Las claves del plan de paz para Medio Oriente presentado por EEUU

El camino hacia la categoría de Estado y el plan de ayuda económica para Palestina; la distribución de Cisjordania y Jerusalén; las reacciones de ambas facciones y el plan para los refugiados son los aspectos más destacados de la presentación que tuvo lugar este martes en la Casa Blanca

Infobae
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, presentó este martes su “Acuerdo del Siglo”, el plan de su administración para lograr la solución al conflicto de Medio Oriente. En una conferencia conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump afirmó que su país estaba tomando “un gran paso” hacia la paz.


Tanto el primer ministro israelí como su principal rival político Benny Gantz -también se reunió con el jefe de Estado norteamericano en Washington- dieron su visto bueno a la propuesta. En contraste, las autoridades palestinas reiteraron su rechazo.

El camino hacia la categoría de Estado y el eventual plan de ayuda económica para Palestina y la distribución de Cisjordania y Jerusalén, a la vez que la reacción de las dos facciones en contención, y el plan para los refugiados, configuran los aspectos más destacados de la iniciativa:

El estatus de Palestina

El plan de la Casa Blanca prevé, en la etapa inicial de implementación, una categoría inferior a la de un Estado para Palestina. “Una solución realista le daría a los palestinos todo el poder para gobernarse a sí mismos, pero no los poderes para amenazar a Israel. Esto implica la limitación de ciertas atribuciones soberanas en las áreas palestinas”, indica un párrafo del documento, que define al territorio como un “estado desmilitarizado”.

En concreto, el gobierno israelí mantendría el control sobre la seguridad en los territorios al oeste del río Jordan. Pero esta se reduciría gradualmente a medida que el naciente Estado palestino construya capacidades de esta naturaleza, que el plan indica estaría condicionada a ciertos estándares internacionales de gobernabilidad.

Además, el proyecto indica que Palestina se convertiría en un Estado en un período de cuatro años si sus autoridades aceptan el plan y se comprometen a dejar de financiar e incitar actividades terroristas, y si tanto Hamas como la Jihan Islámica -grupos que operan en los territorios- dejan las armas.

La distribución de Cisjordania

En concreto, el plan contempla la incorporación por parte de Israel de un 30 por ciento de Cisjordania y autoridad sobre los asentamientos, calificados como “enclaves”. El mapa con las fronteras -publicado por Trump- detalla la construcción de caminos que conectan cada uno de los 15 asentamientos con territorio israelí. El ejército israelí tendría acceso a estos enclaves. Además, Netanyahu expresó su compromiso de evitar la construcción de nuevos asentamientos durante los próximos cuatro años, tiempo en el que se continuaría negociando el acuerdo.

Trump aseguró que, de ser implementado su plan, se duplicaría el territorio de los palestinos, y que Cisjordania y Gaza estarían conectadas mediante caminos y túneles.

En tanto, durante su intervención en la conferencia de prensa, Netanyahu confirmó que Israel mantendrá la soberanía sobre la zona del valle de Jordania, parte de Cisjordania. De hecho, el parlamento israelí (Knesset) votará el próximo domingo su anexión oficial, a la vez que los asentamientos que se encuentran en Cisjordania. En paralelo, el embajador estadounidense David Friedman dijo que Israel no debe esperar para incorporar los territorios que el plan le otorga.

Jerusalén

Jerusalén permanecerá como la “capital indivisible” de Israel, aseguraron las autoridades, ante una ovación de los presentes. Palestina, en tanto, contaría con una capital propia que incorporaría porciones de Jerusalén este -por fuera de la zona de seguridad establecida por Israel- y sería denominada “Al-Quds”. Trump aseguró que Estados Unidos “orgullosamente” abriría una embajada allí.

En cuanto a las áreas religiosas, Israel trabajaría con las autoridades jordanas para asegurarse de que el status quo se preserve y los palestinos mantengan acceso a tanto al “Noble Santuario” y la mezquita de Al Aqsa". El área es considerada como la tercera más santa para la religión musulmana.

La propuesta económica para Palestina

“Desarrollamos una visión económica detallada de lo que sería el futuro de los palestinos si hubiera paz”, comienza la sección del plan. La propuesta contempla una inversión de USD 50.000 millones por parte de la comunidad internacional a lo largo de 10 años y estima que “el producto bruto interno, que ha estado estancado, podría duplicarse en 10 años, crear un millón de puestos de trabajo, reducir la tasa de desempleo por debajo de 10 por ciento y reducir la pobreza en un 50 por ciento". La inversión también alcanzaría a Jordania y Egipto.

Además de la inversión, el plan indica que continuaría sin aplicar aranceles a las importaciones de productos provenientes de los territorios, y anticipó su voluntad de tomar dos medidas destinadas a fortalecer la economía del potencial estado: garantizar el acceso al comercio marítimo a través de dos puertos israelíes y negociar un acuerdo de libre comercio.

Respecto del primero, indicó: “A pesar de que el Estado de Palestina incluirá a (la franja de) Gaza, desafíos de seguridad hacen que construir un puerto allí sea problemático en el futuro. Este proyecto espera potenciar la economía palestina, proteger la seguridad israelí y proveer un camino para que el estado de Palestina tenga un puerto en el futuro. El estado de Israel permitirá que Palestina use y coordine instalaciones en los puertos de Haifa y Ashdod, sin perjuicio de la indiscutida soberanía israelí sobre estos lugares”.

Sobre el segundo, expresó: “Estados Unidos espera que países en Europa, Medio Oriente y otros lugares también busquen acuerdos de libre comercio con otros países”.

Refugiados

Según las Naciones Unidas, sus agencias dan apoyo a 5,5 millones de refugiados palestinos en Medio Oriente. El plan excluye la posibilidad de que los refugiados palestinos -que dejaron el territorio a lo largo de los años- vuelvan a Israel y establece tres posibles soluciones al asunto: que sean “absorbidos” por el Estado palestino: es decir, que se asienten dentro de las fronteras delimitadas por el plan; su integración en los países en los que actualmente se encuentran con el estatus de refugiados (siempre y cuando estos Estados brinden su consentimiento); y la aceptación de 5.000 refugiados por año durante 10 años por parte cada uno de los países miembros de la Organización para la Cooperación Islámica, el organismo internacional que agrupa a los 57 estados de confesión musulmana, que se ofrezcan a participar de la iniciativa.

Apoyo de los dos principales partidos israelíes

Tanto Netanyahu como Benny Gantz dieron su visto bueno al plan presentado por la administración de Trump. Considerando que son los dos líderes políticos que de manera excluyente se han disputado la jefatura de Estado en las últimas dos elecciones, y trataran de dirimirlo en una tercera en marzo, su apoyo significa el del próximo gobierno israelí.

“Señor presidente, por este histórico reconocimiento y porque creo que su plan logra el balance correcto donde otros han fallado, he aceptado negociar una paz con los palestinos en base a su plan. Es un gran plan para Israel, un gran plan para la paz”, expresó Netanyahu en un pasaje del anuncio.

El partido Azul y Blanco, liderado por Gantz, manifestó en la tarde su apoyo al plan, pero en un comunicado aseguró que debía ser él quien lo implementara. “Es consistente con los principios de Estado y seguridad defendidos por Azul y Blanco”, expresó el partido mediante un comunicado.

Rechazo de las autoridades palestinas

Como lo habían anticipado, las autoridades palestinas rechazaron de inmediato el plan. El titular de la autoridad palestina, Mahmoud Abbas, dijo que ningún palestino puede aceptar un estado que no tenga a Jerusalén como capital. Luego de una reunión con distintas facciones palestinas -entre las que se encontraba el grupo terrorista Hamas-, Abbas realizó una declaración en la ciudad de Ramallah en la que prometió “resistir el acuerdo en todas sus formas”. “No, no y no al 'Acuerdo del Siglo. Jerusalén no está a la venta. Nuestros derechos no están a la venta ni se pueden negociar”, expresó.

Un vocero de Hamas, en el poder en la Franja de Gaza, también rechazó de plano el plan. “No aceptamos ningún sustituto de Jerusalén como capital del Estado palestino”, declaró a la AFP Jalil al Haya, un dirigente del movimiento.

Una persona resultó herida por impacto de una pelota de goma, y otras doce se vieron afectadas por los gases lacrimógenos, en el marco de protestas de palestinos en contra del plan, informaron autoridades israelíes.

Respuesta de la comunidad internacional

Los distintos actores de la comunidad internacional tuvieron reacciones contrastantes, dependiendo de su orientación política. Ellas podrían dividirse entre aquellas positivas -Reino Unido-; neutrales -Egipto, Alemania, la Unión Europea-; negativas: Jordania y Naciones Unidas; y críticas, Irán y Turquía.

Autoridades de la admnistración de Boris Johnson calificaron el plan como una “propuesta seria” que “podría constituir un avance positivo”.

En tanto, Egipto pidió el martes a palestinos e israelíes un examen “atento” y “profundo” del plan de paz, mientras que el jefe de la diplomacia alemana, Heiko Maas, pidió lograr una “solución negociada y viable de dos Estados, aceptable para las dos partes”. La UE, por su parte, reafirmó su disposición a trabajar por una solución de dos Estados en el conflicto. Esta iniciativa “brinda la ocasión de relanzar los esfuerzos que se necesitan urgentemente para lograr una solución negociada y viable al conflicto israelo-palestino”, dijo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

No obstante, Jordania indicó que la creación de un Estado palestino independiente basado en las fronteras de 1967 es “la única vía para una paz global y duradera”. El comunicado refiere a las fronteras previas a la guerra de 1967, cuando Palestina controlaba Jerusalén este. La ONU hizo referencia al mismo evento e indicó que "se apega a las resoluciones que ya ha tomado y a los acuerdos bilaterales sobre la creación de dos estados, Israel y Palestina, “que convivan en paz y seguridad dentro de las fronteras reconocidas, en base a las líneas definidas en 1967”.

Las voces más críticas vinieron de Irán y Turquía: autoridades del primero consideraron que el “plan de paz de la vergüenza impuesto por Estados Unidos a los palestinos es la traición del siglo y está condenado al fracaso”. Mientras que para el ministerio turco de Relaciones Exteriores, este proyecto “nacido muerto” es un “plan de ocupación destinado a matar una solución de dos Estados y extorsionar territorios palestinos”.

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