Un problema central para Setién
El flamante entrenador azulgrana deberá mejorar la defensa del Barcelona con sólo tres centrales disponibles en la plantilla tras la salida de Todibo.
Santi Giménez
As
Uno de los retos más urgentes que debe afrontar Quique Setién en su etapas en el Barcelona es el de resolver el problema defensivo del equipo blaugrana. Y deberá hacerlo con escasez de efectivos, porque tras la marcha de Jean Clair-Todibo como cedido al Schalke 04, el técnico únicamente dispondrá de tres centrales en la primera plantilla: Gerard Piqué, Clément Lenglet y Samuel Umtiti.
Uno de los talones de Aquiles del Barcelona de Valverde ha sido esta temporada la defensa. El conjunto catalán ha encajado en la primera vuelta 23 goles en 19 partidos disputados, más de uno por partido (1,2). Un rendimiento que deja al conjunto blaugrana lejos de los registros de sus competidores más directos por el título de Liga. Así por ejemplo, el Real Madrid y el Atlético de Madrid han encajado casi la mitad que los blaugrana (12 goles en contra ambos equipos) mientras que el Sevilla ha recibido 18.
Estos registros son aún más sorprendentes y preocupantes si se comparan con los del mismo equipo en las dos temporadas anteriores en los que el Barcelona llegó al ecuador de la competición con únicamente 9 goles encajados en la temporada 17-18, la primera de Valverde, y 20 en la 18-19.
Teniendo en cuenta que la defensa no es tampoco una de las grandes virtudes de los equipos de Setién, al técnico se le plantea un reto clave que deberá afrontar con contados efectivos, especialmente en lo que hace referencia a defensas centrales.
Piqué y Lenglet apuntan como pareja titular casi inamovible, tal y como ha sido a lo largo de la temporada, pero con la particularidad de que la competencia ha disminuido. Todibo se marchó cedido al Schalke casi al mismo tiempo en el que Setién aterrizaba y Umtiti sigue sin ser fiable tras sus problemas físicos tal y como se evidenció en la Supercopa de España disputada en Arabia.
El recurso que le queda a Setién es mirar al filial y dar carrete a Araujo, que esta temporada ya debutó con el primer equipo.
En todo caso, una papeleta difícil y que parece impedir la implantación de nuevos sistemas, como el de tres centrales a no ser que algún jugador del centro del campo se reconvierta en central.
Santi Giménez
As
Uno de los retos más urgentes que debe afrontar Quique Setién en su etapas en el Barcelona es el de resolver el problema defensivo del equipo blaugrana. Y deberá hacerlo con escasez de efectivos, porque tras la marcha de Jean Clair-Todibo como cedido al Schalke 04, el técnico únicamente dispondrá de tres centrales en la primera plantilla: Gerard Piqué, Clément Lenglet y Samuel Umtiti.
Uno de los talones de Aquiles del Barcelona de Valverde ha sido esta temporada la defensa. El conjunto catalán ha encajado en la primera vuelta 23 goles en 19 partidos disputados, más de uno por partido (1,2). Un rendimiento que deja al conjunto blaugrana lejos de los registros de sus competidores más directos por el título de Liga. Así por ejemplo, el Real Madrid y el Atlético de Madrid han encajado casi la mitad que los blaugrana (12 goles en contra ambos equipos) mientras que el Sevilla ha recibido 18.
Estos registros son aún más sorprendentes y preocupantes si se comparan con los del mismo equipo en las dos temporadas anteriores en los que el Barcelona llegó al ecuador de la competición con únicamente 9 goles encajados en la temporada 17-18, la primera de Valverde, y 20 en la 18-19.
Teniendo en cuenta que la defensa no es tampoco una de las grandes virtudes de los equipos de Setién, al técnico se le plantea un reto clave que deberá afrontar con contados efectivos, especialmente en lo que hace referencia a defensas centrales.
Piqué y Lenglet apuntan como pareja titular casi inamovible, tal y como ha sido a lo largo de la temporada, pero con la particularidad de que la competencia ha disminuido. Todibo se marchó cedido al Schalke casi al mismo tiempo en el que Setién aterrizaba y Umtiti sigue sin ser fiable tras sus problemas físicos tal y como se evidenció en la Supercopa de España disputada en Arabia.
El recurso que le queda a Setién es mirar al filial y dar carrete a Araujo, que esta temporada ya debutó con el primer equipo.
En todo caso, una papeleta difícil y que parece impedir la implantación de nuevos sistemas, como el de tres centrales a no ser que algún jugador del centro del campo se reconvierta en central.