La Supercopa de Jovic
Con Benzema y Bale de baja, la Supercopa pasa a ser la gran oportunidad y el juicio definitivo para el serbo-bosnio. Solo lleva un gol en 432 minutos.
Carlos Forjanes
As
Las lesiones de Benzema y Bale dejan el camino expedito a Luka Jovic. La Supercopa de España pasa a ser la gran oportunidad y a la vez el juicio definitivo para el delantero serbo-bosnio. Para citas como estas y situaciones límite como la actual es por lo que el Real Madrid pagó 60 millones de euros al Eintracht de Frankfurt el verano pasado para hacerse con los servicios del goleador revelación del Viejo Continente (27 goles).
Sin Benzema, máximo artillero blanco (16 tantos entre Liga y Champions), queda Jovic como principal alternativa de Zidane como delantero centro, aunque el balcánico está por encontrar la finura. Sólo ha anotado un gol en 432 minutos (a lo largo de 15 encuentros) y le ha frenado todo lo imaginable. Desde su propia falta de conexión con sus compañeros de vestuario (le está costando hacerse al castellano), pasando por los postes (con los que ha topado dos veces, ante Valladolid y Athletic) y hasta el VAR, que le ha anulado dos goles por fueras de juego milimétricos ante Osasuna y Leganés. Y para colmo, la selección serbia no ha venido siendo un consuelo para el punta. El conflicto con su seleccionador parece irreparable a corto plazo pese a que se reunió en vacaciones con el director deportivo de su Federación. "El problema de Jovic es Jovic", dijo el técnico, Tombakovic, esta misma semana.
Jovic, que cumplió hace dos semanas 22 años, quedará en Yeda como gran faro ofensivo del Real Madrid, ya que su única competencia en la punta del ataque la representan Rodrygo, que puede actuar (así lo hizo en ocasiones en el Santos) como falso nueve, James y Mariano, que, gracias a las lesiones de Bale y Benzema, entró en la lista para Arabia Saudí, pero lleva tiempo tachado de la mente de Zidane: se ha quedado fuera de la convocatoria en 24 de 25 partidos. La responsabilidad en la nueva Supercopa de España, sin Benzema, será para Jovic.
Carlos Forjanes
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Las lesiones de Benzema y Bale dejan el camino expedito a Luka Jovic. La Supercopa de España pasa a ser la gran oportunidad y a la vez el juicio definitivo para el delantero serbo-bosnio. Para citas como estas y situaciones límite como la actual es por lo que el Real Madrid pagó 60 millones de euros al Eintracht de Frankfurt el verano pasado para hacerse con los servicios del goleador revelación del Viejo Continente (27 goles).
Sin Benzema, máximo artillero blanco (16 tantos entre Liga y Champions), queda Jovic como principal alternativa de Zidane como delantero centro, aunque el balcánico está por encontrar la finura. Sólo ha anotado un gol en 432 minutos (a lo largo de 15 encuentros) y le ha frenado todo lo imaginable. Desde su propia falta de conexión con sus compañeros de vestuario (le está costando hacerse al castellano), pasando por los postes (con los que ha topado dos veces, ante Valladolid y Athletic) y hasta el VAR, que le ha anulado dos goles por fueras de juego milimétricos ante Osasuna y Leganés. Y para colmo, la selección serbia no ha venido siendo un consuelo para el punta. El conflicto con su seleccionador parece irreparable a corto plazo pese a que se reunió en vacaciones con el director deportivo de su Federación. "El problema de Jovic es Jovic", dijo el técnico, Tombakovic, esta misma semana.
Jovic, que cumplió hace dos semanas 22 años, quedará en Yeda como gran faro ofensivo del Real Madrid, ya que su única competencia en la punta del ataque la representan Rodrygo, que puede actuar (así lo hizo en ocasiones en el Santos) como falso nueve, James y Mariano, que, gracias a las lesiones de Bale y Benzema, entró en la lista para Arabia Saudí, pero lleva tiempo tachado de la mente de Zidane: se ha quedado fuera de la convocatoria en 24 de 25 partidos. La responsabilidad en la nueva Supercopa de España, sin Benzema, será para Jovic.