¿Por qué no ordenó antes Simeone presionar a la defensa del Barça?

Cuando el Barça se puso 2-1, los rojiblancos realizaron pressing total al Barça y dieron la vuelta logrando una victoria sustentada en las paradas de Oblak.

Javier G. Matallanas
As
Jerarquía. Simeone tiró de jerarquía para cubrir la baja de Giménez (¿llegará a la final?) y dio la titularidad a Savic cuando Mario Hermoso se había ganado sobradamente jugar de principio en los partidos que lo ha hecho y con Luis Enrique en la grada la motivación del internacional español era grande. También sorprendió la suplencia de Koke. En Arabia Saudí, el Cholo cocinó su clásica pizza con un 1-4-4-2 y este once: Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Lodi; Correa, Hererra, Thomas, Saúl; Joao Félix y Morata.


Repliegue intensivo. Simeone no mandó a sus jugadores a presionar la salida del balón del Barcelona. Pese a que en el partido de Liga le superó durante la primera media hora por ese pressing, en esta ocasión volvió a ordenar un pressing a tres cuatro de campo durante unos minutos para dar paso a un repliegue intensivo durante el resto del primer tiempo. El Atlético se defendió bien con ayudas permanentes defensivas, (desdoblamientos, coberturas, permutas), con las líneas muy juntas y la distancia entre jugadores rozando la perfección. Pero ese buen posicionamiento no hizo que defendieran bien y el Barça se llevaba todos los balones divididos ante la falta de contundencia colchonera y tuvo tres ocasiones claras (Messi, Griezmann y Luis Suárez) que salvó Oblak.

Contraataques débiles. El segundo tiempo empezó muy bien para el Atlético con el gol de Koke en un ataque rápido lanzado por Joao Félix, que le pilló a 30 metros del área y no a 70 como todo el primer tiempo. Es difícil arrancar todos los ataques a 70 metros del área rival y eso le pasa al portugués. Y las veces que consiguen salir al contraataque, el Atlético pisó el área con dos efectivos como máximo y así es muy difícil hacer goles.

Remontadas. Con el 0-1, el Atlético se echó atrás otra vez y Messi empató y Griezmann dio la vuelta al marcador. Y el Barça pudo hacer cinco goles entre los que paró Oblak y los que anuló el VAR. Pero el Atlético se fue a por el Barça los últimos diez minutos y protagonizó una remontada épica sustentado en la presión y en que se juntó en el campo la calidad de João Félix, Vitolo, Correa y Morata, con un Marcos Llorente, que salió por Koke lesionado (¡cuántas recaídas esta temporada!), y empujó al equipo al ataque. Antes había salido Vitolo por Lodi y Saúl (muy impreciso todo el partido) acabó otro partido más de lateral izquierdo. No se entiende por qué Simeone no mandó a presionar durante más tramos de partidos a un Barcelona que cuenta con muchas carencias defensivas. Quizás se trate del aspecto condicional y es porque el Profe Ortega considera que el equipo no aguanta físicamente un pressing total. El caso es que el Atlético si corrió al final y ganó el partido de una manera muy emocionante. Con Oblak otro día más de estrella. Con un Simeone al que le puede su condición defensiva y que sólo atacó cuando tenía el agua al cuello. Y con un Atlético que ganó por el peso de su camiseta, la de un equipo ganador.

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