Los directores de 'Espías con disfraz' no querían hacer una parodia y sí una película de espías para niños
La película Espías con disfraz, que se encuentra en los cines desde el 25 de diciembre, se trata de una cinta de espías al uso, pero en forma de animación. Y sus directores, Troy Quane y Nick Bruno, era justo lo que andaban buscando. Querían llevar a la gran pantalla una película de auténticos espías profesionales pero para el público infantil. El resultado es una historia que abarca todos los aspectos propios del género del espionaje: acción, escenarios exóticos, armas y artilugios vanguardistas. ¡Pero para niños! Así lo cuenta Bruno en las notas de producción del largo de Blue Sky Studios.
No queríamos hacer una parodia. Queríamos hacer una auténtica película de espías que resulta ser una cinta de animación
Contando ya con todos los elementos necesarios para acercarse lo más fielmente a un filme de espionaje y misiones secretas, se imaginaron qué ocurriría si esas misiones las llevara a cabo una paloma. Y la conclusión a la que llegaron es que cuanto más realista era todo lo que rodeaba a la paloma, mejor quedaba esta como protagonista. Ambos se decantaron por esa extravagante idea, según Quane:
Un hombre que se convierte en una paloma, una auténtica pasada
Por su capacidad de pasar desapercibidas, las palomas son animales a los que nadie presta atención y están en todo el mundo, añade Bruno. "Resultan invisibles a simple vista, pero ellas, al tener los ojos a los dos lados de la cabeza, tienen un campo visual que abarca casi los 360 grados. Esto significa que siempre pueden verte la cara y el trasero. Y no hay manera de acercarte sigilosamente a ellas".
Además, Quane explica que si te acercas a ellas se irán volando porque son de las aves más rápidas del mundo y ven luz ultravioleta, bandas de luz que el ojo humano no es capaz de ver. Es lo mejor que le podría pasar a un espía. De hecho, las propias palomas lo son y tienen los artilugios de un espía integrados, como los fabricados por Walter, el personaje al que pone voz Tom Holland.
Walter, un joven científico interpretado por el actor de Spider-Man: Lejos de casa, forma una pareja de lo más cómica con Lance (Will Smith), considerado el mejor espía del mundo. ¿Por qué? Porque, por culpa del primero, el segundo se ha convertido en una paloma. ¿Podrán salvar el mundo de esta manera?
