió la pena máxima y desde los 11 metros se presentó el delantero italiano, que sumó su gol 26 en 24 jornadas de Serie A.
Inzaghi no se conformó con el empate, puso a Correa en lugar de Caicedo y los suyos, merecidamente, completaron la remontada: Brozovic quitó de la línea de gol un remate de Marusic, pero el balón acabó entre los educados pies de Milinkovic-Savic, que lo ajustó con la suela y encontró el hueco hacia la portería en una selva de piernas. Conte intentó salvar al menos el empate con Eriksen, al que había dejado en el banquillo hasta el 78’, y Alexis, pero solo consiguió un gol de Lautaro anulado por fuera de juego: los biancocelesti aguantaron bien y a Immobile, incansable, Padelli le quitó el posible 3-1 con un paradón. El Inter, así, en cuatro días ha caído ante Nápoles (en Copa) y ante esa Lazio que ya es, indudablemente, un rival serísimo para el tricolore.
Mirko Calemme
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La Lazio quiere el scudetto, lleva meses demostrándolo y, sobre todo, encadenando resultados que confirman su enorme potencial. Los romanos, que en este curso a la Juve ya le quitaron la Supercopa, batieron 2-1 al Inter en un partido que parecía un desempate entre contrincantes de la Vecchia Signora, que ahora guarda un punto de ventaja sobre los biancocelesti y tres sobre los nerazzurri. Los conjuntos, en la primera parte, disputaron un encuentro igualado, dando la sensación que en cualquier momento la calidad de sus futbolistas podía romper el equilibrio. Milinkovic-Savic avisó con un latigazo que se estampó en el larguero, mientras que Lukaku, después, penetró en el área y disparó contra Strakosha.
El 0-1 llegó a un minuto del descanso, cuando el cancerbero biancoceleste repelió mal un violento remate de Candreva y Young, con gran olfato goleador, firmó su primera diana en Italia. El gol no amedrentó a los de Inzaghi, que, al revés, comenzaron la reanudación barriendo del campo a sus rivales. De Vrij, que en 2018, vistiendo la camiseta de la Lazio, causó un penalti sobre Icardi justo ante el Inter decisivo para conquistar un sitio en la Champions, tumbó a Immobile durante una melé en el área. El árbitro concedió la pena máxima y desde los 11 metros se presentó el delantero italiano, que sumó su gol 26 en 24 jornadas de Serie A.
Inzaghi no se conformó con el empate, puso a Correa en lugar de Caicedo y los suyos, merecidamente, completaron la remontada: Brozovic quitó de la línea de gol un remate de Marusic, pero el balón acabó entre los educados pies de Milinkovic-Savic, que lo ajustó con la suela y encontró el hueco hacia la portería en una selva de piernas. Conte intentó salvar al menos el empate con Eriksen, al que había dejado en el banquillo hasta el 78’, y Alexis, pero solo consiguió un gol de Lautaro anulado por fuera de juego: los biancocelesti aguantaron bien y a Immobile, incansable, Padelli le quitó el posible 3-1 con un paradón. El Inter, así, en cuatro días ha caído ante Nápoles (en Copa) y ante esa Lazio que ya es, indudablemente, un rival serísimo para el tricolore.