Un asesinato y un divorcio megamillonario: qué hay detrás del hackeo del príncipe saudita Mohammed bin Salman al teléfono de Jeff Bezos

La operación revelada por The Guardian se basa en dos hechos que impactaron al mundo en lo últimos dos años y que afectaron directamente al magnate y a uno de los empleados de The Washington Post, una de sus empresas

Infobae
El ciberataque lanzado por el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, contra el empresario multimillonario Jeff Bezos habría ocurrido cinco meses antes del asesinato del columnista del Washington Post y disidente saudita Jamal Khashoggi, en el consulado del reino árabe en Estambul en octubre del mismo año, según reveló el martes el periódico británico The Guardian.


Bezos, fundador del gigante tecnológico Amazon, es también dueño del Washington Post, la prestigiosa publicación estadounidense que ha publicado, a través de Khashoggi y otros periodistas, agudas críticas al ultraconservador reino saudita, famoso por la discriminación a las mujeres, el uso generalizado de la tortura y la represión de la disidencia, a pesar de los esfuerzos del príncipe por mostrar un rostro moderado y moderno.

Khashoggi, un prestigiosa periodista que trabajó muy cerca de la familia real durante toda su vida y que se había exiliado en Turquía tras haber entrado en conflicto con el príncipe heredero, fue asesinado en octubre 2018 tras ingresar al consulado de su país en Estambul con el objetivo de realizar los trámites para casarse. Se cree que fue torturado y muerto a golpes, y luego su cuerpo desmembrado y hecho desaparecer.

En un principio, el reino saudita había negado saber dónde estaba el periodista tras su desaparición. Luego de que Turquía revelara imágenes tomadas por cámaras de seguridad en la vía pública que lo mostraban entrando al consulado, pero nunca saliendo, Riad finalmente aceptó la muerte de Khashoggi y la atribuyó a agentes de inteligencia “rebeldes”, que ahora están siendo juzgados.

Khashoggi se había convertido en uno de los enemigos más peligrosos para el heredero, ya que conocía a la familia real desde adentro y estaba al tanto de las ambiciones y la brutalidad de la que podía ser capaz el joven príncipe de 32 años, también conocido como MBS, por las siglas de su nombre.

MBS se encuentra actualmente en medio de una campaña global para posicionarse como un reformista y modernizador del reino de su padre, Salmán bin Abdulaziz, y atraer, así, inversiones para su país.

Así, suele aparecer vestido con ropa occidental, ha impulsado que las mujeres puedan manejar y ha dado muestras de cierta flexibilidad en el rígido reino wahabita. Al mismo tiempo, sus detractores lo critican por la sangrienta guerra que ha encarado en Yemen, donde una coalición liderada por Arabia Saudita bombardea sin pausa las ciudades yemeníes, masacrando a miles de civiles. También se lo cree responsable de la reciente purga de millonarios y miembros de la familia real, lanzada desde hace dos años con el objetivo de allanar el camino a su futuro reinado.

La revelación realizada por The Guardian en torno al hackeo del teléfono de Bezos, ocurrido en marzo de 2018, muestra que el príncipe MBS, quien además de heredero al trono es el actual ministro de Defensa del reino, ya había lanzado su campaña contra el Washington Post antes, incluso, del asesinato de Khashoggi, uno de sus columnistas.

El jefe de seguridad de Bezos, Gavin de Becker, describió en marzo pasado “la relación cercana” que el príncipe heredero saudita había desarrollado con David Pecker, el director ejecutivo de la compañía propietaria del National Enquirer, el tabloide que divulgó las fotos y conversaciones que probaban la relación extramatrimonial del empresario con la ex presentadora de televisión Lauren Sánchez. El escándalo le costó a Bezos un multimillonario divorcio.

De Becker vinculó el hackeo a la extensa cobertura del Washington Post sobre el asesinato de Khashoggi. Aunque Pecker dijo haber obtenido el material filtrado por otras fuentes.

Reunión amistosa y videos misteriosos

Bezos y MBS se conocieron en mayo de 2018 durante una cena en Los Ángeles, Estados Unidos. El encuentro fue parte de una gira del príncipe heredero encarada por el país, uno de los principales aliados del reino de su padre, durante la cual visitó universidades, se reunió con estrellas de cines y mantuvo incluso un encuentro con el presidente Donald Trump.

El empresario y el príncipe tuvieron una conversación agradable, que semanas después continuó por medio de la aplicación de mensajería Whatsapp. Fue a través de esta plataforma que MBS habría enviado entonces un video no solicitado a Bezos, cuyo contenido se desconoce.

Los expertos consultados por The Guardian hallaron “altamente probable” que en el video ocultaba un archivo malicioso capaz de robar una gran cantidad de datos. Y así parece haber ocurrido: el celular de Bezos fue hackeado con un malware que extrajo información de todo tipo.

La extraordinaria revelación de que el futuro rey de Arabia Saudita pudo haber tenido una participación personal en el ciberataque al fundador de Amazon podría tener repercusiones desde Wall Street hasta Silicon Valley, y socavar los esfuerzos de MBS para atraer a más inversores occidentales a Arabia Saudita, claves para realizar su ambicioso plan de transformación económica del reino.

Arabia Saudita ha negado previamente haber atacado el teléfono de Bezos e insistió en que el asesinato de Khashoggi fue el resultado de agentes rebeldes. En diciembre, un tribunal saudita condenó a ocho personas por su participación en el asesinato después de un juicio secreto que fue criticado como una farsa por expertos de derechos humanos.

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