Rebic luce y Theo ya es un ídolo
Los rossoneri, ante el Udinese, cosecharon su tercer triunfo seguido gracias a un doblete de Rebic y un tanto del exmadridista. Castillejo se llevó la ovación de San Siro.
Mirko Calemme
As
La temporada del MIlán ha cambiado desde la llegada de Zlatan Ibrahimovic. El sueco no fue el protagonista del agónico triunfo 3-2 ante el Udinese de esta tarde, pero desde su regreso los rossoneri tienen otra cara. La victoria, que acerca el equipo a los puestos de Europa League, llegó con el carácter que faltó en los pasados meses, con valentía y cambios. Castillejo ya es intocable en la banda derecha (mientras que Suso volvió a ser suplente) y se llevó, tras una gran actuación, la ovación de los tifosi, de los que Theo Hernández ya es todo un ídolo. Y Rebic, a partir de hoy, puede ser un arma más.
Un grave error de Donnarumma complicó los planes de Pioli ya en el 7': el joven guardameta salió fuera del área a la desesperada chocando con Lasagna y Stryger Larsen aprovechó la portería vacía con una rosca casi sin tener ángulo, firmando el 1-0. Los bianconeri rozaron hasta el 0-2 con Lasagna, que chutó alto un centro de Sema, pero en la fase final de la primera parte el Milán se despertó, construyendo las bases para la remontada de la reanudación.
Rebic sustituyó a Bonaventura en el descanso, y la elección dio frutos enseguida: el croata, en el 48’, empujó entre palos un centro de Conti y el partido a partir de ahí no dejó de regalar emociones. Donnarumma se reivindicó con tres paradones ante Okaka, Lasagna y Mandragora, Ibrahimovic buscó el gol con un cabezazo (asistido por un Leao que a su lado sigue creciendo) y un remate desde lejos, hasta que llegó el maravilloso 1-2.
San Siro explotó gracias a una volea de Theo Hernandez, que desde casi treinta metros batió a Musso tras un córner. El exmadridista se está confirmando como el mejor lateral izquierdo de la Serie A con diferencia: ya lleva seis goles en este curso, y era desde los tiempos de Serginho (en 2003) que un defensa rossonero no marcaba tantos.
El Udinese no se rindió, y a cinco minutos del 90’ Stryger Larsen, tras una combinación con De Paul, encontró a Lasagna en el área con un suave centro que el punta convirtió en gol con un preciso testarazo. Mientras el Meazza se resignaba a la enésima decepción de este año, llegó la alegría definitiva: Rebic penetró en el área de los friulani hasta encontrar el hueco para un imparable zurdazo cruzado que desató la fiesta. Ahí se acabó el partido, con el tercer triunfo consecutivo de los milanisti entre Serie A y Copa: su crisis, al parecer, ya terminó.
Mirko Calemme
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La temporada del MIlán ha cambiado desde la llegada de Zlatan Ibrahimovic. El sueco no fue el protagonista del agónico triunfo 3-2 ante el Udinese de esta tarde, pero desde su regreso los rossoneri tienen otra cara. La victoria, que acerca el equipo a los puestos de Europa League, llegó con el carácter que faltó en los pasados meses, con valentía y cambios. Castillejo ya es intocable en la banda derecha (mientras que Suso volvió a ser suplente) y se llevó, tras una gran actuación, la ovación de los tifosi, de los que Theo Hernández ya es todo un ídolo. Y Rebic, a partir de hoy, puede ser un arma más.
Un grave error de Donnarumma complicó los planes de Pioli ya en el 7': el joven guardameta salió fuera del área a la desesperada chocando con Lasagna y Stryger Larsen aprovechó la portería vacía con una rosca casi sin tener ángulo, firmando el 1-0. Los bianconeri rozaron hasta el 0-2 con Lasagna, que chutó alto un centro de Sema, pero en la fase final de la primera parte el Milán se despertó, construyendo las bases para la remontada de la reanudación.
Rebic sustituyó a Bonaventura en el descanso, y la elección dio frutos enseguida: el croata, en el 48’, empujó entre palos un centro de Conti y el partido a partir de ahí no dejó de regalar emociones. Donnarumma se reivindicó con tres paradones ante Okaka, Lasagna y Mandragora, Ibrahimovic buscó el gol con un cabezazo (asistido por un Leao que a su lado sigue creciendo) y un remate desde lejos, hasta que llegó el maravilloso 1-2.
San Siro explotó gracias a una volea de Theo Hernandez, que desde casi treinta metros batió a Musso tras un córner. El exmadridista se está confirmando como el mejor lateral izquierdo de la Serie A con diferencia: ya lleva seis goles en este curso, y era desde los tiempos de Serginho (en 2003) que un defensa rossonero no marcaba tantos.
El Udinese no se rindió, y a cinco minutos del 90’ Stryger Larsen, tras una combinación con De Paul, encontró a Lasagna en el área con un suave centro que el punta convirtió en gol con un preciso testarazo. Mientras el Meazza se resignaba a la enésima decepción de este año, llegó la alegría definitiva: Rebic penetró en el área de los friulani hasta encontrar el hueco para un imparable zurdazo cruzado que desató la fiesta. Ahí se acabó el partido, con el tercer triunfo consecutivo de los milanisti entre Serie A y Copa: su crisis, al parecer, ya terminó.